Demanden a Cicerón, por Simón Boccanegra
Pensando en la demanda que inventó José Vicente, este minicronista se ha preguntado quiénes podrían sentirse animados a sacarle las castañas del fuego al ministro de la Defensa. Ninguno de los que aparecen en el renglón de los «institucionalistas» tendría por qué hacerlo puesto que esa condición no agravia a nadie. Entre los «revolucionarios», los que son chavistas de verdad no pueden ver agravio en esa calificación y los que no lo son tampoco van a salir a demandar aduciendo que los colocaron en la lista equivocada. Serán pendejos. Entre los «disidentes», los que en verdad lo son, por eso mismo no van a hacerle el juego a Rangel. Quedarían los que en verdad no son «disidentes». ¿Demandarían? ¿Para qué? ¿Para hacer ver que son chavistas, si todo el mundo lo sabe? Sería demasiada jaladera. Además, ¿qué demanda? ¿Civil? ¿Penal? Como se ve, a José Vicente, no acostumbrado a manejar armas de fuego, el tiro le sale por la culata. Por otra parte, a quien le tocaría la demanda es a la DIM, que fue quien hizo la clasificación. O a Cicerón, que es quien anda por ahí repartiendo documentos.