¿De quién es la culpa de la inseguridad? ¡Del Gobierno!
Mucha gente, sobre todo en los sectores que habitan las barriadas populares, tiende a creer que por ser el de la inseguridad un problema crónico, que viene desde muy atrás, el gobierno no tiene mayor responsabilidad en los espantosos niveles de delincuencia existentes en la actualidad y por eso no lo responsabilizan directamente.
Es verdad que el de la inseguridad y la delincuencia es una calamidad que siempre ha existido. Sin embargo, nunca antes había habido la cantidad de homicidios que ahora tiene lugar cada año. La diferencia con hace diez años es abismal. Hasta hace poco el secuestro era un delito casi inexistente en nuestro país. Ahora tiene categoría de epidemia. Todas las formas de despojar a la gente de lo suyo desde vehículos hasta carteras de mujer, desde el dinero en los bancos hasta viviendas completas- ya ni siquiera se denuncian, tal es su profusión.
¿Es esto casual, producto sólo del crecimiento de las ciudades y de los graves problemas sociales existentes? Podría decirse que en parte, pero la expansión brutal del delito es responsabilidad absoluta del gobierno. Es imposible pensar que se puede reducir a cero la delincuencia, pero si es posible contenerla y limitarla. Otros países lo han logrado y aquí no. Quiere decir que algo está fallando en la manera como el gobierno maneja el problema.
En efecto, lo maneja muy mal.
Las policías, incluyendo la Guardia Nacional, los tribunales y las cárceles constituyen un sistema de seguridad ciudadana que en nuestro país está corrompido y es muy ineficiente. Por tanto, no es parte de la solución sino una parte muy grande del problema de la inseguridad.
Primero, las policías en general, incluyendo la Guardia Nacional, tienen personal escaso y mal pagado, están mal entrenadas, están fuertemente penetradas por malandros y, para colmo, están partidizadas.
El Cicpc, confesión de parte, deja sin investigar el 93% el los homicidios. La impunidad es un incentivo adicional para el delito. Por este desastre policial el principal responsable es el gobierno.
Segundo, porque los tribunales en su mayoría están integrados por jueces provisorios, y tienen militancia en el partido de gobierno; administran justicia según los deseos de este. Juez que no cumpla con esto, pierde el cargo y va preso. Ahí está la juez Afiuni. La justicia es lenta y eso es causa de conflictos e impunidad. La Fiscalía de la República es una agencia partidista, existente para complacer la voluntad del gobierno. Cuando lo pierde de vista, Atila se lo reclama públicamente. Por este desastre judicial el único responsable es el gobierno.
Tercero, las cárceles en lugar de operar como centros de reclusión y rescate de delincuentes, son espantosos depósitos de seres humanos, verdaderos antros infernales, considerados los peores de América Latina. Generan delincuencia sobre delincuencia. El gobierno es el único responsable del desastre carcelario.
¿Cómo pueden muchas de las principales víctimas de la horrible expansión de la violencia hamponil creer que el gobierno no tiene nada que ver con el asunto? Si la culpa no es el gobierno, entonces, ¿de quien es?