#Crónica | Bordes que rompen prejuicios sobre la movida drag
Bordes Galería-Café. Así se llama el local de San Cristóbal donde la población Lgbti de la ciudad llevó a cabo la más reciente edición de “Micrófono abierto contra la ignorancia”, un encuentro periódico para tomar la palabra con orgullo y escuchar con respeto. No es un sitio “de ambiente”, ni un ghetto. Más bien, es una fundación cultural, un espacio seguro para celebrar el arte y la diversidad en todas sus expresiones
Crónica: José Capacho – Reportería: José Capacho y Rosalinda Hernández – Fotografías: Sandra Alexander
“A los hombres les digo que soy una mujer WiFi porque vengo con antena”. Así se presenta Juankys. Irreverente, transgresora y con buen humor, esta mujer trans, pionera del arte drag en San Cristóbal, capital del estado Táchira, está por encima de cualquier prejuicio.
Juankys fue una de las que este 1° de diciembre tomó el Micrófono abierto contra la ignorancia, un encuentro organizado periódicamente por la organización Prodiversxs, que defiende y promueve los derechos del colectivo LGBTQI+ en la ciudad.
Una semana previa al evento conversé con Juankys mientras se llevaban a cabo los ensayos. “Yo no necesito ensayar. Yo quiero sorprenderlos ese día porque quiero transmitir un mensaje para mi comunidad”, me respondió cuando le pregunté sobre su presentación. Su experiencia como animadora de concursos de belleza se nota en su elocuencia, pero, sobre todo, en su cercanía con las personas. Tras una hora de conversación sentí que la conocía de toda la vida.
Cuando dijo que buscaba generar sorpresa el día del evento, no exageraba. Ella atrajo la mirada de los asistentes desde el momento que llegó a las instalaciones de Bordes Galería-Café, la locación escogida por los organizadores. Juankys entró al lugar con una sinuosa capa negra y una peluca amarilla que parecía infinita.
Una persona que estaba a mi lado me preguntó intrigada “¿Quién es ella?” y yo, igual de hipnotizado que el resto, le respondí: “la estrella de la noche”. Yo no sabía qué esperar de su show, pero intuía que no dejaría indiferente a nadie.
Luego de saludarla, me dijo: “José, ¿Tú vas a grabar mi show? Es que te quiero pedir un gran favor. La segunda canción que voy a interpretar es un homenaje a mi madre y quiero mandarle el video a mi hermano que está en México como regalo”. En conversaciones previas me contó que su madre, quien fue su apoyo más importante, murió seis meses atrás.
Juankys empezó su performance interpretando Mujer contra mujer, una canción icónica del grupo español Mecano, que a finales de los 80s sirvió para visibilizar el amor entre dos mujeres. Con delicadez se acomodó en una silla alta, tomó el micrófono con firmeza y dramatizó cada estrofa con la sensibilidad que solo las grandes intérpretes logran transmitir. A lo largo de cuatro minutos, se convirtió en Ana Torroja y, al igual que el mensaje que transmite la canción, convenció al público de que ella construyó una muralla con todas las piedras que le han lanzado en su vida por ser fiel a sí misma.
Juankys recuerda que cuando empezó a hacer sus primeros shows debía ir a un hotel a acicalarse, pero no en todos le permitían salir vestida con prendas femeninas. Para movilizarse debía hacerlo con un taxista de confianza porque muchos conductores no permitían que “una loca” abordara sus vehículos. También la expulsaron de algunos sitios debido a su expresión de género.
Ahora agradece que “los tiempos han cambiado un poco” y se siente más tranquila al caminar por la ciudad o tomar un café con sus amigos en cualquier sitio público. Cuenta que incluso hay personas que le piden fotos en la calle porque la han visto en algún espectáculo.
Mezcla los pronombres para referirse a sí misma, por ello le consulté: “¿Cómo quieres que te llamemos?” Y respondió que no le importa siempre y cuando no se refieran a ella en masculino. “Fíjate esto, desde que murió mi mamá me toca ir a hacer las compras, entonces la primera vez que fui a una carnicería el vendedor me dijo ‘¿Qué se le ofrece, papá?’, y yo le dije ‘¿Acaso yo me parezco a tú papá?’ No me digas así, por favor. Actualmente, ese mismo carnicero me dice ‘mi reina’, como a la mayoría de sus clientas”, comenta y suelta una prolongada carcajada.
La seguridad que siente para hacer respetar su identidad y expresión de género no solo se debe a que los tiempos han cambiado, pues también se sustenta en el apoyo que recibió de sus padres, especialmente de su madre. Por ello, aprovechó la invitación que le hizo Prodiversxs para rendirle un homenaje a su “mejor amiga”, a “la única persona a la que le rendía cuentas”, porque Juankys vive con libertad gracias a la mujer que le dio la vida y ese mensaje quiso transmitirlo al público.
“La siguiente canción es muy importante para mí porque va dedicada a mi madre. Ella murió hace seis meses y todos los días la lloro. Ella fue un apoyo importante en mi vida y me quiso tal y como soy. Por eso quiero que quieran mucho a sus padres mientras vivan. Si no han salido del closet con ellos, intenten hacerlo. Nadie los va a apoyar y querer más que ellos”.
Su interpretación de la canción de Kany García Confieso fue el momento más emotivo de la noche. Sobre el lip sync se percibía el nudo en su garganta y su voz entrecortada mientras sonaba: “Lloré porque tu voz no está en la casa, reí porque me amaste con todo tu ser. Eres una mezcla que me agarra el alma y rompe en cada esquina de mi ser”.
En varias ocasiones miraba hacia el alto techo que cubre al Café Bordes, imaginando que sobre el machihembrado se encontraba su mamá para abrazarla y decirle que todo va estar bien. Juankys estremeció a los asistentes al punto de lograr que su interpretación estuviera acompañada por un sutil coro de llantos.
Esta vez no estaba su madre para decirle si el vestido morado que escondía bajo la capa negra se veía bien o “ridículo” -como en ocasiones le decía-; si los guantes que lucía iban acordes a la ocasión o si los botines negros que se extendían hasta sus rodillas combinaban con el atuendo. Pero, allí sí estuvo un público que se rindió a sus pies, personas que escucharon con atención cada palabra que pronunciaba, jóvenes que la aplaudieron, pero, sobre todo, le reafirmaron que lo que hace es importante para visibilizar a una comunidad que sigue siendo discriminada por amar y expresarse de forma diferente a lo normativo.
La historia de Juankys la ha llevado a ser un referente para las drags más jóvenes, no solo por su talento, sino por su compromiso con el activismo. Trabajó durante un año y medio como docente de danza y cultura en el Centro Penitenciario de Occidente, la famosa cárcel de Santa Ana del Táchira. Allí inició con un grupo de doce personas, todos miembros de la comunidad LGBTQI+ pero en cuestión de un mes su curso se llenó con más de 70 reclusos -la mayoría heterosexuales- que cada semana ansiaban que llegara el día lunes para aprender de la profesora. “Ha sido de las experiencias más gratificantes de mi vida. Aprendí mucho de ellos y espero que ellos hayan aprendido mucho de mí. A veces cuando algún alumno sale en libertad me llama para tomar un café y conversamos”.
Luego de esa conversación previa que tuve con Juankys, no dudo que sus alumnos y alumnas la estimen tanto. Su trato es cercano, respetuoso y divertido. Lo único filoso de ella son sus largas uñas que le sirven para poner más énfasis en sus puntos, pues cada vez que dice algo importante, las presiona contra la mesa o señala hacia la persona con la que conversa. “Tengo cita a las 6 p. m. con mi manicurista, así que los debo dejar pronto”, dijo mientras el equipo de Prodiversxs coordinaba detalles con el personal de Bordes Café-Galería para el día del Micrófono abierto contra la ignorancia.
Más que un escenario, un espacio seguro
Cuando comenzaron los preparativos para el último micrófono abierto de 2023, los organizadores acudieron a Bordes Galería-Café para solicitar este espacio ubicado en la carrera 17, entre la calle 10 y el pasaje acueducto de Barrio Obrero, una de las zonas más frecuentadas por los sancristobalenses.
La fachada del lugar está decorada con múltiples hexágonos blancos, verdes y grises que invitan a explorar su interior, el cual se descubre entre llamativas exposiciones de pinturas y esculturas.
Tras la recepción, se encuentra el salón principal que acumula siete mesas y sobre sus altas paredes blancas reposan distintas obras. Al lado izquierdo hay una plaza, en la cual destaca un jardín vertical y tres columnas blancas que se levantan desde un piso de piedra. El lugar evoca un monumento romano.
Más allá de las particularidades de la infraestructura y la decoración de Bordes Galería-Café, allí se realizó Micrófono abierto contra la ignorancia porque la junta directiva de Prodiversxs lo considera un espacio seguro para la comunidad LGBTIQ+ en San Cristóbal. Esto queda claro apenas se ingresa al local, pues, junto a los avisos comunes que se deben poner según establece la ley, hay uno extra que dice: “En este lugar está prohibido cualquier acto de discriminación por orientación sexual, identidad y/o expresión de género, real o percibida”. Me atrevería a decir que es el único lugar de la ciudad que tiene un mensaje de este tipo.
Pero Bordes Galería-Café no es un ghetto, exclusivamente para personas de la comunidad LGBTIQ+. Allí tienen lugar desde un concierto infantil de villancicos hasta campeonatos gamers, pasando por obras de teatro, encuentros literarios, entre otras actividades.
Fania Castillo, directora de la Fundación Cultural Bordes y encargada de las actividades que se realizan en el café- galería, explica que es un lugar seguro porque es un espacio plural. “Nosotros somos distintos y entre distintos podemos hacer cosas mejores. Por eso, la diversidad siempre ha sido nuestra bandera”, dijo.
Recordó que la última edición del seminario que realiza la fundación desde el año 2010 abordó la temática de lo andrógino: “problematizamos sobre el género y nos preguntamos si estamos divididos por naturaleza o por construcciones sociales”.
También, el mismo día del micrófono abierto se llevó a cabo un cine foro de la película Gia (1998) a propósito del Día Mundial de la Respuesta al VIH-Sida. La actividad estuvo encabezada por Raiza Parra, presidenta de Fundasidarta, organización que brinda orientación y asistencia a personas seropositivas en el estado Táchira. Tras la proyección del film la especialista destacó la necesidad de promover los métodos de cuidado para evitar contraer enfermedades de transmisión sexual, así como la necesidad de erradicar mitos que generan estigmas sobre las personas que viven con esta condición.
Aprovechando la sincronización entre las dos actividades, Parra salió del salón donde se realizó el cine foro hacia el espacio donde se desarrollaba el Micrófono abierto contra la ignorancia para expresar a los asistentes la importancia de combatir la desinformación sobre el VIH-Sida. “Tenemos que continuar repitiendo cuál es el mecanismo de transmisión, cómo no se transmite, pero, sobre todo, dejar claro que una persona con VIH y con acceso al tratamiento va a vivir toda la vida”, dijo la doctora, quien invitó a los asistentes a disfrutar de su sexualidad con responsabilidad.
En un ejercicio de coherencia con la idea de apoyar todas las expresiones artísticas (música, cine, literatura, artes plásticas, visuales y escénicas), la Fundación Cultural Bordes ha prestado sus instalaciones para dos ediciones del Micrófono abierto contra la ignorancia, anteriormente llamado Micrófono abierto contra la homofobia.
Para la reunión que se llevó a cabo el primero de diciembre de 2023, habilitaron un camerino, en el cual Roxy Osmar, una drag queen de 19 años de edad, haría su magia.
Roxy Osmar llegó a las 4:00 pm, cinco horas antes de su presentación, “porque la magia toma tiempo”. Hace poco debutó como drag queen, pero se expresa con soltura. Ella es tan alta como sus expectativas, pues se imagina liderando su propia casa de drags y viajando por el mundo para demostrar lo que mejor sabe hacer: entretener.
Cuando le pregunté qué es lo que más disfruta al hacer sus performances, me respondió que le gusta sentirse admirada, “le gusta que la miren”, como dice un fragmento de la canción con la que abrió su presentación en Bordes. La mayoría de prendas que usa se las regalan y ella las adapta a su gusto. En esta ocasión no podría estar más orgullosa de sí misma, pues el traje que usó ese día lo hizo con sus propias manos.
Toda de negro, con un enterizo corto de encaje negro y guantes, Roxy Osmar se presentó ante más de 40 personas que asistieron al micrófono abierto esa noche. Su show empezó desde que salió del camerino y recorrió la distancia hacia el salón principal como las divas lo hacen; con pasos seguros, hombros erguidos y mirada fija.
¿Abierto contra la ignorancia?
Su andar generó expectativas en el público que se acercó a verla. Spoiler: no decepcionó. El baile de Roxy Osmar durante su interpretación de la legendaria Lady Marmalade evocó el desenfreno y la seducción de Moulin Rouge. Luego, para gritar el orgullo que siente de ser quien es, la promesa del arte drag en San Cristóbal, finalizó con ¿A quién le importa?, una canción que se convirtió en un himno gay en el año 2002 y que desde entonces Thalía promueve cada mes de junio cuando se celebra el mes del orgullo.
Fraternidad extendida
Roxy Osmar sabe que los referentes son importantes y entre los suyos destacan grandes estrellas internacionales. Sin embargo, hubo alguien que la impulsó a iniciar su drag y de la cual se siente muy agradecida: Jonatella, quien con apenas 23 años de edad se ha convertido en una de las caras más visibles de la movida drag en San Cristóbal. Jonatella está en redes sociales, pero también, de cuerpo presente, en lugares públicos como plazas, mercados y ferias.
Dos semanas previas al evento, ambas se reunieron en Bordes Café-Galería con los organizadores del Micrófono abierto contra la ignorancia. Entre anécdotas, compartieron cómo se conocieron a través de las redes sociales: Roxy Osmar seguía a Jonatella, no solo por admiración, sino también por el deseo de seguir sus pasos. Después de crear un dibujo de Jonatella, Roxy se animó a enviarle un mensaje directo que marcó el inicio de su amistad, que se fortalece a medida que siguen apoyándose en sus presentaciones.
La primera vez que conversé con Jonatella no pude parar de reír. Me dijo que a ella no le importa si le dicen “mujer, hombre o cosa de dudosa procedencia”, porque la confianza que tiene en sí misma le permite ignorar a quienes no comprenden su existencia. Recientemente, empezó a estudiar diseño de modas para realizar sus propios atuendos, mientras tanto admite que casi todo su dinero lo gasta en el vestuario para sus presentaciones.
Jonatella se ríe de sí misma y eso lo demuestra en sus publicaciones en redes sociales, como la vez que hizo un vestido con las cortinas de su casa, cuando lució un diseño hecho con cartones de huevo o cuando se despojó de todo el outfit drag dentro del taxi que la devolvería a su casa.
Para Jonatella, el arte del drag es un tributo a su niño interior, aquel que se sentía diferente y se expresaba de manera única. Recuerda cómo, a los 11 años, fue brutalmente agredida por miembros de su propia familia tras descubrir una conversación suya con otro chico. Estos episodios forzaron un crecimiento acelerado y moldearon su carácter. Ahora, la fortaleza que ha construido reluce cuando sus rodillas golpean el suelo al compás de sus bailes sin dejar asomar ni un atisbo de dolor en su rostro.
El Micrófono abierto contra la ignorancia sirvió de escenario para un coloquio extraordinario que reunió por primera vez a Juankys, Jonatella y Roxy, tres personalidades brillantes y únicas en su expresión como drag queens. Ante las preguntas que resonaban en la sala, compartieron su visión sobre lo que significa ser una drag queen. Para ellas, es mucho más que un atuendo deslumbrante o un estilo extravagante; es una forma de expresar su autenticidad, libertad y creatividad en un entorno social como el de San Cristóbal.
Este momento dejó en evidencia cómo el Micrófono abierto contra la ignorancia es una plataforma para que las personas sean ellas mismas sin temor a la discriminación o el rechazo. Es un espacio donde la autenticidad es celebrada sin juicios que la opriman.
El foco principal de la conversación fue la hermandad que existe entre las drags, una red de apoyo que proporciona seguridad en un mundo que aún se enfrenta a prejuicios. Esta unión entre ellas no solo es una fuente de fuerza personal, sino también un vehículo para desmitificar esos prejuicios y mostrar la complejidad de lo que significa ser una drag queen en la actualidad.
Bajo el acompañamiento editorial: Edgar López