Conseguir una medicina es casi un milagro de José Gregorio Hernández
El presidente de Fefarven, Freddy Ceballos, indica que debido a los altos precios de los medicamentos, muchos pacientes han optado por dejar de comprar su tratamiento o “rendirlo”
Autor: Luisa Quintero
Tres, cinco y hasta ocho farmacias recorre Rosa García para buscar su medicina para el problema de tiroides que padece desde hace 10 años. La levotiroxina de sodio escasea desde hace un año de forma continua, mientras que las cajas de medicamentos importados llegan a más de un millón de dólares.
“¿Cómo pago yo por una caja de pastillas un millón como me la han ofrecido para traerla de afuera? Tengo que rezar para conseguir mis pastillas, porque eso incide en mi salud. Me deprimo, me duele el cuerpo. Y tampoco tengo un carnet de la patria para que me den mi eutirox. ¿Por qué tengo que inscribirme en una cuestión del Gobierno para comprar mi medicina?”, asegura García.
La Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven) ha registrado el incremento desde el 60% de falla a finales de 2014, a 85% en 2016, mientras que desde 2017 se registra una falla de más de 90% y para 2018 la escasez sube a 95 por ciento en tratamientos para patologías evitables y de alto costo.
El Centro de Documentación y Análisis Social de los Trabajadores (Cendas) informó que en enero de 2018 se registró la falla de medicamentos como Atamel, Losartán Potásico, Amlodipina, Aspirinas, Omeprazol, Lansoprazol, Dilantin, Di-Eudrin, Glibenclamida, Glidan, Biofit; anticonceptivos Belara y Trental; Tamsulon, Zyloric, Tamsulosina, Heprox, Secotex, Urimax, Clopidogrel y antialérgicos, entre otros, e inyectadoras.
El presidente de Fefarven, Freddy Ceballos, indica que debido a los altos precios de los medicamentos, muchos pacientes han optado por dejar de comprar su tratamiento o “rendirlo” al no ingerir las dosis completas que recetan los médicos.
En 2017, la Encuesta Nacional de Hospitales se registró una falla de medicinas para tratar a los pacientes ingresados de 78%. El salto más grave se dio entre 2014 y 2015, cuando la escasez de medicamentos pasó de 55% a 67%. Luego subió 10 puntos porcentuales más en 2016.
Un fármaco para la hipertensión cuesta 2.300.000 bolívares, ejemplifica Ceballos. Si un paciente no puede tomar el tratamiento puede sufrir picos de tensión tan altos que podría sufrir el accidente cerebrovascular.
Eso lo sabe Ernesto Pérez, quien canceló en días pasados un millón de bolívares en tres cajas de pastillas para tratar sus problemas de tensión. “Si no me tomo las pastillas, se me dispara la tensión y empeora todo. Me han recomendado lo del ajo en la boca y algunas infusiones para mantenerme en calma, porque hasta buscar las pastillas se ha convertido en un estrés. Esto no me pasaba hace dos años, cuando ciertamente había escasez, pero no tenía que buscar el tratamiento casi que en toda Caracas”.
El cierre afecta
Otro de los puntos que refiere Ceballos es el cierre de muchas farmacias debido a la escasez y la poca capacidad para mantener los costos operativos de un establecimiento.
El presidente de Fefarven detalla que de 5.350 farmacias han cerrado por lo menos 125 expendios de medicinas en dos años, y 120 más podrían sumarse al cierre en los próximos meses.
Uno de los problemas que enfrentan las farmacias es que los laboratorios les exigen que paguen casi de contado, explica Ceballos. En la primera semana de febrero todavía contaban con siete días de crédito. “A los laboratorios se les reconocen los costos operativos, pero a las droguerías y a las farmacias no. Esto solo advierte el cierre de gran parte de las farmacias del país, sobre todo las independientes”.
Mientras, los últimos datos que posee la Cámara de la Industria Farmacéutica ubican el consumo por habitante de medicinas por debajo del registrado en 2017. De noviembre de 2016 al mismo periodo del año pasado se distribuyeron 280 millones de unidades de medicinas en todo el país.
Se calcula que el consumo está en cuatro unidades, debido al reinicio de operativos de los laboratorios en enero. Es decir, de los 1500 principios activos que se procesan en el país según la Cámara Venezolana de Droguerías, se procesan y elaboran apenas una cuarta parte.
Para febrero de este año, la Federación Farmacéutica indicó que solo se consiguen 12 de 100 medicinas (88%) en la disponibilidad para hacer los pedidos a los laboratorios. También existen fallas en el tratamiento para la hipertensión ocular, próstata, Parkinson, quemaduras, sistema nervioso central, antibióticos, insulina, anticonceptivos y para regenerar la flora bacteriana, entre otros.
Así como García y Pérez que no consiguen el tratamiento para sus problemas tiroides y tensión, las personas que padecen enfermedades de alto costo como el cáncer, el VIH o los medicamentos necesarios para las personas con trasplantes o problemas en los riñones tampoco consiguen los fármacos necesarios para vivir, todos ellos importados por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
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