Despega el turismo «premium»: Es más económico viajar a Cancún que a Canaima
Las políticas públicas orientadas a la actividad turística en Venezuela están dedicadas, casi exclusivamente, a las esferas más altas de la sociedad y su práctica del turismo «premium». En el Día Internacional del Turismo, TalCual recalca la desigualdad de un servicio que no contempla al 90% de la población
Abordar una curiara (embarcación de remo de confección indígena) para recorrer las aguas del Parque Nacional Canaima, contemplar los tepuyes y hacer una excursión hacia el Auyantepuy para observar el imponente Salto Ángel sería una agenda que redondearía un día vacacional inolvidable.
El Parque Nacional Canaima cada vez recibe a más viajeros. Es una locación famosa incluso entre personalidades extranjeras, pues no son pocas las veces en las que se ha difundido la presencia de algún influencer, actor o cantante en las benditas tierras del municipio Gran Sabana del estado Bolívar.
Lo que debería ser una evidencia del resurgir de la industria turística en el país, no es más que una ilusión a la que pueden acceder solo los privilegiados que forman parte de la «burbuja», ese 10% de la población que se ha beneficiado del rebote económico que experimentó el país en el último año.
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Paquetes turísticos con precios de entre $650 y $1.100 inundan las redes sociales en forma de publicidad. El ciudadano promedio solo observa y pasa a la siguiente publicación, ni siquiera lo piensa, no le alcanzan los cobres.
El salario promedio de un trabajador del sector privado alcanza apenas los $126,5 mensuales, según cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) hasta agosto de 2022. Si se considera la administración pública, la cifra cae a aproximadamente $21 de remuneración mensual (depende del tipo de cambio del día).
Para pagar los paquetes más económicos a Canaima, un empleado del sector privado tendría que dedicar el salario íntegro de 154 días laborales, alrededor de unos siete meses sin hacer ningún otro gasto. Para el trabajador de la administración pública el ahorro tendría que ser de 928 días de trabajo, unos 40 meses.
Evidentemente, es una realidad fuera del alcance de la enorme mayoría de los venezolanos que viven el día a día intentando solucionar sus necesidades básicas.
Para muchos resulta más rentable, incluso, optar por un paquete turístico en el extranjero. Aunque los precios de los boletos aéreos pueden reducir el margen de acción de los temporadistas—especialmente en viajes a otros continentes—, los costos por estadía pueden ser considerablemente más bajos que los locales.
La agencia de viajes Turaser Travel publica en su página web sus paquetes turísticos. Al hacer un par de clics, destaca de inmediato el contraste entre un viaje a Canaima por precios desde $1.050 para tres noches frente a la estadía en circuitos de Turquía desde $226. Claro está, el pasaje empareja las cuentas, puesto que viajar a Ankara puede superar los $1.000, mientras que los planes al Parque Nacional Canaima suelen incluir el vuelo.
Turaser Travel destaca también otros planes, un poco más cercanos, con precios desde $133 para Cancún (México) o $112 a Punta Cana (República Dominicana), que parecen un poco más accesibles al bolsillo del venezolano. La misma agencia ofrece viajes desde $500 para la localidad mexicana y desde $380 para la dominicana, por lo que los precios quedan por debajo de los $1.000 de Canaima.
El hecho de que una estadía nacional resulte más costosa que una internacional podría parecer una situación típica de las distorsiones presentes en la economía economía venezolana, pero expertos del sector sostienen que no es necesariamente una irregularidad.
Turismo «premium» para pocos
Más que una práctica incorrecta, se trata de una estrategia de mercado. Las empresas encargadas de ofrecer servicios turísticos apuntan precisamente a la población más adinerada del país.
Así lo explica a TalCual el presidente de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), Nicola Furnari, al explicar que destinos como Canaima se pensaron siempre como lugares «premium» y que apuntan a un target que podría acercarse a representar apenas un 3% de la población.
«Hay unos destinos que son premium. Estos destinos son para atender un nicho de mercado muy concreto. Están destinados a un porcentaje de la población que no llegará al 3%», razonó.
Hay diferentes factores que explican los elevados costos de Canaima y Los Roques que, según el monitoreo de Avavit, se mantienen junto con Margarita como los destinos con mayor actividad turística con pernocta.
Para Furnari, antes de comparar con destinos en el extranjero es necesario evaluar las condiciones de las localidades. En el caso de Canaima y Los Roques, son destinos en los que se instaló una infraestructura de servicios más personalizados y son zonas geográficas más exclusivas. En ambos casos, solo se puede acceder a estas zonas vía aérea y lo mismo aplica para todos los bienes y servicios que se ofrecen en las posadas.
Por otra parte, son locaciones con posadas pequeñas y no una gran red hotelera. La oferta reducida de habitaciones implica un incremento de los precios, pero también un esfuerzo por las empresas de ofrecer los mejores servicios posibles. El lujo, la exclusividad y la atención personalizada explican los elevados precios.
«Mucho tiene que ver el tema de la accesibilidad. Es costoso llevar productos. Todo lo que llega a Canaima se lleva en avión. Igualmente en Los Roques», destacó.
Otro factor que guarda relación con un incremento de los precios es la deficiente prestación de servicios públicos, que obliga a los privados a buscar alternativas para cubrir las necesidades de sus clientes.
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Mérida, por ejemplo, es un estado con un enorme potencial turístico que actualmente se desaprovecha por la crisis energética que sufre esta región del país. Con apagones diarios, los temporadistas descartan el destino. La solución es buscar plantas eléctricas, pero los precios se disparan.
«A Mérida la tiene azotada el tema eléctrico. Todos los días se va la luz, entonces como turista, nadie quiere ir a pasar trabajo. Hace que las tarifas aumenten porque los hoteles casi todos tienen planta eléctrica, pero deben comprar combustible. Eso es parte de lo que ha encarecido el funcionamiento de los hoteles y eso lo debe garantizar el Estado», insistió.
Esta es la situación que se presenta en Nueva Esparta, donde las tarifas aumentaron porque los hoteles sufrieron un incremento en sus estructuras de costos al verse obligados a adquirir combustible constantemente para alimentar las plantas eléctricas.
Incluso la seguridad acaba por tener peso, pues dependiendo del perfil del hotel, es habitual que contraten personal de seguridad para resguardar a sus temporadistas, lo que se traduce en un servicio adicional que aumenta los precios.
Estos factores podrían explicar la diferencia entre las tarifas venezolanas y las de un país con condiciones más habituales y un perfil con mayor orientación hacia el turismo y grandes redes hoteleras que industrializan —y por lo tanto abaratan— el servicio.
«Hay destinos internacionales que tienen hoteles con 2.000 habitaciones. Sus bufés tienen capacidad para atender a 1.000 personas. Eso no sucede aquí», aclaró Furnari.
La presidenta de la agencia de viajes Premiere Gold Travel, Dora Ríos, coincide en que la conectividad y los servicios son el principal obstáculo del sector.
«La oferta de conectividad aérea es limitada. Además, la falta de servicios básicos, como la luz y el agua, hacen que la oferta de alojamiento también se limite», destacó.
Impulsando el turismo por dinero
El éxito del turismo «premium» ha abierto las puertas a la expansión del negocio. Mientras que la pandemia provocó una caída del 15% en la cantidad de agencias de viaje que operaban en 2019, se empieza a evidenciar un aumento puntual de la creación de posadas y paquetes turísticos específicamente a Los Roques y Canaima.
La inversión está enfocada en los destinos de lujo y los permisos para invertir se conceden a través del Gobierno. Para instalar una posada se requiere una licencia del Ministerio de Turismo y formar parte del Registro Turístico Nacional, por lo que el Gobierno tiene presente este resurgir de la actividad turística de lujo.
El chavismo no solo tiene identificada la situación sino que empieza a aplicar políticas públicas para promover este tipo de turismo. No en vano, el Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA) empezó a comercializar boletos para viajes en ferry que parten desde La Guaira con ruta hacia Los Roques.
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Aunque los precios de los boletos hacia Los Roques por ferry son mucho más accesibles, la estadía y los servicios en el archipiélago mantienen el rango de precios «premium».
#SabiasQue puedes ir a Los Roques en Ferry 💪🏻👏🏻👏🏻👏🏻👍🏻 #LosRoques #Ferri #Vzla #Playas pic.twitter.com/5PY02sTE5d
— 🟣MariJó Bendito (@GochaSuper) March 18, 2022
Una iniciativa similar fue impulsada por el Gobierno a inicios de 2021, en medio de las restricciones de movilidad que el mismo chavismo impuso por motivo de la pandemia. En aquella oportunidad, la estatal Conviasa empleaba la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, conocida como La Carlota, para hacer vuelos comerciales hacia Los Roques, aunque está prohibido porque la base aérea fue declarada zona de seguridad militar en 2002.
Ahora una nueva ventana para incentivar este tipo de actividad turística se abre con la recién promulgada Ley Orgánica de Zonas Económicas Especiales, que establece condiciones especiales para la operatividad de las empresas en zonas explotables industrial y comercialmente. Estas incluyen algunas localidades turísticas.
El pasado 20 de julio, Nicolás Maduro anunció la creación de las Zonas Económicas Especiales de La Guaira, Margarita y la Isla La Tortuga, territorios en los que se promueve el turismo.
«Las Zonas Económicas Especiales aún están en pañales, pero esperamos que sean favorecidas con condiciones favorables para tener el crecimiento turístico que esperamos», insistió Furnari.
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Este proceso va de la mano con los acuerdos bilaterales firmados por el Gobierno con sus principales aliados. Ya hay acuerdos turísticos con Rusia, Irán, Cuba y Turquía. Gracias a eso, en medio de tantas restricciones se mantiene la conexión aérea directa con estos países y facilidades para hacer turismo.
Gracias a estas políticas, Nueva Esparta recibió a al menos 10.000 temporadistas rusos en el transcurso de 2021. En 2022 la caída es prácticamente del 100% ya que no hubo más viajes desde que Rusia invadió a Ucrania y no habrá mientras se mantenga el conflicto en Europa Oriental.
Alternativas low cost surgen solas
Al margen de un chavismo que, pese a su discurso anticapitalista no hace nada por reducir las desigualdades, las agencias de viajes y posadas encuentran sus propias estrategias para mantenerse competitivas y atajar el nicho de mercado menos pudiente.
Los paquetes full day se han popularizado en los últimos dos años. Viajes de uno o dos días que cubren traslado terrestre, alimentación básica y guía turística son el común denominador en la movilidad de los temporadistas.
Furnari aclara que esta tendencia no se considera turismo, al menos tradicionalmente, debido a que no activa al sector hotelero y tampoco los servicios en las localidades visitadas, pero reconoce el impulso de esta actividad.
«Muchas de nuestras agencias y mayoristas están explotando ese nicho de mercado, justamente por la capacidad de compra del pasajero. Estos «full days» son más accesibles y un grueso de la población los puede costear», destacó el vocero de Avavit.
Estos viajes se enfocan principalmente en la costa, las playas, pero también hay planes de viajes a destinos menos tradicionales y representan una alternativa a considerar para conocer el país.
Las agencias de viajes también han tenido que adaptarse a la realidad del mercado y reducir los precios de sus paquetes en los destinos turísticos menos exclusivos.
La agencia de viajes Premiere Gold Travel comentó a TalCual que sus paquetes más económicos tienen como destinos Falcón, Barcelona y Vargas, con un rango de precios que se ubica entre los $90 u $110 cada noche por persona, con traslados, alimentación y bebidas incluidas.
El servicio más contratado en esa agencia de viajes, sin embargo, es el de Margarita, que contempla unos $130 de boleto aéreo sumado a unos $55 la noche por persona con todo incluido.
Incluso los paquetes más económicos ofrecidos por agencias de viajes igualan o superan la remuneración mensual de los trabajadores. Hasta que esta relación de precios y salarios no cambie, el turismo seguirá afectado.
«El turismo interno se ve afectado por el poder adquisitivo de las personas. Hasta que no tengamos un porcentaje grande con salarios que permitan hacer turismo y visitar parte de nuestro país, va a ser difícil. Hay que trabajar. Es complejo», sostuvo.
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