Corrupción en la lucha contra la corrupción, por Simón Boccanegra
¿Está librando el gobierno una verdadera batalla contra la corrupción o estamos ante un showpara simularla? Hasta que no se vea un pez gordo, por ejemplo, el ex ministro de Finanzas, respondiendo por los numerosos señalamientos sobre los guisos que presuntamente se cocinaron durante su gestión, es difícil creer que la cosa es en serio. Despedir simplemente a quienes se señala como incursos en actos de corrupción, sin llevarlos a juicio para determinar su culpabilidad o inocencia es un procedimiento muy chimbo para enfrentar el problema. Si los interfectos son culpables, pasan a “retiro” con el producto de sus raterías como “pensión” y eso es un incentivo para otros ladrones. Si no son culpables, quedan rayados para siempre como tales. En el primer caso no hay sanción verdadera sino impunidad; en el segundo, hay un ajusticiamiento moral por un delito no cometido. Sin hablar de que esa vía de despedir sin llevar ante un juez a los supuestos indiciados, permite desembarazarse de sospechosos de tibieza revolucionaria o simplemente adelantar retaliaciones políticas. ¿Cómo se sabe ante qué estamos, si no hay una autoridad judicial que lo determine? Corrupción es una acusación que exige condena o absolución legal.Un proceder distinto puede ser complicidad con el delito o comisión de uno, que también queda impune.