Crisis en Ecuador | Gobierno y movimiento indígena acuerdan derogar decreto 883
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, dijo que, para él, la eliminación del subsidio a las gasolinas sí beneficiará a la población, sobre todo a la más pobre, pero que también fortalecerá la dolarización
Diez días después de que iniciaran las violentas protestas en Ecuador, el gobierno y el movimiento indígena acordaron derogar el decreto 883 firmado el pasado 1 de octubre por el presidente Lenín Moreno, con el que aplicó reformas económicas que incluía la liberación oficial de los precios de los combustibles, y establecer una comisión con la participación de los indígenas para definir un nuevo decreto.
“El acuerdo entre las partes, como resultado del diálogo, se establece un nuevo decreto que deja sin efecto el decreto 883 para lo cual se instala una comisión que elaborará este nuevo decreto, integrada por las organizaciones del movimiento indígena, participante en este diálogo, y el gobierno nacional, con la mediación de las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal ecuatoriana. Con este acuerdo se terminan las movilizaciones en todo el Ecuador y nos comprometemos de manera conjunta a reestablecer la paz en el país”, dijo el representante el sistema de Naciones Unidas en el país, Arnaud Peral.
El diálogo inició este domingo. Durante el encuentro el dirigente del movimiento indígena de Ecuador, Jaime Vargas, pidió al presidente Moreno que derogue el decreto 883 porque si eso no se cumple “seguiremos firmes y unidos” con el “compromiso de defender a nuestro pueblo”, informó la agencia de noticias Efe.
“Está en sus manos señor presidente recuperar la patria. Tenemos bajo nuestra responsabilidad la dignidad de un país que nos reconoce como su legítimo interlocutor. ¡No vamos a negociar esa dignidad, no vamos a negociar a nuestros caídos!”, dijo Vargas en su comparecencia en la mesa de diálogo inaugurada hoy a unos 30 kilómetros de Quito.
Vargas agregó que “esperamos que hoy se encuentre una solución definitiva y duradera”, a la vez que recordaron que debe ser eliminado el decreto que eliminó el subsidio a las gasolinas y desató la actual ola de violencia.
El inicio de las conversaciones, que se desarrollan de manera directa después de once días de violentas protestas, se realiza en las instalaciones de la Unidad Educativa Salesiana Cardenal Spellman, un colegio ubicado en el sector de San Patricio, en la zona de Lumbisí, al sureste de Quito.
El proceso, que se realiza bajo el auspicio de la Conferencia Episcopal y el sistema de Naciones Unidas en Ecuador, empezó con un minuto de silencio por las personas fallecidas en las jornadas de protestas que comenzaron el pasado 3 de octubre.
El presidente Moreno replicó a Vargas y dijo que, para él, la eliminación del subsidio a las gasolinas sí beneficiará a la población, sobre todo a la más pobre, pero que también fortalecerá la dolarización.
El mandatario alentó a buscar una fórmula para que el dinero que se genere por la eliminación del subsidio se dirija a los más pobres y señaló que en eso debería trabajar una comisión bilateral que analizará las posiciones.
Sin embargo, dijo que lo único que no hará es conversar con los correístas, es decir con los seguidores del expresidente Rafael Correa (2007-2017) a quien culpó de la crisis que afecta al país y de haber alentado una ola de desestabilización.
“No voy a conversar ni un solo momento es con los correístas”, recalcó Moreno al atribuir de nuevo la responsabilidad de la ola de violencia a los partidarios de su predecesor.
El vicepresidente del Episcopado, Luis Cabrera Herrera, dio la bienvenida al mandatario y a los líderes indígenas por haber aceptado el inicio de las conversaciones y la mediación de la Iglesia y del Sistema de Naciones Unidas.
“En nombre del pueblo ecuatoriano les felicitamos por la sensibilidad social y la decisión de afrontar, con serenidad, sinceridad y realismo, los grandes desafíos que estamos viviendo y juntos buscar con sabiduría las soluciones apropiadas”, agregó Cabrera Herrera.
Auguró que las decisiones “respondan a las aspiraciones de todos los ecuatorianos y particularmente de los sectores marginados como los campesinos y los indígenas”.
“Para conseguir la paz se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra”, parafraseó al papa Francisco.
De su lado, Arnaud Peral, coordinador residente de ONU en Ecuador, felicitó la voluntad de diálogo de las partes para alcanzar “la paz y la reconciliación”.
“Ecuador ha sufrido muchísimo y ha llegado el momento de la reconciliación” y de “dejar atrás la violencia y el odio”, agregó Peral quien presentó, al inaugurar el proceso, sus condolencias y solidaridad con los fallecidos en las protestas, que según la Defensoría del Pueblo llega a siete.
También instó a “ir buscando los puntos que nos unen y no seguir insistiendo en los puntos que nos dividen”, agregó.
La mesa de diálogo está integrada también por el presidente de la Federación de Indígenas Evangélicos, Manuel Chugchilán; y de la Federación de Organizaciones Indígenas, Campesinas y Negras (Fenocin), Santos Villamar, entre otros.
Prosur respalda a Moreno y pide una solución pacífica
Por otro lado, este domingo el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) confirmó su apoyo al presidente de Ecuador, Lenín Moreno, y pidió una solución pacífica a la crisis social y política que vive el país andino desde hace más de una semana, informó Efe.
El organismo regional, integrado por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay y Perú, ratificó a través de un comunicado hecho público por la Presidencia chilena, que ejerce la presidencia temporal del bloque, su respaldo al Ejecutivo ecuatoriano.
«Reiteramos nuestro respaldo al presidente Lenín Moreno y a sus esfuerzos para recuperar la paz y el orden público en Ecuador, preservando el Estado de derecho, la democracia y el respeto a los derechos humanos», indicaron en uno de los puntos de la declaración conjunta.
Los presidentes de los países que integran Prosur apoyaron los «esfuerzos» del gobierno de Moreno «para mantener la paz, el orden público y la institucionalidad democrática, utilizando los instrumentos que le otorga la Constitución y la ley».
También condenaron los hechos de violencia e «intentos de desestabilizar el país», y rechazaron «cualquier acción foránea encaminada a alterar el orden público y la convivencia pacífica en Ecuador».
Asimismo, Prosur instó a hacer uso del derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica por parte de los manifestantes, que desde hace días protestan por las calles de Quito, pero alentaron a dejar de lado «todo tipo de violencia, saqueo y vandalismo».
Los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden han dejado al menos cuatro muertos, más de 900 heridos y más de mil detenidos desde el pasado 3 de octubre, situación por la que el Gobierno decretó desde el sábado el toque de queda en la capital ecuatoriana.
Ante el recrudecimiento de la situación, Prosur pidió a Gobierno, oposición y sectores representativos de la sociedad ecuatoriana buscar una solución pacífica, basada en el diálogo y por las vías institucionales, «que permita una pronta salida a la situación de tensión y violencia que se presenta desde hace varios días».
Las protestas comenzaron el 3 de octubre contra las medidas de austeridad económicas adoptadas por el gobierno, especialmente la eliminación de los subsidios a los combustibles, como parte de las condiciones puestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones para un crédito de 10.000 millones de dólares.