Conjunto “Alegrías Navideñas”, por Rafael A. Sanabria M.
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A la memoria
de Migdalia Véliz de Visbal
Quien vio en la música la
Taquigrafía de su vida.
Café caliente, arepitas dulces con queso, patines, aguinaldos, paseo hasta el puente del río Tuy y pacheco. A principio de los años 70, las navidades en El Consejo se desplegaban sobre las calles, entre aguinaldos, parrandas y villancicos que seguían el ritmo del cuatro.
A esa época se remonta el conjunto «Alegrías Navideñas» una particular agrupación que permitió estacionarse en el imaginario colectivo navideño de El Consejo.
Este sobresaliente conjunto fue la conjugación de los verbos querer, saber y hacer, quienes unidos dieron respuestas a la dedicación, constancia y superación de unos jóvenes que llenaron con su alegría contagiosa un canto de paz y amor a la comarca consejeña.
Las misas de aguinaldos alcanzaron singular brillo en las voces de «Alegrías Navideñas», el templo Nuestra Señora del Buen Consejo se hizo canción de paz infinita, la nochebuena de navidad y noche de año nuevo en particulares letras de viejos cancioneros navideños.
La voz de Haidée Aponte (Solista) integrante del conjunto, era el galgo de múltiples temas que comenzaron a multiplicarse entre iglesias, plazas, calles, casas de la geografía consejeña como de aledañas localidades, en conjugación a las voces de un coro de prodigiosa y elevada entonación, acoplado en técnicas específicas de manejo de la voz de su recordada directora Migdalia Véliz Casaña de Visbal, símbolo de la parranda navideña de El Consejo.
Hasta 1982 que llegó a una empresa discográfica que decidió grabarles un elepé. De ahí saltaron a emisoras de radio y televisión. Con el éxito vino el sello que quedó en la retentiva del consejeño. Con la ayuda de Proyección Nacional alcanzan su disco con dos canciones: lado A: Lucerito (Pedro Javier Marval G.), lado B: 12 Rosas Rojas (Pedro Javier Marval G.) ambas cantadas en la prodigiosa e inolvidable voz de Haideé Aponte merecedora siempre de un incesante aplauso.
La estructura de este grupo musical de navidad alcanzó el siguiente organigrama: Directora: Migdalia Véliz de Visbal, Integrantes: Alberto Tovar (mandolina), Alexis Palma (furruco), José Luis Ferrera (bajo),Julio Palma (güiro), Víctor Palma (tambor), Andrés Mier y Terán (cuatro), Ramón Herrada (tumbadora), César Vásquez (tumbadora), César Escobar (flauta), Wilmer Marval (piano), Haideé Aponte (solista), Coro: Carmen Cañizalez, Guillermina Herrada, Ana María Visbal, Mirtila Molina, Bernardette Cabrera, Yadira Sanabria, Jenny Delgado Azuaje, Betsy de Ferrera, Coromoto Herrada, Nancy Centeno, Adriana Delgado, Zucarina Páez, Tibisay Hernández, Obdulia Tovar, Denny Carvajal, Argelia Hernández, Judith Machado, Esther Colorado, Clarys Azuaje, Yajaira Aponte, Marihermis Marchena.
Este grupo de jóvenes en su mayoría trabajaban y estudiaban para la época y sin embargo combinaban estas tareas cotidianas con los pocos momentos de esparcimiento para hacer otra labor beneficiosa como es el difícil arte de hacer música. Cabe destacar que al momento de grabar el disco sirvió de Arreglista: Wilmer Marval, Técnico de sonido; Juan Carlos Sbate, grabaciones: “estudio del Este”. C.A. Diagramación: Pedro Javier Marval G.
Este connotado símbolo musical aldeano fue epicentro de una generación que contribuyó a la proyección del gentilicio local en el país. Múltiples recuerdos, anécdotas y una memorable historia guardada en la noble retentiva de un pueblo que se niega a sucumbir el legado dejado por «Alegrías Navideñas», difusor de aguinaldos y tradiciones decembrinas en El Consejo.
Su efectiva labor cultural sirvió en la localidad consejeña para el fortalecimiento de nexos entre familias y vecinos, siendo defensores de los valores a través de la música de los aguinaldos tradicionales. “Alegrías Navideñas” ocupa una página especial en la historicidad de este pedazo de tierra de Revenga, despertó en los lugareños el interés hacia una tradición que durante la estancia de este conjunto adquirió elevada notoriedad, en el transitar de un camino, en el cual encontraron aventuras, inventos e ilusiones… todo cuanto la imaginación permitió para alcanzar la cima en una aldea que le recuerda con benevolencia.
Ellos fueron de las partes al todo, para llevar a cada rincón la navidad como equipaje, ellos permitieron idear historias, compartir experiencias y ensueños… «Alegrías Navideñas» fue un viaje de magia y color en el pentagrama musical, una obra fruto del esfuerzo de un equipo de hombres y mujeres que dedicaron días y noches a crear ideas y a escribirlas al costado de un pueblo, hombres y mujeres llenos de esperanza por las costumbres y tradiciones. Este grupo hizo grande, generoso y solidario a una generación honra y prez del gentilicio consejeño.
Lleguen hasta los integrantes de «Alegrías Navideñas», hoy por hoy fundadores de nobles hogares, buenos ciudadanos y amigos del pueblo de El Consejo palabras de gratitud por haber desplegado en la tierra de claridades una loable y plausible actividad cultural, que aún se recuerda como obra patente y perdurable en la memoria consejeña.
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Cada vez que se hurgue en la emancipación musical, debe saltar al escenario «Alegrías Navideñas», una historia escrita con el zumo de la sabiduría popular, para arrojare luz sobre el camino.
Por lo tanto el silencio no podrá cubrir con su manto la historia de ésta emblemática agrupación musical, porque son seres vivos con existencia propia, con nombres, rostros, destinos y presente… Simplemente frase que evoca un ayer bonito en Alegrías Navideñas.
Rafael Antonio Sanabria Martínez es profesor. Cronista de El Consejo (Aragua).
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