Crisis por covid-19 baja envío de remesas de venezolanos
La crisis económica generada por el covid-19 baja el envío de remesas de venezolanos en el exterior. La pérdida de empleo es una de las principales consecuencias del confinamiento a causa de la pandemia. En el caso de Colombia, el impacto ha sido significativo porque son el grueso de quienes enviaba remesas a sus familias hasta las agencias de giros internacionales
La crisis económica generada por el covid-19 baja el envío de remesas de venezolanos en el exterior, especialmente desde Colombia. La pérdida de empleo es una de las principales consecuencias del confinamiento a causa de la pandemia.
En el caso de los trabajadores migrantes, el impacto es más significativo porque en su mayoría laboran en la informalidad o en pequeños emprendimientos, que carecen de toda sostenibilidad económica. Esta situación ha incidido sobre los venezolanos en todos los países de América Latina, que son el grueso que enviaba remesas a sus familias hasta las agencias de giros internacionales en Colombia, según reporta un trabajo del portal La Opinión.
En el estudio ‘Situación de migrantes venezolanos recientes en el contexto del COVID-19’», realizado por el Observatorio Venezolano de Migración (OVM) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), 80% de los encuestados reportó que tiene carga familiar bien sea en los países receptores donde residen actualmente o en Venezuela.
La situación resulta angustiante para quienes están fuera del país y ayudan a sus familiares porque se suma la hiperinflación que vive Venezuela.
En ese sentido, la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de 2018 calculó que casi medio millón de hogares eran receptores de remesas. Sin embargo, en los últimos dos años, incrementó de forma significativa la intensidad de la emigración venezolana: Las estimaciones más recientes reportan que las remesas llegan a más de 2 millones de hogares.
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«Los pronósticos apuntan a que quienes tienen responsabilidades por cargas familiares en Venezuela, enfrentarán dificultades para el envío de ayudas económicas/transferencias al país y ello hará recular de nuevo la capacidad de consumo que había experimentado cierta reactivación en el año 2019”, indicó el informe de la Encovi.
En Norte de Santander, en Colombia, la recepción de giros internacionales cayó abruptamente. Las cifras indican que diariamente se estaban haciendo en las nueve oficinas de Western Union, en Cúcuta y Villa del Rosario, unas 2.800 transacciones; hoy estas apenas rondan las 300 y 400 diariamente, reporta La Opinión.
La coordinadora Regional Oriente de Western Union, Katy Andrea Buitrago, explicó que la situación de la pandemia afectó mucho la productividad ,que cayó un 85%. “Cerramos una de las agencias en Cúcuta, la que se encontraba en la calle 12, porque no había el aforo necesario para mantenerla abierta. Ahora solo están funcionando ocho oficinas”, indicó.
Remesas y testimonios
Las remesas constituyen una fuente de ingresos muy importante para el venezolano que se quedó mientras sus familiares migraban. En un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo señala: “los flujos de remesas hacia Venezuela –según datos del Banco Central de Venezuela – fueron de alrededor de US$2.000 millones en 2019 y se han constituido en una fuente sustantiva de recursos para los hogares. A este flujo se deben agregar los recursos que son enviados directamente desde el exterior a través de plataformas digitales”.
En el trabajo de La Opinión se recogen testimonios sobre el bajón en las remesas.
“Tengo un mes y medio que no he podido enviar ni un peso para mi familia y eso me tiene preocupado, porque allá cada día los alimentos se ponen más costosos”, señaló Carlos Rodríguez, venezolano del estado Carabobo.
Rodríguez enviaba, en promedio, 100.000 pesos mensuales para dos parientes. En bolívares, ese monto equivale a 4 millones 350 mil, que equivalen a 5 salarios mínimos en el país (Bs. 800.000 mensual), alrededor de 28 dólares.
«Yo vivo en Cúcuta con mi hermano y mi mamá, pero viajé a Venezuela a buscar unos documentos que necesitaba cuando decretaron la cuarentena, y no pude regresar. Mi hermano que trabajaba como vendedor en una tienda de yines se quedó sin trabajo y está vendiendo pasteles en la casa, por encargo, mientras pasa esto del coviod-19. La situación económica se ha puesto dura, porque lo poco que me pueden enviar no me alcanza para nada”, relató la venezolana Raiza Rincón.
Rincón añadió que lo recibe le alcanza para comprar un kilo de harina pan 200.000 bolívares, un kilo de queso en 650.000, un cartón de huevos en 660.000, pollo (el kilo está en casi 300.000), un kilo de pasta por 290.000, y el litro de aceite casi 600.000 . La compra suma 2.700.000 bolívares, es decir, que en seis productos básicos de alimentación, se gasta el 62% del dinero que recibe desde Colombia.