Conindustria: Industrias registran caída de 6,7% en producción este 2023
El levantamiento de sanciones al sector petrolero generó expectativas positivas de cara al próximo año, en línea con unas estimaciones de Conindustria que proyectan la renta petrolera en $25.000 millones para el cierre de 2024
La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) registra una caída de la producción en 6,7% entre enero y septiembre, con lo que la esperanza de cerrar el año en números verdes con respecto a 2022 empieza a esfumarse, según indican los resultados de la Encuesta de Coyuntura Industrial correspondiente al tercer trimestre de 2023.
A pesar de que el resultado de la producción acumulada en estos nueve meses es negativo, el rendimiento entre julio y septiembre mostró una mejoría frente a la primera mitad del año, ya que la caída fue apenas de 0,1%, casi inexistente, frente a la producción industrial del mismo período en 2022.
En contraste, los dos primeros trimestres cerraron con caídas importantes de 6,8% y 13,2%, respectivamente, al compararse frente a los mismos períodos del año anterior.
Un elemento fundamental de la leve recuperación evidenciada en el tercer trimestre del año, tiene que ver con el incremento en el uso de la capacidad instalada de las industrias, que creció a 35,8% tras registrar 31,7% en el trimestre anterior.
De esta manera, se acerca a ese 39% que llegó a promediar el año pasado, el registro más alto que ha tenido este indicador desde mediados de 2018.
Sin embargo, el presidente de Conindustria, Luigi Pisella, aclaró que esta mejora es un promedio que no se traslada a todo el sector industrial. Las empresas que han incrementado su producción se concentran en el segmento de las medianas, mientras que alrededor de 22% de las empresas pequeñas manifestaron haber reducido su producción en el transcurso del año.
Además, la mitad de las empresas pequeñas que participaron en la encuesta manifestaron que utilizan menos del 20% de su capacidad instalada, muy por debajo del promedio general.
«La afectación la tiene la pequeña industria en relación con la mediana y gran empresa. Aquí hay que hacer políticas públicas orientadas a la pequeña empresa, que a la postre es la que más empleos genera y es la más débil, hay que apoyarla», resaltó.
Pese al panorama negativo que ha caracterizado al año, las empresas encuestadas muestran expectativas positivas de cara a 2024. 70% esperan un mejor rendimiento de la economía en un escenario que se caracterizará por una mayor actividad económica propiciada por la flexibilización de las sanciones contra la industria petrolera. Se mantienen —no obstante— a la expectativa de la longevidad que puedan tener las licencias emitidas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), que tienen vigencia por seis meses y están sujetas a condiciones políticas.
Asumiendo que se mantengan las licencias durante todo 2024, Conindustria espera que la renta petrolera incremente de los $17.000 millones estimados para 2023 a $25.000 millones para el cierre del próximo año, motivado a una producción que podría superar levemente el millón de barriles diarios y una venta sin los descuentos que actualmente se aplican en el mercado asiático. Según la encuesta, 98% de los empresarios se mostraron a favor del levantamiento de sanciones.
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Industrias producen atadas de manos
Un común denominador de las presentaciones de estas encuestas trimestrales es la consulta a los empresarios de los principales factores que les impiden incrementar su producción y en esta oportunidad se aprecian algunos cambios con respecto a las últimas encuestas publicadas.
En el primer lugar se mantiene el bajo consumo que ha caracterizado a la economía nacional este año, causada por una paupérrima capacidad adquisitiva de la población, por lo que los empresarios, aún teniendo la capacidad para incrementar su producción, no pueden hacerlo porque no hay compradores para esos bienes y servicios adicionales. 90% de los encuestados afirmaron padecer esta situación.
El segundo factor más señalado (85%) fue la competencia con los productos importados, calificada por los productores nacionales como «desleal» debido a que muchos de estos bienes no se someten a la misma estructura de costos que la producción nacional, no solo por los problemas estructurales del país como la deficiencia de los servicios públicos, sino también porque no padecen tanta carga fiscal y en algunas ocasiones están exentos de impuestos de importación.
El cambio en el orden de estos factores se produce con el financiamiento bancario, que aquejaba a los empresarios en mayor medida en encuestas anteriores, pero ahora pasó de ser señalado por 89% de los encuestados a 68%. Esto se debe a que el otorgamiento de créditos ha mejorado, pese a seguir siendo insuficiente.
Estimaciones de Conindustria con datos del Banco Central de Venezuela (BCV) indican que la cartera de créditos creció a $1.236 millones, un número que sigue siendo insuficiente, pero evidencia un notorio incremento frente a los 292 millones que mantenía a inicios de 2022. En estos últimos 22 meses ha subido 323%.
El monto —que no está disponible en su totalidad para préstamos—, queda muy lejos de los $4.000 millones que requeriría el sector industrial para invertir en la recuperación de la producción.
El comercio ilícito también se presenta como un problema ligeramente menos preocupante, al disminuir de 59% a 47% en la cantidad de empresas que lo aquejan. Esto se debe a la instalación del Estado Mayor contra el Contrabando, en el cual la empresa privada tiene participación y ya empiezan a evaluar estrategias para mitigar estos ilícitos.
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