BLOG | Covid-19 en Venezuela: Bitácora desde la primera fila
Venezuela enfrenta la pandemia por covid-19 en medio de una Emergencia Humanitaria Compleja y un depauperado sistema de salud. El personal hospitalario, de medicina, enfermería y demás áreas, trabaja sobre las ruinas exponiéndose a un virus que puede ser letal. Esta bitácora es un espacio para las voces de quienes trabajan en los hospitales venezolanos. Aquí cuentan cómo viven la pandemia desde la primera fila
Hospital Los Magallanes de Catia – 14 de agosto 2020
El calvario del «no hay»
Son las 7:00 de la mañana, arranca mi turno como enfermera en la emergencia del Hospital Los Magallanes de Catia, donde la prioridad ahora son los pacientes con problemas respiratorios.
Al pasar unos pocos minutos, llega una muchacha con un señor muy mayor. Ella se identifica como médico egresada de la escuela Razetti, dice que el paciente es su tío y que de acuerdo a su evaluación es muy probable que tenga covid-19.
Desde hace un par de semanas fuimos nombrados como centro centinela para la atención estos pacientes.
La joven preguntó si había posibilidad de realizarle la prueba a su familiar. Todos en la sala nos vimos, porque sabíamos que pruebas no hay, o por lo menos no aquí, no en este hospital.
Gritos de desespero en indignación fue lo que vino después, pues a la chica no le tocó más que irse, marcharse con su familiar enfermo en busca de pruebas, en busca de atención.
En sus palabras reveló que este era el tercer centro salud al que iban, y del que no lograban una respuesta.
Hospital de Coche – 4 de agosto 2020
Cámaras que siguen y persiguen
Más de 20 años trabajando en un lugar te da sentido de pertenencia, este es mi caso como aseadora. Yo sentía eso con mi hospital de Coche, pero estar ahí ya no es igual. Desde su reinauguración el pasado mes de junio, mi hospital no volvió a ser lo mismo, perdió su esencia y con ello el sentido de pertenencia.
Ya no atendemos al ciudadano de a pie, al común. Ya no vienen nuestros pacientes de siempre, ahora la atención se limitó a unos pocos, todo a gusto de las nuevas autoridades.
Ni siquiera con mi compañeros puedo hablar tranquila de algo que me gusta o me disgusta, tenemos cámaras que nos persiguen a todos lados y hasta nos hemos enterado que tienen micrófonos, están en los servicios, en los ascensores, en los pasillos y por todos lados.
Dime tú, así quién va a querer conversar, ni siquiera del día a día, porque imagínate que todos sepan los problemas de mi casa. Entonces ya ni siquiera hablamos. Es como si fuésemos un montón de mudos que se limita a trabajar.
Hospital Vargas – 31 de julio 2020
Un tapabocas para dos
Hoy pregunté por un tapabocas en una conocida cadena de farmacias y me pidieron 260.000 bolívares. ¿Cómo me lo compro? Aunque lo necesito para trabajar, ese monto representa gran parte de mi salario de un mes.
En el trabajo como camarera en la emergencia del Hospital Vargas sí nos dan tapabocas, pero la escasez ha sido tal que nos han dado uno para dos, cómo picarlo a la mitad para compartirlo con tu compañera.
Ojo, y en esta área, junto a la unidad de cuidados intensivos estamos ‘privilegiados’, porque como está a cargo de la ONG Médicos Sin Fronteras, ellos traen todos los insumos para el personal, desde tapabocas hasta productos para la limpieza.
En el resto del personal mis compañeras camareras no reciben ni guantes ni tapabocas, el director alega que no es necesario porque no atendemos pacientes.
Hospital Magallanes de Catia – 30 de julio 2020
Alistando todo para los presos
La situación en nuestros hospitales es cada vez más grave y el temor mayor. Los últimos días de julio se comenzó a condicionar el piso 9 del hospital de Los Magallanes de Catia, donde funcionaban los servicios de Infectología y Urología, para pacientes positivos con covid-19.
En principio pensamos que no era ninguna novedad. A los trabajadores hace unos días nos informaron que pasaríamos a ser un centro centinela para priorizar la atención de pacientes con covid-19, pero luego, con el pasar de los días, vimos que esta adecuación la estaba haciendo el Ministerio de Servicios Penitenciarios junto al Ministerio de Salud. Y es así como nos enteramos que en este espacio se recibirán a presos.
Sí, el área recibirá reclusos que estén en las cárceles cercanas a Caracas y que se hayan contagiado con coronavirus.
Hospital Pérez Carreño – 27 de julio 2020
Chantaje con la comida
Hoy vine como todos los días a trabajar en el Hospital Pérez Carreño. Aquí la cosa está cada día peor, justo cuando tenemos más de 30 pacientes con coronavirus. Ahora cerraron el área de observación para poner otra de aislamiento, y también cerraron los servicios de Oftalmología y Cirugía de la mano, ubicados en el piso 5. Allí ubicarán a pacientes positivos de covid-19.
En Pediatría hay cuatro médicos enfermos, aparte de todos los que ya están contagiados en los otros servicios con el virus que produce la covid-19. Esto ha causado gran temor entre el personal que no se ha enfermado, y ya los médicos que están no quieren atender a pacientes nuevos, solo los que ya están hospitalizados.
También los médicos amenazaron con cerrar el servicio si se contagiaban alguno más. Otros dos que estaban de turno se negaron a recibir nuevos pacientes y entonces nuestros jefes del hospital les negaron el acceso al almuerzo. Es algo así como que si no atiendes, no comes.
Para autorizar la prueba rápida es un protocolo terrible. Ahora el director del Miguel Pérez Carreño prohibió que hasta el subdirector autorice la búsqueda y entrega de las muestras, ahora es únicamente él quien se encargará de esta labor. Tocará buscarlo cuando nos toque también a nosotros.