Consejo No Equilibrado, por Teodoro Petkoff

El presidente del CNE, Jorge Rodríguez, se refirió ayer al comunicado de la asociación civil OJO ELECTORAL en el cual, en un tono sobrio y respetuoso, señaló que el CNE “carece del necesario equilibrio político que requieren los procesos electorales”. Cuestionó JR a la organización de observación electoral atribuyendo ese comunicado a “presiones internas de algunos miembros del grupo por sus afectos políticos”. Aseveró que “el estatuto interno de OE prohíbe a sus miembros tener vínculos expresos con partidos políticos”, apuntando que, en este sentido, el historiador Elías Pino Iturrieta, miembro de OE, lo es también de un consejo asesor de Primero Justicia. También calificó de “agresiones” al CNE las observaciones que han sido hechas a su actual composición.
No existe tal “campaña” ni tales “agresiones”. Ha habido tan sólo una declaración de OE, que no es propiamente una organización antigubernamental, y un editorial de TalCual comentando ésta. A estas alturas ya JR tendría que saber que un organismo como el CNE debe estar abierto al escrutinio de la opinión pública y que ésta tiene derecho democrático de hacer las observaciones críticas que las circunstancias aconsejen. No es democrático pretender para el CNE una suerte de fuero que automáticamente transformaría en “agresión” cualquier observación que se le haga. Por otra parte, cuestionar a OE con el argumento de que su declaración sería producto de “presiones internas” de algunos de sus miembros y de “tensiones internas” constituye una verdadera impertinencia. Como en toda organización plural, en OE se contrastan opiniones y, sin votar, se llega a posiciones consensuales. Es en otros ámbitos donde se ahorran las “tensiones” acatando sin discusión la línea que baja del Empíreo.
Pero, además, JR está desenfocado. Aquí no está en discusión la composición política de OE, sino la del CNE. OE es una asociación civil privada y su integración sólo compete a sus miembros. Su composición no afecta para nada la vida nacional. En cambio, la del CNE es asunto de interés nacional que nos compete a todos. Lo que importa –OE sólo se hace eco de un hecho público y notorio– es que en el CNE cuatro de sus cinco rectores están políticamente vinculados al gobierno y que el propio JR, quien inicialmente llegó al CNE representando explícitamente al gobierno, es hoy su presidente, configurándose así un muy marcado desequilibrio político, que en un órgano de esa naturaleza no debería existir. Es una evidente muestra de ventajismo. El foco del problema es el CNE. La declaración de JR intenta, sin mayor tino, desviar la atención hacia otro lado. Al revés de lo que sostiene JR, no son las observaciones de OE ni los editoriales de TalCual, lo que podría desmotivar a los electores.
Lo que favorece la abstención es la percepción generalizada de que el CNE, dada su “carencia de equilibrio”, no garantizaría, con equidad e imparcialidad, los derechos de todos los votantes. Esto es lo que apunta OE y es sobre ello que ha debido pronunciarse JR.