Cuando llegó Oscar…, por Carlos M. Montenegro
Autor: Carlos M. Montenegro | [email protected]
A Antonina
XX fue el siglo de la entrega de los premios a las artes otorgados por Academias y Fundaciones de todo plumaje, con transmisiones de espectáculos fastuosos , pero no hay duda de que el premio que otorga la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (en inglés: AMPAS), o popularmente “Academia de Hollywood”, además de ser la ceremonia de entrega de premios más antigua en los medios de comunicación, tambien es la que ofrece mayor esplendor, no en vano Hollywood es considerado la mayor “fábrica de sueños”.
La ceremonia de entrega de sus trofeos desde que fueron transmitidos por radio, y sobre todo televisión, ha sido imitada por el resto de las Academias y Asociaciones. En 1947 se inauguró la transmisión de los premios Tony que la American Theatre Wing & Broadway League concedía a la gente del teatro. En 1949, apenas dos años después, se transmitieron por primera vez los premios Emmy, con los que la Academia de las Artes y Ciencias de la Televisión honra a los mejores cada año. Asimismo en 1959, también la Academia Nacional de las Artes y Ciencias de Grabación inició la entrega de sus premios Grammy anualmente para ensalzar y respetar los logros de músicos, intérpretes, ejecutantes y productores. Todas esas organizaciones, y muchas otras, han seguido el modelo que implantó la “Academia” en sus ceremonias de entrega, como los eventos de Miss Universo o Miss Mundo y gran cantidad de acontecimientos con premios transmitidos en sus respectivos países.
La Academia de Hollywood, creada inicialmente para promover la industria del cine estadounidense, fue fundada el 11 de mayo de 1927 en Los Ángeles, California por el productor norteamericano Louis B. Meyer, cofundador con Samuel Goldwyn de los estudios MGM, y promotor de los “Academy Award”; junto a su primer presidente, el actor Douglas Fairbanks, consideraba que todo premio que se precie debía tener un trofeo que lo identificara, y la ceremonia que organizaría la Academia de Hollywood no iba a ser menos, de manera que encargó el diseño al director artístico de su empresa la Metro Goldwyn Meyer, Cedric Gibbons, que creó el boceto del trofeo que todos conocemos: la estilizada estatuilla de un caballero armado con una espada apoyada sobre un rollo de película con cinco radios, que simbolizan cada una de las cinco ramas profesionales originales de la Academia: actores, directores, productores, guionistas y técnicos. Después la Academia seleccionó a George Stanley, un escultor de Los Ángeles, para realizar el diseño del trofeo en tres dimensiones.
La estatuilla siempre ha mantenido el mismo diseño, mide poco más de 34 centímetros es de bronce macizo bañado en oro y pesa unos cuatro kilos, aunque entre 1942 y 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la escasez de metal, por tres años los Oscar fueron hechos de yeso pintado. Finalizada la guerra, la Academia invitó a los ganadores a canjear estas figuras por las originales de metal dorado. Su nombre oficial fue Premio al Mérito de la Academia, pero la estatuilla es mejor conocida por su apodo, aunque no se sabe bien quién la bautizó; la historia más difundida cuenta que al ver la muestra del trofeo por primera vez, Margaret Herrick la directora ejecutiva y bibliotecaria de la Academia, comentó que el hombre del premio se “parecía a su tío Oscar”.
El nombre se hizo popular en 1934, cuando el periodista Sidney Skolsky lo usó en su columna para hablar del premio a Katherine Hepburn como la mejor actriz. Sin embargo la Academia no lo empleó de forma oficial hasta 1939. El evento se distingue mundialmente por sus ceremonias anuales conocidas popularmente como «la entrega de los Oscar de Hollywood» y es visto por cientos de millones de personas en los cinco continentes. Así que ¿quién no conoce hoy a Oscar?
Pero los premios de la Academia de Hollywood no siempre han gozado de la atención de los medios de comunicación mundiales. Al principio sus estrellas no eran tan conocidas, no había “alfombra roja*” ni desfiles con ostentosos atuendos. La gala consistía simplemente en una tranquila cena en la que ya se conocía de antemano quienes eran los ganadores.
El 16 de mayo de 1929 se llevó a cabo la primera ceremonia de los Premios Óscar, concedido a los mejores de 1927 y 1928. Fue durante una cena privada, desconozco si con orquesta y baile, en el Hotel Hollywood Roosevelt, en Los Ángeles, California. Los actores, actrices y demás asistentes iban llegando en sus lujosos vehículos hasta la entrada del hotel, donde un magro grupo de fans esperaban para ver de cerca a las celebridades. Asistieron 270 personas al evento ocupando 36 mesas de banquete. Las entradas costaron cinco dólares, incluida la cena y el presidente de la Academia, Douglas Fairbanks, fue el anfitrión de la ceremonia de presentación y entrega de los premios, que duró apenas quince minutos. Esta fue la única vez en que los Premios Óscar no se transmitieron por la radio después también televisión.
El primer ganador en la historia de un Oscar fue el actor suizo Emil Jannings (en la foto), por su actuación en The Last Command (El último Comando) y en The Way of All Flesh (El Camino de Toda Pasión), sin embargo, el actor tuvo que regresar a Europa antes de la ceremonia, por lo que la Academia acordó darle la estatuilla días antes, por lo que Jannings fuese el primer ganador del Óscar en la historia sin ceremonia. Al contrario de las ceremonias siguientes, un actor o director podía recibir un premio por múltiples obras en un año. Las personas ganadoras recibían su premio por todos los trabajos realizados en una categoría específica durante el periodo de calificación; por ejemplo, Jannings recibió el Óscar por dos películas que protagonizó durante ese periodo; Janet Gaynor a mejor actriz El Séptimo Cielo y Amanecer; otros premios fueron a Frank Borzage mejor director de drama (El Séptimo Cielo) ; Lewis Milestone al mejor director de comedia Hermanos de Armas; y la mejor película, y más cara de su época, fue Wings (Alas).
En aquella primera entrega de 1929, la Academia otorgó premios en doce categorías. Los ganadores se habían anunciado tres meses antes del evento, y algunas nominaciones se publicaron sin referencia a una película específica, como pasó con Ralph Hammeras y Nugent Slaughter, que recibieron nominaciones en la categoría ahora inexistente de efectos de ingeniería. Por otra parte, Charlie Chaplin y Warner Brothers recibieron un premio honorario cada uno. A Chaplin por su contribución total a la industria del cine y a Warner por innovar con la primera película sonora, The jazz singer.
A partir de la cuarta ceremonia el sistema cambió y las personas comenzaron a ser nominadas y premiadas por una actuación en particular en una sola película dentro del tiempo establecido por la Academia.
El anecdotario de los Oscar es casi infinito y requeriría de otra entrega, vean una muestra: Dustin Hoffman recogió en 1988 su segundo Oscar por el film Rain Man, dando el discurso de agradecimiento imitando a Raymond Babbit, el personaje autista que interpretaba en la película.
*La alfombra roja es un caso curioso que merece otro artículo.
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