Gobierno de Maduro no cumple con los estándares en materia de DDHH
El Covri resaltó que a pesar del acompañamiento de las democracias para detener las violaciones de DDHH en el país, «debe aumentar la presión interna»
El diputado de la Asamblea Nacional, Williams Dávila, señaló que el gobierno de Nicolás Maduro no cumple con los estándares de promoción y protección de los derechos humanos a los que están obligados todos los miembros del CDH de la Organización de Naciones Unidas.
“El régimen de Nicolás Maduro no cumple con esos niveles, como lo han demostrados los informes publicados por la ONU desde el 2017 y los expertos internacionales desde el 2014 (…) Solo cuenta con el apoyo de otras dictaduras del mundo, por eso el régimen ha logrado esta elección”, precisó el parlamentario venezolano a propósito de la elección de Venezuela como miembro de este cuerpo universal.
De acuerdo con el dirigente político, las dictaduras hipotecan todo por llegar a “ocupar un curul” en el Consejo de Derechos Humanos, a lo que agregó que Nicolás Maduro “tiene dos años trabajando junto a Cuba para lograr comprar el voto de diversos países”.
“Es por eso que Cuba le está ofreciendo su puesto en el órgano a Maduro. Es una silla que representa censura, persecución, tortura y asesinato”, dijo.
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Al respecto, el también portavoz de Acción Democrática agregó que pese a esta elección, Maduro no podrá borrar el informe de la Alta Comisionada Michelle Bachelet, donde se evidencia que la dictadura venezolana ha cometido crímenes como tortura y ejecuciones judiciales.
“Que haya salido electo el régimen, no impedirá que se documente la presencia de grupos narcoterroristas en territorio venezolano, ni las ejecuciones, ni el ecocidio que están ocasionando. Tampoco impedirán que se constate la Emergencia Humanitaria que vive el país y ha obligado a más de 4 millones de venezolanos a tener que huir del hambre que impera en Venezuela”, puntualizó.
Una derrota simbólica
El Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (Covri) aseguró que la incorporación de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas puede ser considerado una «derrota simbólica para las fuerzas democráticas venezolanas».
En un análisis, el Covri destacó que el Estado venezolano accede a ese puesto con el apoyo de otros regímenes autoritarios, debido a que la mayoría de los países de América Latina mostraron su rechazo por la candidatura de Venezuela y apoyaron a Costa Rica.
Maduro recibió «el apoyo de los países del Movimiento de los No Alineados», aclaró el Covri, que destacó que el apoyo a la canditatura «llevaba tiempo en marcha, la reunión del Buró de Coordinación en Caracas en julio de este año, fue una estación en esta ruta diplomática que busca lavar su imagen después del demoledor informe Bachelet».
Este año, junto al régimen de Maduro, fueron electas Libia donde son torturados los inmigrantes de África subsahariana y hay una guerra inter-tribal, y Mauritania donde hay 500 mil esclavos, señaló la organización.
«Por ello, las ONG llevan años diciendo que la membresía del Consejo debe ser reformada para sólo permitir que sean miembros Estados realmente comprometidos con los DDHH, y más específicamente con la resolución 60/251 de la Asamblea General de la ONU de 2006; pero en la práctica resulta complejo que esto se produzca realmente en el futuro, debido a la igualdad jurídica de los Estados y la no intervención que son principios centrales de la ONU», aseguran desde el Covri.
A pesar de este escenario, para el Covri esto no significa que las conclusiones del informe de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Unidos y las resoluciones aprobadas por el mismo Consejo de DDHH en septiembre hayan desaparecido.
«De hecho, la resolución aprobada recientemente implica que los países democráticos del Consejo de DDHH pueden exigir al régimen que permita la definitiva instalación sin más dilaciones, de una oficina de la Alta Comisionada de DDHH en el país, y que permitan el ingreso de la Misión de Determinación de Hechos. No van a poder detener estas iniciativas en marcha».
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Además, el Covri resaltó que a pesar del acompañamiento de las democracias para detener las violaciones de DDHH en el país, «debe aumentar la presión interna. Nuestros aliados tienen sus prioridades e intereses, pueden sufrir crisis o cambios electorales, incurrir en errores de cálculos o reaccionar tardíamente».