De la infinitud de la estupidez humana, por Simón Boccanegra
Decía el sabio Albert Einstein que había dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana. Leyendo la última declaración política del PCV, en la cual acusan a la oposición de estar adelantando un plan de secuestros de personalidades diplomáticas con la finalidad de desestabilizar al gobierno, queda palmariamente demostrada la segunda parte del axioma de Einstein.
Ni siquiera el rescate de las víctimas de los secuestros y la noticia acerca de las particularidades de sus plagios indujeron un nanosegundo de reflexión en las oxidadas neuronas de los integrantes del Buró Político de los comunistas.
Imagina este mininicronista que los ñángaras quieren hacer un esfuerzo para que el psuvismo les aumente la minúscula cuota (un candidato) que suele regalarles en cada elección parlamentaria o de cualquier tipo que exija la presencia de varias candidaturas.
De allí esas declaraciones complacientes, en el fondo adulonas. De ese solitario representante del comunismo el PSUV no tiene que temer ninguna trastada. Su máximo esfuerzo para asomar un perfil propio es como este que comento: Acusar a la oposición de cometer los secuestros. La cosa es tan tarúpida que ni siquiera vale el trabajo que habría que tomarse para refutarla.
Lo curioso es que los ñángaras, que viven en un país donde el propio minpopo del interior admite que el 20% de los delitos son cometidos por policías, y que este porcentaje, sumado al global, hace del nuestro uno de los países más violentos del mundo, no encuentran qué o cuál responsabilidad señalar de este desastre que la de la oposición. ¡Se necesitan bolas!
Deja un comentario