Cuerpos de seguridad del Estado matan más personas que la delincuencia
El 52% de las muertes violentas ocurrió a manos de funcionarios de la FAES. Durante el año 2018 murieron más de 500 personas por “resistencia a la autoridad”
Durante el año 2018 se registraron 15 mil 853 homicidios y 5.280 muertes por resistencia a la autoridad en el ámbito nacional, lo que representa una tasa de 33,3% de homicidios por cada 100.000 habitantes. Las cifras evidencian una disminución con relación al período anterior, cuando se registraron 19.667 homicidios y 4.998 personas murieron por resistencia a la autoridad. Para ese período la tasa de homicidios fue de 25,4% por cada 100.000 habitantes, según datos oficiales divulgados por del Ministerio de Interior y Justicia.
Lo anterior demuestra un descenso de 7,9 puntos, es decir, 3.814 homicidios menos que en 2017, pero incrementaron las muertes por organismos de seguridad. Para la organización Monitor de Víctimas (MDV), los resultados estadísticos indican que mueren más personas a manos de funcionarios de distintas fuerzas de seguridad del Estado que por la delincuencia.
Letalidad policial
Durante el 2018, en Distrito Capital la organización MDV registró 1.364 homicidios, de los cuales 561 fueron por resistencia a la autoridad, siendo esta la primera causa de muerte, con 44% de los decesos. Según los datos documentado por MDV, las fuerzas de seguridad del Estado cada vez cobran mayor protagonismo en la violencia homicida caraqueña.
De acuerdo con MVD, cuerpos de seguridad como las FAES se han convertido en el organismo policial más letal, con 256 muertes, lo que equivale a 52% del total de las muertes. En contraste, en ese mismo lapso cinco funcionarios de las FAES fueron ultimados en situaciones violentas. Es decir, por cada uno de estos funcionarios fallecidos, en promedio murieron 51 personas.
Estos delitos son ejecutados con mayor frecuencia en las zonas populares de la capital y sus principales víctimas son hombres con edades entre 20 y 26 años de edad, en condiciones de pobreza.
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Modus operandi
La mayoría de las muertes por resistencia a la autoridad o “ejecuciones extrajudiciales” comparten el mismo patrón en el cumplimiento de las medidas que incluyen irrupción arbitraria y violenta en las viviendas de las zonas populares, destrucción y robo de los objetos del hogar, maltrato y tortura a las víctimas, que a veces se extiende hasta los familiares.
En varios casos reportados, los familiares fueron “secuestrados” o detenido por los cuerpos policiales, incluidos menores de edad.
Disparos al pecho, simulación de enfrentamientos, destrucción de la escena del crimen, falta de registro con la identidad de los funcionarios actuantes, ausencia de informe de autopsias, son algunas de las irregularidades cometidas por los funcionarios durante las actuaciones policiales.
Los familiares solo reciben un acta escueta de muerte y carecen de acceso a los expedientes. Tampoco hay detenciones de funcionarios investigados por delitos relacionados a estas muertes, lo que deriva en impunidad, según reseña el informe.
Violencia policial contra los presos
El viernes 24 de mayo se registró “una masacre” en los calabozos policiales de Acarigua, en el estado Portuguesa. La situación fue “controlada” por funcionarios de las FAES, en lo que fue calificado por las autoridades como un motín por un intento de fuga. En el hecho murieron 29 presos, mientras que 19 fueron heridos.