De antiguo izquierdista ahora hombre nuevo
Definitivamente, este gobierno parece un sketch de «Los Tres Chiflados». En la reciente rueda de prensa de Giordani y Merentes sobre el asunto del oro, realizada desde el Banco Central, se atravesó de pronto, telefónicamente, como es su costumbre, el Presidente, quien, ya se sabe, en un entierro querría ser simultáneamente el muerto y el que dice el discurso sobre el occiso, al punto que no soporta no ser el centro de atención hasta en una piñata. Preguntó el presi por la presencia de los medios en la rueda de prensa y Giordani, el Rey de la Pamplina Frita, le contestó que allí estaban todos. Pero Chacumbele, que ya conoce a su ganado, pidió que la cámara los mostrara. El camarógrafo movió la cámara por todo el salón y no se vio a nadie. Sólo estaba VTV y alguno que otro funcionario del directorio. Nadie más. Chacumbele protestó. «¿Pero cómo es esto? ¿No invitaron a todos los medios?». El Rey de la Pamplina y su carnal Merentes no se atrevieron a decirle que ellos no hacían sino seguir la pauta establecida por el propio Gran Caporal, a quien no tienen acceso los medios nacionales y sólo concede entrevistas a los internacionales. Cobardes como son ante el amo, se calaron el regaño y hasta sus burlas, puesto que consideró la rueda de prensa nada menos que «escuálida». Pensar que muchos de los servidores de Chacumbele fueron izquierdistas en tiempos anteriores a su gobierno, de aquellos que no se calaban abuso alguno, siempre protestones y gritones, y ahora uno los ve sumisos, calladitos ante el jefe, incapaces de discutirle nada y recibiendo sus burlas con placer masoquista, porque el hombre se fijó en ellos. Esos son los «hombres nuevos». Qué miseria.