Consumo de harina de maíz subió pese a aumento de 172% en el precio
Según datos de Nielsen, empresa multinacional de análisis dedicada a estudiar el comportamiento del mercado, el consumo de rubros como refrescos, margarinas, arroz y aceites comestibles sigue contrayéndose como consecuencia del aumento de sus precios por encima de 100%
El consumo de productos básicos como harina de maíz y papel higiénico ha registrado un ascenso en 2019 luego de haber caído de manera sostenida desde 2015, de acuerdo con Nielsen, empresa multinacional de análisis dedicada a estudiar el comportamiento del consumidor.
Entre junio y agosto de este año el consumo de harina de maíz subió 11% y el de papel higiénico 51% respecto al segundo trimestre de 2019, a pesar de que sus precios se incrementaron 172% y 62%, respectivamente. La consultora también registró un aumento del consumo de otros rubros como chocolates (34%), galletas (12%), caramelos (31%), pasapalos (12%), aguardientes (37%) y bebidas instantáneas (19%), según datos ofrecidos durante el seminario ¿Cómo presupuestar?, realizado el 26 de septiembre por la Cámara Venezolano Americana de Comercio e Industria (VenAmCham).
“Es verdad que venimos de una desaceleración muy fuerte del consumo”, señala Alexander Cabrera, director de negocios y medios de Nielsen de Venezuela. “Pero este año ha habido una recuperación importantísima del consumo en categorías como impulsivos (las chucherías) y consumo básico”.
El incremento registrado en los ocho productos se debe a tres factores: la contención de precios por parte de los fabricantes, la entrada de remesas –que llegan a 30% de los hogares en Venezuela según Datanálisis– y la variedad de productos tanto nacionales como importados. A excepción de la harina y de los pasapalos, ningún precio de los otros seis rubros aumentó más de 100%.
“Hoy el venezolano prioriza el consumo sobre todo de alimentos”, afirma Cabrera, quien explica que algunos productores están frenando los incrementos de precios para recuperar volumen.
Por otro lado, señala que el consumo de otros bienes sigue contrayéndose como consecuencia de aumentos de sus precios por encima de 100%. El de cervezas cayó 7%; de refrescos, 4%; de maltas, 8%; de margarinas, 19%; de agua mineral, 6%; de aceites comestibles, 18%; de arroz, 7%; y de cereales, 16%.
El consumo de las 110 categorías medidas por la consultora se contrajo 81% en promedio en los últimos cuatro años, periodo en el que surgieron varios factores que incidieron en la caída, como la devaluación de la moneda, la ampliación del cono monetario anterior en 2016, las protestas antigubernamentales, la escasez de azúcar y el comienzo del ciclo hiperinflacionario en 2017, la reconversión monetaria en 2018 y el colapso de los servicios públicos.
Entre 2015 y 2019 el consumo de productos de la cesta de impulsivos (chocolates, galletas, caramelos) cayó 74%, de licores 76%, misceláneos 82%, consumo básico 83%, bebidas no alcohólicas 83%, otros alimentos 83%, mantenimiento del hogar 83%, cuidado personal 86% y lácteos 89%.
Economistas afirman que la contracción del consumo es producto de la caída del poder adquisitivo, consecuencia del severo ciclo hiperinflacionario –2.674% entre enero y agosto de 2019– que ha deteriorado los salarios reales en Venezuela, especialmente los ingresos de los trabajadores públicos que hoy ganan alrededor de dos dólares. Según cifras reveladas en mayo pasado por el Banco Central de Venezuela (BCV), después de tres años de silencio, el consumo privado cayó 50% entre 2013 y 2018.
Para los industriales ha sido titánica la tarea de ofrecer productos en el mercado por la fuerte contracción de la demanda, lo cual se ha mantenido en el último año como el principal problema que agobia a los empresarios. De acuerdo con los resultados de la Encuesta de Coyuntura Industrial correspondiente al segundo trimestre de 2019, realizada por Conindustria, 78% de las compañías indicó que hubo una disminución en las ventas entre abril y junio de 2019.
La Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios (Ansa) calcula que ahora los consumidores cuando van al mercado apenas pueden llevarse en promedio cuatro productos, cuando antes compraban 16 artículos.
Pese a la caída del consumo, el director de Nielsen sostiene que aún hay mercado en el país. “Las mismas unidades que Venezuela vende hoy, de productos que mide Nielsen, son las mismas vendidas en Panamá. Estamos pareciéndonos más a países de Latinoamérica como Nicaragua, Costa Rica, El Salvador, y eso no es malo. Lo que pasa es que antes teníamos sobreconsumo. Por ejemplo, mientras que una peruana pide una pastilla para el dolor de cabeza, nosotros comprábamos una cajita, otra cajita por si las moscas y una más para la mamá. No tenemos un concepto de consumo. Y eso es lo que hoy tenemos que aprender, el consumo del día”.
Añadió que en 2019 aumentó la distribución de productos de 61% de las categorías Nielsen con respecto a 2018, a pesar de que disminuyó la cantidad de puntos de venta en los últimos dos años. Desde 2017 la caída de universos de canales medidos por la consultora alcanza el 30,7%. Valencia es la ciudad con mayor variación negativa, reportando una caída de 38%. La ciudad con menor variación es Caracas, con un 17,4% menos en comparación con lo reportado dos años atrás. El único punto de venta que aumentó (26%) desde 2017 fueron los bodegones.