Copei: una historia de rupturas y luchas individuales
Desde 1987 cuando Eduardo Fernández desplazó a su mentor Rafael Caldera, el partido socialcristiano Copei no ha logrado ser de nuevo una fuerza homogénea y se ha sumido en disputas entre nuevos y antiguos liderazgos. Su nueva directiva, avalada por el TSJ, intenta unir los pedazos, pero cada bando se atrinchera en sus posiciones y lucha por lograr el control
Desde hace 10 años, al menos cuatro tendencias mantienen una disputa por lograr el control sobre la organización que, durante la época del puntofijismo (1958-1998) obtuvo en dos ocasiones la presidencia de la República (con Rafael Caldera, de 1969 hasta 1973 y con Luis Herrera Campíns entre 1979 y 1983), pero que luego de la división ocurrida a raíz de la separación de Caldera (1993) continuó fragmentándose en diversos bandos, mermó en respaldo popular, sus dirigentes se enzarzaron en procesos judiciales y llegó a ser intervenido por el TSJ en 2015.
En 1987, Eduardo Fernández logró la candidatura presidencial de Copei, desplazando al líder fundador Rafael Caldera, quien luego de la derrota anunció que pasaba “a la reserva” de la organización. “El Tigre” cayó derrotado por el reelecto Carlos Andrés Pérez un año después, aunque logró la máxima cantidad de sufragios de la organización hasta entonces: dos millones 955 mil 61 votos, cifra que sigue vigente. No obstante, Fernández nunca pudo aglutinar el partido en torno a su figura, y para 1993 fue derrotado en unas elecciones primarias abiertas a todo el electorado por Oswaldo Álvarez Paz, otro de los llamados “delfines” del fundador y quien para la fecha era gobernador del estado Zulia.
El “gran cisma” de Copei ocurrió en 1993. Caldera, quien obtuvo una nueva proyección política en 1992, a raíz de su discurso en el Congreso de la República luego del intento de golpe de Estado de febrero de ese año encabezado por Hugo Chávez; formó tienda aparte (el partido Convergencia) y tras él se fueron algunas figuras notables de Copei, como Hilarión Cardozo y Abdón Vivas Terán. Caldera ganó la presidencia en 1993 con 30% de los votos, superando no solo al candidato de AD, Claudio Fermín, sino a su propio exdiscípulo, Oswaldo Álvarez Paz.
A partir de entonces Copei se fragmentó y cayó, como el resto de los partidos del “estatus”, en el descrédito, lo que desembocó en el fin del puntofijismo y la llegada de Hugo Chávez al poder en 1998.
Reestructuración
A principios del presente siglo, surgió un liderazgo emergente en la tolda socialcristiana. Una nueva directiva, encabezada por Luis Ignacio Planas como presidente y Luis Carlos Solórzano en la secretaría general intentó rescatar el prestigio de la organización. Copei, cambió el color que le identifica (de verde oscuro a verde claro), se modernizó el logotipo, se integró a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y planteó la necesidad de una tarjeta única para acudir a las elecciones de 2010.
Pero ese año estalló la crisis interna. El sector de Luis Ignacio Planas desconoció unos comicios internos realizados en mayo, donde resultó electo Roberto Enríquez e impugnó los comicios, interponiendo recursos de nulidad ante la Sala Electoral del TSJ
El máximo tribunal del país ordenó repetir las elecciones, que se hicieron en 2012 y nuevamente Enríquez salió favorecido, pero el sector de Planas insistió en que las mismas condiciones fraudulentas se mantenían para el nuevo evento. La diatriba culminó con la intervención de la tolda en 2015 por parte del TSJ, que nombró una junta ad hoc para que reorganizara el partido.
En los comicios de marzo de 2019 Mercedes Malavé, quien pertenece al sector de Eduardo Fernández, fue electa presidenta y la directiva que encabeza resultó favorecida por el TSJ a finales de agosto de este año culminando el proceso legal que mantuvo a la organización en el hervidero político, expulsada de la MUD y cuestionada por su participación en los recientes procesos electorales ordenados por la asamblea constituyente.
Las parcelas de la organización se pueden dividir en cuatro bloques principales. El de Eduardo Fernández, que tiene ascendencia con la nueva directiva; el del ex diputado y exgobernador del estado Táchira César Pérez Vivas y los grupos que siguen respectivamente a los anterirores dirigentes, Roberto Enríquez y Luis Ignacio Planas
Sin embargo, tienen peso dentro de la organización los “líderes históricos” figuras relacionadas con los fundadores o que desempeñaron altos cargos en los gobiernos copeyanos, así como también los líderes regionales, donde el más sobresaliente es Enrique Mendoza, exgobernador de Miranda, pero donde también están los diputados con los que el partido cuenta y que pertenecen a los estados Bolívar y Táchira.
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