Del machismo y la contrarrevolución, por Simón Boccanegra
No hay anti imperialismo ni nacionalismo que justifique las cosas que ayer dijo Chávez de Condoleezza Rice. No fue un chiste de doble sentido sino de un único sentido, grosero y balurdo. Una procaz desmesura machista y racista, que ofende tanto a la mujer como a todos los venezolanos, cuyo orgullo nacional Chávez pretende levantar frente a las intromisiones del gobierno norteamericano en nuestros asuntos. Me gustaría conocer alguna reacción, desde el chavismo, pero en particular de las mujeres que acompañan “el proceso”, frente a las palabras de Chávez ayer sobre la señora Rice. No son para reírlas ni para excusarlas, buscándoles un inexistente significado “anti imperialista”.
Fidel, a quién Chávez seguramente no pretenderá dar lecciones en esta materia, jamás ha rebajado su discurso a ese nivel de indigencia política y humana. No, en esa chocarrería no hay anti imperialismo ni nacionalismo ni nada noble, sino un brutal desprecio por la mujer y por los negros ( “Yo no haría ese sacrificio por la patria” ). No se necesita ser Freud para percibir todo el fondo de discriminación y supremacismo machista que subyace en esas “bromas” indignas. El machismo y el racismo, Hugo Chávez, son contrarrevolucionarios.