Crisis en Ecuador | Hay venezolanos entre los 717 extranjeros detenidos por protestas
Crisis en Ecuador. El vicepresidente Otto Sonnenholzner no especificó la cifra de connacionales presos. Mientras, a la destrucción de negocios, bienes públicos y plantas de agua potable se suma hoy el inicio de una huelga general que acrecienta la presión sobre Lenín Moreno
El vicepresidente de Ecuador, Otto Sonnenholzner, informó que 717 ciudadanos extranjeros han sido detenidos en el marco de las protestas, entre ellos venezolanos, destaca NTN24.
Sonnenholzner no precisó el número de connacionales apresados en las manifestaciones que se desencadenaron desde hace una semana en contra de las políticas económicas del presidente Lenín Moreno.
“Más que sospechas o temores es realidad. Hay decenas de ciudadanos de otra nacionalidad (…) Del país del señor de los bigotes que acaba de hacerse el gracioso con la situación de Ecuador”, dijo en una entrevista a CNN.
“Yo no quiero ponerle nacionalidad al delito”, agregó Sonnenholzner para luego detallar que los detenidos han declarado que reciben entre 40 y 50 dólares por participar en las protestas.
El pasado lunes, Moreno, acusó a Nicolás Maduro de querer desestabilizar su gobierno.
«El sátrapa de Maduro ha activado junto con Correa su plan de desestabilización», dijo por radio y televisión desde el puerto de Guayaquil, adonde trasladó la sede del Ejecutivo en el marco del estado de excepción que decretó para restablecer el orden.
Destrucción y trancas
La destrucción de negocios, bienes públicos y plantas de agua potable, así como las trancas de las vías, caracterizan las protestas que se registran en Ecuador.
Según una crónica del diario El Comecio, el bloqueo de las principales vías de la Sierra Norte centro aún se mantiene.
Este miércoles, las calles permanecen casi vacías y algunas empresas cerradas en la capital Quito y otras ciudades, según testigos de Reuters, mientras de a poco se iban concentrando los manifestantes al comienzo del séptimo día de una jornada de protestas.
Las manifestaciones estallaron la semana pasada cuando el presidente Lenín Moreno puso fin a los subsidios al diésel y la gasolina extra, que han estado vigentes por décadas, en medio de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 4.200 millones de dólares, con el que buscan reducir un abultado déficit fiscal.
Suministro de agua en peligro
Según los medios locales, en Ambato y Pastaza se registraron saqueos y destrucción de propiedad privada y pública, confirmaron las autoridades locales.
Los comuneros de Pasa, San Fernando, Llangahua y de otras zonas de la provincia de Tungurahua se apoderaron de las plantas de tratamiento de agua potable de Ambato (capital).
Destruyeron las válvulas y tubería que lleva el agua a la ciudad y tomaron las casetas de control.
El Municipio emitió un comunicado exhortando a la población a abastecerse de agua. “Hemos intentado dialogar con los dirigentes de las comunidades, pero sin éxito. Vamos a aplicar un plan de contingencia para ayudar a la población”, aseguró Ricardo López, gerente de Emapa, la empresa hidrológica municipal.
Huelga general
Al panorama anterior se le suma que movimientos sociales y sindicatos, liderados por los indígenas, comenzaron este miércoles una huelga nacional, luego de que el presidente Moreno se negara a revocar las medidas de austeridad que desencadenaron los peores disturbios en una década y dejaron a cientos de detenidos.
“Lo que hizo el gobierno es dar un premio a la gran banca, a los capitalistas del país y un gran castigo a los ecuatorianos pobres”, dijo Mesías Tatamuez, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que aglutina a varios sindicatos del país.
“Llamamos a todos a la huelga, a los que están en contra del FMI que es el otro culpable de esta crisis”, agregó.
La organización indígena Conaie, que ha movilizado a unos 6.000 miembros desde el centro y norte del país, dijo que el gobierno de Moreno se comportaba “al puro estilo de una dictadura militar” por declarar un estado de excepción y luego un toque de queda nocturno en determinadas áreas.
Moreno, quien asumió el cargo en el 2017, ratificó a última hora del martes que mantendrá vigente las medidas aunque dijo que está abierto al diálogo para buscar medidas de compensación a sectores afectados y no renunciará a la presidencia.
Correa pide elecciones
Siguiendo con la crisis en Ecuador, el expresidente de ese país, Rafael Correa rechazó este miércoles las acusaciones de golpismo por las protestas y pidió al presidente, Lenín Moreno convocar elecciones en las que afirmó que se presentaría como candidato «si fuera necesario».
«Si hay elecciones me presentaría si fuera necesario. Me inhabilitaron para ser presidente, pero de vicepresidente para abajo» podría ocupar un cargo, dijo Correa en una rueda de prensa convocada en el Parlamento Europeo.
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Sin embargo, las actuales autoridades en Ecuador «se inventarán cualquier cosa para no dejarme participar», añadió.
El exmandatario, que reside en Bélgica, recordó que durante el Gobierno de Moreno le han abierto «sin pruebas» más causas judiciales que «a Al Capone, Pinochet y el Chapo Guzmán juntos», y que si regresa a su país será encarcelado.
«Que me metan preso, pero que me dejen inscribirme. No, me van a meter preso primero y no me van a dejar inscribirme», lamentó.
Sobre una posible participación electoral, dijo no estar «seguro de que ganaría», aunque consideró que tiene «confianza en el pueblo ecuatoriano».
Correa rechazó las acusaciones de que está detrás de las marchas indígenas y las protestas en contra de las medidas económicas adoptadas por el Gobierno, entre ellas la eliminación del subsidio a los combustibles.
En cambio, pidió «que la gente siga defendiendo sus derechos con firmeza, pero en paz. Porque buscan cualquier excusa para la represión».
En ese sentido, denunció que hay «represión brutal» en Ecuador que ya ha causado «muertos».
«Y por qué no (van a salir los manifestantes a la calle hoy). Tienen que cuidarse, pero tampoco se van a dejar amedrentar» por el temor a la represión, indicó.
Afirmó que «el relato» de Moreno es que «Correa y los correístas están generando violencia, buscan desestabilizar al Gobierno», un extremo que negó, al igual que él esté instigando las movilizaciones junto al gobierno de Nicolás Maduro.
«Tengo el don de la ubicuidad, estoy aquí en el Parlamento y a la vez en Venezuela», ironizó, y agregó que «nadie está desestabilizando a Lenín Moreno que no sea el mismo», dijo sobre el mandatario, al que acusó de «robar la Constitución».
Correa aseguró que, «por el contrario, estamos dando salida» a la crisis, ya que la Carta Magna de 2008 establece medidas como el adelanto electoral en caso de graves disturbios.
Por lo que respecta a la mediación que ha ofrecido la ONU y la Iglesia católica en la crisis, dijo «desconfiar» de los interlocutores concretos que estarían implicados.
Arrancó huelga general
Movimientos sociales y sindicatos, liderados por los indígenas, comenzaron el miércoles en Ecuador una huelga nacional, luego de que el presidente Lenín Moreno se negara a revocar medidas de austeridad que desencadenaron los peores disturbios en una década y dejaron a cientos de detenidos.
Las calles estaban casi vacías y algunas empresas cerradas en la capital Quito y otras ciudades, según testigos Reuters, mientras de a poco se iban concentrando los manifestantes al comienzo del séptimo día de una jornada de protestas, en donde se han registrado saqueos y ataques a bienes públicos.
Las manifestaciones estallaron la semana pasada cuando Moreno puso fin a los subsidios al diésel y la gasolina extra, que han estado vigentes por décadas, en medio de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 4.200 millones de dólares, con el que buscan reducir un abultado déficit fiscal.
“Lo que hizo el gobierno es dar un premio a la gran banca, a los capitalistas del país y un gran castigo a los ecuatorianos pobres”, dijo Mesías Tatamuez, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que aglutina a varios sindicatos del país.
“Llamamos a todos a la huelga, a los que están en contra del FMI que es el otro culpable de esta crisis”, agregó la tarde del martes a periodistas.
La organización indígena CONAIE, que ha movilizado a unos 6.000 miembros desde el centro y norte del país, dijo que el gobierno de Moreno se comportaba “al puro estilo de una dictadura militar” por declarar un estado de excepción y luego un toque de queda nocturno en determinadas áreas.
Moreno, quien asumió el cargo en el 2017, ratificó a última hora del martes que mantendrá vigente las medidas aunque dijo que está abierto al diálogo para buscar medidas de compensación a sectores afectados y no renunciará a la presidencia.