Dejar atrás a los rivales, por David Somoza Mosquera
¿Las estrategias competitivas deciden el destino de una empresa? La respuesta es sí y, sin ánimo de exagerar, es muy difícil para una compañía sobrevivir sin este tipo de estrategia, tomando en cuenta las constantes presiones a las que puede estar sometida ante la multitud de alternativas que hay en el mercado para los consumidores.
Ante ello, es crucial para una empresa desarrollar una serie de características que la diferencien de la competencia y que le permitan conseguir una posición ventajosa en el mercado y obtener mayor rentabilidad. Y esto se logra, en gran medida, a través de las estrategias competitivas, que permiten generar dos aspectos que son claves para los negocios y estos son: ventas y beneficios.
Así que las estrategias competitivas ocupan un lugar privilegiado dentro del conjunto de estrategias empresariales, pues permiten a una organización producir o vender bienes de forma más efectiva que otra. Su objetivo es, precisamente, desarrollar una ventaja competitiva sostenible.
Ahora bien, ¿qué es exactamente una estrategia competitiva? OBS Business School la define como el plan de la empresa que, orientado a largo plazo, le ayuda a explotar sus fortalezas, desarrollar nuevas capacidades y aprovechar oportunidades para obtener una posición de ventaja en el mercado. Por estas y otras razones, es que se considera una de las estrategias que decide el destino de una compañía.
De manera que establecer las estrategias competitivas es fundamental para que una empresa pueda adaptarse a los cambios frecuentes del mercado, a las necesidades los clientes y alcance los objetivos que se ha propuesto. En este sentido, el investigador Michael E. Porter, ha identificado cuatro tipos de estrategias competitivas que pueden ser aplicadas en una empresa según los resultados que se deseen. Estas son:
-Diferenciación. Las empresas que utilizan esta estrategia ofrecen a sus clientes productos o servicios únicos. Para desarrollarlos, frecuentemente realizan fuertes inversiones.
-Líder de costos. Las compañías compran productos a muy bajo precio, les añaden un margen mínimo y mantienen un precio de venta final muy barato. La idea es ser el proveedor más barato de un bien o servicio.
-Estrategia de enfoque. Es similar a la estrategia de líder de costos, exceptuando que el foco se hace en un nicho de mercado concreto.
-Diferenciación de bajo costo. En lugar de comercializar un producto o servicio como el más barato, la empresa se concentra en un subconjunto específico del mercado.
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Pero las empresas también deben tener claro que para que las estrategias competitivas sean realmente efectivas estas deben basarse en estudios pormenorizados que permitan comprender exactamente en qué posición se sitúan con respecto a la competencia.
Además, es importante que la compañía identifique sus puntos fuertes y débiles, así como los de la competencia, porque eso la ayudará a tener una visión más concreta y profundizar en la línea que debe seguir.
De esta forma, como bien dice OBS Business School, la empresa será capaz de dejar atrás a los rivales y sentar las bases para un futuro empresarial exitoso, donde la atracción y retención de clientes no sean un problema.
David Somoza Mosquera es especialista en temas de negocios y manejo de capital humano.
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