Diálogo de sordos, por Reinaldo J. Aguilera R.
Twitter: @raguilera68 | @AnalisisPE
Con un nuevo llamado en puertas para iniciar «otra vez» un diálogo entre régimen y oposición en una Venezuela convulsionada por demás, no podemos dejar de pensar en las múltiples oportunidades que ya se han perdido por no decir otra cosa y con lo que no se ha llegado prácticamente a nada que beneficie a la ciudadanía, más allá de beneficiar a los participantes en dichas reuniones por decir lo menos.
A estas alturas, solo con el régimen de Nicolás Maduro se han establecido cinco (5) mesas de conversaciones (incluida la de Barbados), una cifra que aumenta hasta 9 en 24 años si tomamos en cuenta el gobierno de su mentor y predecesor Hugo Chávez, quien falleció en marzo del 2013.
Tenemos entonces que ha participado Raimundo y todo el mundo en los famosos diálogos, Colombia, Ecuador y Brasil –todos miembros de Unasur– y el enviado del Vaticano, Aldo Giordan, como intermediarios, sin dejar por fuera a Noruega, hasta el Papa Francisco le ha escrito directamente a Maduro y no ha sucedido nada, por lo que tristemente podemos pensar que en una nueva ronda de conversaciones tampoco pasara nada.
Sin embargo los acontecimientos recientes y que aun están en desarrollo, podrían modificar las cosas, por una parte la reciente liberación de Alejandro Andrade, ex tesorero del fallecido Hugo Chávez, quien se convirtió en uno de los colaboradores más estrechos de Washington en las investigaciones sobre corrupción en Venezuela, por lo que recuperó su libertad el pasado miércoles, de acuerdo con la Oficina Federal de Prisiones.
Se sabe que en octubre del 2021, recibió una reducción del 65% de su condena original de 10 años de prisión, pues se declaró culpable y se le condenó en octubre de 2018 por haber participado en una asociación ilícita para lavar más de mil millones de dólares de sobornos vinculados con el régimen Chavista en Venezuela, repito y en mayúsculas MIL MILLONES de dólares, lo que habrá contado y declarado seguro tiene más de loco a algún chavista, no duden de eso.
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Por otra parte, el bombazo soltado por el juez federal Robert Scola en el caso de Alex “el Clapturado” Saab, respecto a que el detenido y aliado cercano del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cooperó en secreto con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés) durante casi un año a partir de 2018, proporcionando a los agentes información sobre los sobornos que pagó a funcionarios venezolanos, debe al igual que lo de Andrade, tener a los allegados al régimen muy pero muy preocupados.
Lo cierto es que los que estén implicados seguramente pensaran en que deben llegar a algún tipo de acuerdo y el sitio para hacerlo es justamente en una mesa de diálogo, en la que según las técnicas de resolución de conflictos, ambas partes deben ceder algo para poder avanzar y destrancar el juego que mantiene a todo un país cuesta abajo en la rodada.
De ser así, quizás se podrá llegar a algo positivo y digo quizás porque hasta ahora no ha habido resultados reales mas allá de los acuerdos parciales que han derivado en liberación de algunos presos y otras cosas que no tienen el peso verdadero que se requiere para anunciar un avance hacia un mejor país.
Finalmente y para dejar algo en contexto, tenemos que según el Banco Interamericano de desarrollo, el colapso en que se encuentra la economía venezolana no tiene precedentes, la economía se contrajo un 70% entre 2013 y 2019, a lo que se sumaría una reducción esperada del 30% en 2020 y hoy en el 2022 sigue avanzando aunque se diga lo contrario.
Todo esto hace que se trate de una de las mayores crisis económicas del mundo, aunado a eso como parte de esta crisis, ha habido una estrepitosa caída del poder adquisitivo de los hogares, con un consiguiente incremento de la pobreza y de la desigualdad.
Asimismo, otros indicadores sociales, como los relacionados con la alimentación y la salud, se han deteriorado sustancialmente y la provisión de servicios básicos se ha desmoronado, ni hablar del aspecto de seguridad y paren ustedes de contar, la cosa no pinta nada bien así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. es Abogado. Master en Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública de George Washington University/UCAB.
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