Crónica de un desastre anunciado, por Simón Boccanegra
Chacumbele fue informado de lo que podía pasar. En la edición de ayer de TalCual hay dos trabajos sobre la crisis eléctrica, de nuestros colaboradores Damian Prat y José Suárez Núñez. Son absolutamente demoledores. El colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) fue advertido desde hace años por los expertos de Edelca. Más aún, los informes de Edelca llegaron a ser utilizados por Chacumbele para sus cobas semanales, anunciando obras que nunca fueron construidas. Supo, entonces, lo que tenía que hacer pero no lo hizo porque este país no es prioridad para él. Ocupado como ha estado en promover la batalla contra el capitalismo mundial, no tuvo tiempo para gobernar. Represas que debieron ser construidas, no lo fueron; centrales termoeléctricas que debieron ser construidas, no lo fueron; líneas de transmisión que debieron ser tendidas, no lo fueron; tarifas que debieron ser revisadas y ajustadas, no lo fueron. Lo peor es que ni siquiera tiene la excusa de la falta de recursos. Plata fue lo que le sobró en todos estos años; la misma que despilfarró y se robaron a manos llenas, en toda clase de proyectos, uno más absurdo que el anterior. Hoy no se le ocurre otra cosa que autoexculparse hablando de un crecimiento del consumo, como si este constituyera una variable autónoma. No es expansión de la demanda, que la habido, es obvio, sino déficit de oferta, por pura y simple irresponsabilidad. Con sólo dos dedos de frente es fácil presumir que el consumo siempre va a crecer, de allí que la inversión necesaria para satisfacer esa demanda creciente tiene que estar siempre presente en la planificación del Estado. Exactamente eso fue lo que no ocurrió. Y no por falta de información. A Chacumbele se lo hicieron saber. Pero en su infinita arrogancia e ignorancia, no les paró a los expertos.