Consejo Misionero nacional asegura que el Estado maltrata dignidad de pueblos indígenas
Los organismos se refirieron a las condiciones en las que viven las comunidades indígenas del estado Bolívar y los sucesos ocurridos en Amazonas, donde el 8 de diciembre resultó muerto un representante de la etnia pemón
El Consejo Misionero Nacional (CMN) y la Red Eclesial Panamazónica (Repam) manifestaron su rechazo ante los recientes acontecimientos de violación a los DDHH de indígenas venezolanos y señalaron la responsabilidad del Estado en el maltrato y la pérdida de vidas de integrantes de las etnias autóctonas de la nación.
«Condenamos la violencia de Estado que maltrata la dignidad de los pueblos indígenas y les arranca vidas por el afán de dominio territorial y de aprovechamiento ilícito de las riquezas de esas tierras ancestrales», expresaron los organismos mencionados a través de un comunicado conjunto.
En el documento, el CMN y la REPAM solicitan a las autoridades competentes esclarecer las acciones violentas ocurridas en Canaima y otras zonas indígenas del país, y que se juzgue a los responsables.
Hicieron referencia específicamente a la situación que viven los integrantes del pueblo Pemón en la zona de Canaima, estado Bolívar, así como los acontecimientos sucedidos en la comunidad de Picatonal (municipio Atures, estado Amazonas) el 4 de noviembre de 2018 y los permanentes abusos de los que, aseguran, son víctimas las comunidades indígenas por parte de miembros de la Fuerza Armada Nacional, grupos irregulares de la guerrilla y el hampa común, así como los acontecimientos de violación de los DDHH sucedidos el 8 de diciembre, que provocaron la muerte de Charlie Peñaloza, indígena de la etnia pemón.
Advirtieron que los indígenas, llevados por la pobreza y el abandono «se ven obligados a participar en acciones que destruyen y socavan su dignidad.
A continuación, el texto completo del comunicado:
Comunicado del Consejo Misionero Nacional y la REPAM
ante los acontecimientos de violación de los DDHH de
los Indígenas Venezolanos
La situación de dolor e injusticia que viven hoy nuestros hermanos del
Pueblo Pemón en Canaima, Estado Bolívar, así como los obscuros
acontecimientos sucedidos en la comunidad de Picatonal (Municipio
Atures del Edo. Amazonas, 04 Noviembre 2018) y los permanentes
abusos de los que son víctimas las comunidades indígenas, por parte de
miembros de las Fuerzas Armadas Nacionales, de grupos irregulares de
la guerrilla y del hampa común, nos mueven a levantar la voz de
denuncia y solidaridad que el profeta Isaías reclama: “Aprendan hacer el
bien, esfuércense en hacer lo que es justo, ayuden al oprimido, hagan
justicia al huérfano, defiendan los derechos de la viuda” (Is 1,17)
Ante los acontecimientos de violación de los DDHH sucedidos el pasado
sábado 8 de diciembre que provocaron la muerte de Charlie Peñaloza
Rivas de la comunidad indígena de Canaima y dejaron heridos a otros
dos hermanos pemones, el Consejo Misionero Nacional y la Red Eclesial
Panamazónica se pronuncia:
1. El indígena es de naturaleza pacífica y da siempre muestras de
paciencia, pero se ha venido cargando de indignación y rabia, ante las
continuas formas de irrespeto a sus más elementales derechos, y por
el maltrato, vejación y humillación que sufre por los órganos de
seguridad del Estado Venezolano, quienes deberían velar por su
integridad personal y el respeto a sus espacios territoriales y a su
cultura.
2. Los grupos indígenas se preguntan ¿Hasta cuándo? El irrespeto no es
nuevo, sino que se viene dando constante y sistemáticamente, a pesar
de las leyes existentes. ¡Basta de irrespeto a los indígenas! Los
indígenas son tan venezolanos como cualquier otro venezolano.
3. La minería ilegal, con todas sus prácticas asociadas, de contrabando
de gasolina, prostitución, contaminación, violencia armada y organizada,
y mafias económicas, genera un ambiente de profunda degradación
humana. Todo esto es aún más grave cuando las propias autoridades
que deben poner un límite y control a las actividades ilícitas, pareciera
que las aúpan y algunos de sus miembros hasta participan en ellas de
modo abierto e irrespetuoso.
4. La situación social generada en los territorios al sur del Orinoco, es
inhumana y hostil a la vida decente; atenta contra las comunidades
indígenas y las poblaciones criollas asentadas en las riberas de los ríos.
5. Los indígenas, llevados por la pobreza y el abandono, se ven
obligados a participar en acciones que destruyen y socavan su
dignidad. La voracidad del estado minero debe detenerse para respetar
y promover en aquellos territorios formas de desarrollo menos agresivas
contra el medio ambiente y contra la dignidad de los pueblos que los
habitan.
6. Los indígenas de nuestras comunidades cristianas y los misioneros
que les sirven, nos sentimos convocados a anunciar la Buena Nueva
para todos los pueblos “Que todos tengan vida y vida en
abundancia” (Juan 10,10). Es por ello que exigimos justicia y respeto
a todos los hermanos indígenas, especialmente para con aquellos que
sufren el peso de la exclusión y el irrespeto continuo, así como con los
que viven el dolor por la pérdida de sus familiares.
7. Condenamos la violencia de Estado que maltrata la dignidad de los
pueblos indígenas y les arranca vidas por el afán de dominio territorial y
de aprovechamiento ilícito de las riquezas de esas tierras ancestrales.
8. Solicitamos a las autoridades competentes que se haga luz sobre las
acciones de violencia sucedidas en Canaima y en otras zonas indígenas
del país, y se juzgue a los responsables.
9. Nos encomendamos a la protección de la Virgen de Coromoto,
patrona de Venezuela para que nos ayude a todos a gestar una nación
en paz donde todos tengamos lugar.
Caracas, 14 de Diciembre de 2018
+Excmo. Mons. Jonny Eduardo Reyes S.
Obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho.
Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, Indígenas y
Afrodescendientes.
Presidente del COMINA
+Excmo. Mons. José Ángel Divasson
Obispo Emérito del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho
Presidente de la REPAM