Consecomercio: la actividad económica estuvo paralizada entre 80% y 90% en 2020
Felipe Capozzolo, presidente de Consecomercio, aseveró que el esquema de flexibilización de la cuarentena 7+7 no es la única situación que asecha a los comercios
Durante el año 2020 la economía venezolana no logró dinamizarse debido al esquema 7+7 para enfrentar la pandemia. De hecho, la actividad económica nacional estuvo paralizada entre 80% y 90% en 2020. El sector del comercio y los servicios tuvo una afectación severa ocasionada por la paralización e intermitencia de la concesión para trabajar, de acuerdo con el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio).
Felipe Capozzolo, presidente del gremio, aseveró que el esquema 7+7 no es la única situación que asecha a los comercios. Informó que han recibido múltiples denuncias de sus afiliados en las que resaltan el aumento en los precios de los servicios públicos, de los impuestos municipales y por adquisición de nuevas máquinas fiscales.
No obstante, el líder gremial apuntó, en una rueda de prensa realizada la mañana de este miércoles 27 de enero, que el comercio está arrancando el año 2021 con mejor ánimo y disposición, pero no escapa de la realidad nacional. «Su operación está comprometida por no poder afrontar el alza de los servicios públicos; los impuestos, que en muchas ocasiones se han tornado confiscatorios; las exigencias fiscales, y encima, operar solo con el 7+7».
Otra queja de los comerciantes tiene que ver con las máquinas fiscales, dado que son innumerables las denuncias que ha recibido Consecomercio de las cámaras en el interior de Venezuela. «Nos han notificado sobre fiscalizaciones arbitrarias, en las que exigen a los comerciantes tener una máquina fiscal, sin tomar en cuenta el entorno que se presentó en 2020, cuando la mayoría de los comercios ni siquiera pudo sufragar los gastos básicos y mucho menos, invertir para comprar las referidas maquinas».
Se entiende, dice Capozzolo, que todos los establecimientos comerciales y de servicios deben tributar y dar su aporte al desarrollo del país, pero «no es sensato hacer este tipo de exigencias en este momento». «Precisamos buscar acuerdos para financiamientos o flexibilidad en los pagos».
Ante estas nuevas amenazas para el comercio, Capozzolo recordó a las autoridades los efectos de las políticas públicas erradas, medidas que influyen en la calidad de vida del venezolano. «Actualidad en las cifras Venezuela inicia el cuarto año de hiperinflación. Las cifras son una demostración de la destrucción de la economía del país. Tenemos que ir a los procesos continuos de producción y comercialización para avanzar y movilizar la actividad económica en pro del desarrollo nacional».
«Las cifras están allí, son para tomar conciencia de lo que estamos viviendo, aplicar correctivos y entender que tenemos que cambiar para construir una alternativa distinta».
Fallas del diésel
Las fallas del suministro de diésel se han intensificado, poniendo en riesgo la producción nacional. Al país no ha arribado un solo buque de carburante desde el pasado 24 de octubre de 2020. El representante de la cúpula del Comercio y los Servicios, resaltó que la falta de combustible compromete la distribución de los productos.
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«Este asunto también complica la operatividad de las plantas eléctricas. Es bien sabido que en Venezuela existen deficiencias en el suministro eléctrico. Muchos supermercados, hospitales y abastos apelaron a la solución de tener plantas eléctricas para poder activar el servicio».
Capozzolo hizo énfasis en que los gremios están muy preocupados porque la problemática está relacionada con la producción directa y la productividad.
Apostar por la bodega
El líder del sector comercio venezolano indicó que el fenómeno del bodegón y la venta de productos importados incluso en establecimientos tradicionales continuó masificándose en 2020. Señaló que hasta diciembre tenían registrado más de 200 bodegones solo en Caracas. Sin embargo, sostiene que este subsector del comercio no resolverá la situación a largo plazo.
«Yo apostaría a la tradicional bodega como punto de partida para empezar a solucionar la crisis, que haya bodegas que compitan entre sí. Para esto se requieren autoridades locales que favorezcan el crecimiento de la empresa. No es posible que en cada localidad haya poca competencia porque es imposible abrir un local comercial nuevo. Los pocos que están se vuelven resistentes», agregó el presidente de Consecomercio.