Conversaciones acerca de la disolución de Bolivia,…y de Venezuela, por Eduardo López S.
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Lo que de seguidas leeremos es un diálogo que desarrollan un par de ciudadanos en el Llano, cada uno de ellos cumplió su rol de Buen Padre de Familia en la colonial ciudad de Calabozo en la primera mitad del siglo XX, hoy son personajes de un texto inédito denominado El Doctor Italiano.
Le adelantaremos a nuestros panas lectores el Capítulo 8 de dicha obra, Indoamérica: Las Razones de la Inestabilidad Política y Social del Venezolano, que por supuesto no explica los aciagos sucesos acaecidos en Bolivia con la elección del candidato socialista, no sólo por ser inexplicables y por ser de otro tiempo y lugar, además, por ser una informal conversación de un par de Doctores –uno Médico y el otro Abogado–, que de ninguna manera por lo que se lee tuvieron pretensiones pitonisas. Pero…
La presente cita es una fracción del capítulo de marras, éste lo leeremos completo en los artículos sucesivos semanales por venir, en este mismo medio:
El Doctor Reina siguió para la ávida audiencia:
-La realidad indoamericana denota sin discusión la ausencia de una “inteligencia colectiva” capaz de darle forma a un Estado con un mínimo de permanencia, que camine una fracción importante de una generación. Si bien algún líder es capaz de creer en un buen cuerpo de ideas, y de crear a su alrededor un partido capaz de tomar democráticamente el poder político, las fuerzas históricas del “estar de paso” impiden que se forme en Indoamérica un cuerpo de normas que sea respetado por quienes los crearon, o por la generación inmediata, incluso enarbolando los jirones políticos de los “fundadores”.
Es común ante una situación de corrupción administrativa que se viva, que un líder ice la bandera política de la anticorrupción, la gente le crea, y vote por él; pero se convierte antes del atardecer del sol del olvido en el gobierno más corrupto de la fea historia de su pequeño país, sin perder el apoyo de la mayoría.
Uno de los estudiantes pidió la palabra y aseveró, más que preguntar, que:
-¿Esta situación es clima propicio para que crezca la maleza de la demagogia en estos países del Sur?
-Sí, es exacta esa afirmación Bachiller…
De seguidas sugerimos que tomaran el tomo del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y leyeran lo que nos dice de demagogia, que una de las estudiantes leyó:
-“Demagogia: Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder.”.
El discurso del doctor Reina siguió así:
-El más objetivo ojo que se fije en la realidad de Indoamérica observa la práctica generalizada de la mayoría de los gobernantes de la Demagogia, práctica viciosa que en mayor o menor grado es una enfermedad social del mundo, no es endémica de este sub continente. Pero la actitud de los engañados, del pueblo indoamericano, que vota pacífica e inmediatamente por la consolidación del engaño, es particular. En Venezuela y en toda Indoamérica sobran ejemplos…
*Lea también: El golpe de estado por el voto, por Beltrán Vallejo
-¿Es como una enfermedad que sufrimos de forma pasiva? –Preguntó otro de los muchachos…
Ante la palabra enfermedad el Abogado vio al Médico, ante lo cual dije, después de degustar el pendiente café recién colado que nos brindó Clemencia:
-No es precisamente una enfermedad individual, pero la realidad social de Indoamérica claramente indica que hay un padecimiento. La pobreza es la enfermedad social que alcanza en forma de muerte temprana e injusta a tantos congéneres, medida por los índices comúnmente aceptados, dibujada esta imagen trágica de pobreza en el cuadro de las mayores riquezas naturales y potencialidades científicas no relacionadas con el liderazgo político es digna de mayor estudio, en un espacio que está mucho más allá de los limitados alcances de mi profesión de Médico. El problema es político y debe ser en el plano de la Política como ciencia donde debemos buscar la solución…
El doctor Reina remató la faena:
-Quiero finalizar con un razonamiento que es más pregunta que respuesta a este espinudo tema, debemos partir del diagnóstico para poder intentar curar la enfermedad, la demagogia…
El Abogado de nuevo vio al Médico, y aseguré…
-El problema es la particular situación de la Enfermedad Indoamericana, la Demagogia, que ni siquiera es reconocida como lo que es, la más grande enfermedad del mundo, la de mayor dimensión si medimos el tamaño del ente que la sufre: Indoamérica.
La reunión con los invitados de esa tarde terminó con estas palabras, pero la cuestión en privado siguió. Quizás por lo temeraria las siguientes conclusiones no fueron expuestas entre los estudiantes y varios invitados. Nos aventuramos a asomar, más que asumir, las siguientes soluciones…
(…)
Continuará…
Nota: El capítulo continuará con propuestas de soluciones, no con disoluciones como el título del presente. Esta conversación entre este par de Doctores, dos personeros de la historia regional llanera, Augusto Gerónimo Carchidio, Médico, y Luis Reina Ibarra, abogado, se desarrolla en el año 1948, en Calabozo. Se dictan luces, además de la demagogia como enfermedad social, se apunta a una propuesta que coincide con la hecha por el político peruano Víctor Raúl Haya de la Torre en los mismos tiempos: que a este sub continente, diferente a Norteamérica, se denomine Indoamérica en sustitución de los nombres Hispanoamérica, Latinoamérica e Iberoamérica, por imprecisos, no exhaustivos y disparejos.
Entre otros vericuetos de la cotidianidad local, típicos de los que se relatan como hechos sucedidos a mediados del siglo XX en esta ciudad colonial, Calabozo –que está hoy pronta a cumplir los trescientos años–, que bien podemos leer, repito, mi pana lector, en próximas sucesivas entregas semanales, del capítulo Indoamérica: Las Razones de la Inestabilidad Política y Social del Venezolano, de la inédita obra El Doctor Italiano.
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