Cromointerferencia Ambientación Color Aditivo
En agosto de 2016, para celebrar el 93 aniversario del maestro Carlos Cruz DiezTalCual realizó este especial, en el que muestra las obras que dejó el artista cinético en distintos espacios públicos del mundo
Autor: Saraí Coscojuela
En el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía se encuentra la Cromointerferencia Ambientación Color Aditivo, una obra del artista plástico venezolano Carlos Cruz Diez y que se convirtió no solo en la referencia de las vacaciones escolares para muchos, sino ahora también en la imagen triste de la despedida.
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La Cromointerferencia ha estado ahí para los venezolanos y extranjeros que visitan el país desde 1978, aunque se empezó a construir desde 1974. El mismo artista explicó en junio de este año para la revista Producto que la obra estuvo pensada «para que se cumpla con el desplazamiento, resolviendo la visión rasante y la visión directa» porque «¿Qué es lo que hace uno en un aeropuerto? Pasearse todo el tiempo con una maleta en la mano».
Cruz Diez señaló que la «visión directa» es el muro de fondo y que eso iba a ser provisional. «Se creía que iba a ser mucho más largo, por eso los muros están hechos en metal y no sólido, porque se iban a demoler, cosa que no sucedió».
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Para que el piso pudiera resistir al peso de las maletas y del caminar de las personas se tuvo que buscar materiales que fueran resistentes, para evitar el desgaste de forma rápida. «Me costó mucho encontrarlo, pero lo hallé en Francia. Es un material compactado a 2 mil kilos por cm2 y quemado a 1.500 C° ¡Es antiecológico! Pero tiene que ser así».
Este fue el primer piso que ideó el artista plástico y a partir de ahí pensó en que uno es capaz de transformar cualquier cosa como aviones, barcos y por supuesto, pisos. En un artículo publicado por Prodavinci en septiembre de 2013 se explicó que esta Cromointerferencia ocupa 2.608 metros cuadrados, incluyendo el piso y paredes del corredor de espera y los salones de boletería de las líneas aéreas.
La obra también incluye un vitral de Héctor Poleo y tan solo dos años después de haber sido inaugurada, en 1980, obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura. Sin embargo aunque se pensó en materiales fuertes que evitaran su desgaste, el tiempo pasa y las cerámicas se han ido despegando con el tiempo, desde al menos 2013 hay reportes del desgaste.
Entonces, El Universal publicó que existían 23 espacios con mosaicos despegados.
Igualmente señaló que había desgaste, fracturas y fisuras de diverso espesor y también zonas con abultamientos.
Ocho meses después El Correo del Caroní publicó que la obra de Cromointerferencia de Maiquetía empezaría a ser restaurada.
Este famoso piso no solo produce fotos para ser compartidas en las redes sociales. En el año 2015, María José Ovalles Vásquez participó en el Concurso Cartas de Amor con su escrito «Carta al piso de Maiquetía».
Aunque Ovalles señala que en los años 90 este piso se asociaba a las vacaciones… «Hoy tus 2.112 mts2 muestran tu desgaste, tus fracturas y tus fisuras… Ya sé que no es cortés decirle eso a alguien pero es que al transitar por tu pasillo es eso justamente lo que se siente… Hoy te has convertido en un ícono: Eres la foto cliché de las despedidas, eres el arte pop que representa la emigración; la fuga de cerebros. Eres el camino de regreso que recorren los padres que se despiden de sus hijos esperando que les vaya mejor lejos de su hogar, mientras su corazón se siente igual que tú cuando se te caen los mosaiquillos».