Crisis política en Venezuela marca el interés regional en la asamblea general de la ONU

Estados Unidos impulsa en reuniones bilaterales y el propio discurso de Joe Biden el reconocimiento a la crisis política venezolana. Para la oposición, comenta el embajador y politólogo Oscar Hernández Bernalette, las reuniones bilaterales y el cabildeo en el marco de la asamblea general de la ONU «es una oportunidad para visibilizar sus denuncias»
Este 24 de septiembre se dio inicio formal al debate de la 79° asamblea general de la Organización de Naciones Unidas, la reunión anual que celebran los jefes de Estado y de Gobierno de los 193 Estados miembros. Si bien el tema de la crisis política en Venezuela –este año representada por el canciller Yván Gil– no está en el centro de los discursos, los países de la región no están dispuestos a obviar los resultados de las presidenciales, la represión posterior y la continua demanda de democracia.
«Lo he visto en todo el mundo: los valientes hombres y mujeres que pusieron fin al apartheid, derribaron el Muro de Berlín y luchan hoy por la libertad, la justicia y la dignidad. Vimos ese recorrido universal hacia los derechos y la libertad en Venezuela, donde los votantes emitieron su voto por un cambio que no puede ser negado», sostuvo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, este martes 24 de septiembre.
El presidente de Guatemala, Bernardo Aŕevalo de León, también se expresó en este sentido: «Rechazamos en el hemisferio y en todo el mundo cualquier intento por reprimir las aspiraciones de libertad y justicia que expresan los pueblos a través de procesos libres y democráticos como están sucediendo en estos momentos en Venezuela y Nicaragua«.
La administración Biden es uno de los principales apoyos de la oposición venezolana, que reclama el resultado anunciado por el Consejo Nacional Electoral dando como ganador a Nicolás Maduro. La líder María Corina Machado y sus aliados sostienen que, en base a las actas de votación en su poder, Edmundo González (ahora exiliado en España) fue electo el pasado 28 de julio con más de 67% de los votos.
Y es justo Estados Unidos el impulsor de una reunión bilateral, que se llevará a cabo el jueves 26 y organizada por el secretario de Estado Antony Blinken, según confirmaron fuentes diplomáticas a la agencia EFE. Chile trató de impulsar un evento similar, pero no recibió mayor apoyo.
«El caso de Venezuela no será el centro de esta asamblea, por supuesto, pero es centro de atención en la región. Sin embargo, recientemente han salido informes sobre la situación de represión en Venezuela, la crisis de derechos humanos» donde ya se expone el lado más crudo de la crisis política, destaca el embajador de carrera y politólogo Óscar Hernández Bernalette.
Además de Estados Unidos, señala que países como Chile, Uruguay, Argentina, Panamá y Perú serán enfáticos sobre la crisis venezolana. «El de hoy (Biden) es más impacto mediático por el origen y la fecha de la intervención».
Para la oposición, comenta el embajador, las reuniones bilaterales y el cabildeo en el marco de la asamblea general de la ONU «es una oportunidad para visibilizar sus denuncias. En efecto, en el marco de las actividades paralelas realizan reuniones con la sociedad civil y tratan de agendar reuniones con funcionarios y representantes gubernamentales».
Un ejemplo de estas reuniones fue el foro «Héroes de la democracia», planteado como una forma de rendir homenaje no solo a los miles de detenidos que protestaron su rechazo a Maduro, sino a los activistas políticos y testigos perseguidos.
Además de las voces de la propia Machado y González Urrutia, se dio espacio a otros actores como el subsecretario A. Brian Nichols, quien señaló que uno de sus objetivos en Nueva York es «fortalecer el apoyo internacional a la democracia en Venezuela».
Orgullosos de defender las aspiraciones democráticas de los venezolanos en #UNGA79. Apoyamos a los héroes venezolanos en su lucha por un futuro mejor y condenamos el uso de la represión política y la violencia por parte de Maduro.-BAN pic.twitter.com/HyLH7UCbNW
— Brian A. Nichols (@WHAAsstSecty) September 24, 2024
Estas reuniones y el propio cabildeo permiten a organizaciones de la sociedad civil participar, exponer e impulsar sus puntos de vista no solo sobre la crisis, sino por aspectos particulares como la falta de independencia de poderes o la represión.
También se espera una protesta en Times Square para el sábado 28, cuando se cumplen dos meses de las elecciones, denominada ‘Acostados por Venezuela’ para que no se olvide la crisis venezolana.
«Hay una situación novedosa en términos de las demandas que hay para esta reunión, pero la asamblea general muchas veces genera frustración en las poblaciones porque sienten que no se toman en cuenta algunas de las situaciones y necesidades de algunos pueblos o no se ven resultados tangibles a corto plazo, pero siempre tenemos que entender que es muy complejo la reunión de tanto países, tantos intereses y alianzas», recuerda el embajador Hernández.
Del lado oficialista, en la ONU se busca afianzar acuerdos comerciales y un apoyo más vocal a la administración Maduro. El canciller Gil ya ha sostenido reuniones con las representaciones de Omán, Antigua y Barbuda, Eritrea, Zimbabue, Nicaragua, Madagascar, Cuba, China, Honduras, India y Lao.
También se destacó la reunión con Colombia y México, países que impulsan un diálogo y una solución regional junto a Brasil, debido al impacto político y migratorio que puede producir en la región. «Mantenemos canales de comunicación constantes que nos permiten avanzar en la hermandad y el desarrollo conjunto de nuestras naciones».
Temas centrales en la ONU
Para el embajador Óscar Hernández Bernalette, esta asamblea general de la ONU representa «un gran desafío» debido a los múltiples conflictos, que afectan a 25% de las naciones asistentes, el tema del cambio climático y los pronunciamientos alrededor de la Cumbre del Futuro, una reunión de muy alto nivel para darle forma al futuro del desarrollo global y que «busca catalizar acciones concretas, donde se puedan plantear reformas financieras y de políticas, para garantizar que el mandato de los objetivos de desarrollo sostenible siga siendo una oportunidad central para todas las naciones».
Menciona que el debate valorará dos elementos fundamentales: «los conflictos bélicos como el de la guerra en Ucrania, que aún prevalece, y en el medio Oriente, son elementos perturbadores de una reunión de esta naturaleza; así como todos los déficits que aún queda post pandemia, en la cual hay muchos retos».
En el caso de América Latina, señala que los líderes centrarán su discurso dentro de la ONU en la crisis en la región, el tema del déficit democrático, la falta de crecimiento económico y la falta de solidaridad de los países desarrollados. «Unos hablarán como líderes latinoamericanos y otros se enmarcarán desde una visión más como países no alineados o del sur global».
«En este mundo de post pandemia, donde hay tantos retos y se necesitan tantos recursos, en un mundo donde el crecimiento global ha disminuido, incluido el de América Latina, este encuentro busca generar mayor voluntad política para asumir tantos retos», insiste.
Pero esa voluntad política pasa por los intereses de Rusia y China, dentro del Consejo de Seguridad y con poder de veto, algo que considera una «tranca» en la progresión de temas fundamentales. Cree que ninguna resolución que afecte la visión de ambas naciones, como la guerra en Ucrania.
«Naciones Unidas está en crisis porque sin duda la organización no ha logrado satisfacer tantas demandas, donde aún hay mucha pobreza en el mundo, donde la situación de las desigualdades siguen siendo muy características a pesar de tantos encuentros, demandas y recomendaciones. Esto obliga a que un organismo de esta naturaleza se evalúe, se modernice y se adapte a las nuevas realidades, se desburocratice, y escuchar actores que vayan más allá de los gubernamentales, que son la razón central de este tipo de encuentros», afirma.