¿Diálogo?, ¿Primarias?, ¿Sanciones?, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
Se mueve el tablero geopolítico mundial y con ello cambia el ajedrez político venezolano. Estados Unidos cede en materia de sanciones hacia Venezuela. Como consecuencia de esto, el diálogo entre la administración de Nicolás Maduro y parte de la oposición parece reavivarse. En paralelo a todo esto, un grupos de toda la clase política que adversarmos a quienes hoy ejercen el poder en Miraflores, anuncian primarias para escoger al candidato presidencial que se enfrentará al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en las elecciones previstas para 2024.
Mientras en los medios de comunicación y en redes sociales ocupan los principales titulares el diálogo, las primarias y las sanciones internacionales; la abuela de La Palomera de Baruta, mi amigo el obrero de Santa Bárbara del Zulia, o la profesora universitaria de la Universidad de Oriente (UDO); siguen pasando penurias ante la falta de soluciones reales a los problemas de los venezolanos que vayan más allá de la política. Por ello dedico estas líneas a explicar mi posición en relación a cada uno de estos temas tan importantes y trascendentales que tanto centimetraje mediático han cobrado en las últimas horas.
Sanciones
A diario pregunto ¿cómo es posible que como país hayamos perdido tiempo tan valioso por un grupo de venezolanos que apostó a asfixiar a Nicolás Maduro y sencillamente terminó agobiando –aún más– a los venezolanos de a pie?
Seamos honestos, este país necesita que se le hable con la verdad. ¿Cuántos jerarcas rojos o amigos aliados del oficialismo dejaron de hacer negocios por las sanciones internacionales? Lo que sí sabemos es que más madres venezolanas tuvieron que cocinar a leña por las secuelas de estas.
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Sabemos, y podemos escribir un libro entero, explicando que la crisis actual no es culpa de las sanciones. Esta reflexión no busca exonerar al Gobierno de la atroz tragedia humanitaria en la que nos ahogaron a todos. Los responsables son ellos y la enorme corrupción que hicieron imperar en el país. Pero tampoco es menos cierto que estas medidas impuestas desde el extranjero, violentando nuestra soberanía, sólo vinieron a dificultar más la vida de nuestros ciudadanos.
No hay que ser un erudito o físico nuclear para entender que las sanciones no lograron sus objetivos. Lo habíamos advertido antes: Tenemos los ejemplos de Cuba, Irán, Corea del Norte; cuyos habitantes llevan años viviendo la doble tragedia de las medidas internacionales y sus respectivos regímenes totalitarios.
Diálogo
Cuando manifiesto que el diálogo parece avivarse o reavivarse es porque no hay nada más incierto en este país que las “negociaciones” entre Gobierno y el ala más radical y abstencionista de la oposición venezolana. Si, sé que son tiempos de abonar el camino del entendimiento y la reconciliación pero no podemos tapar el sol con un dedo.
Y aunque desde ya abogamos porque cualquier proceso de entendimiento que se produzca, bien sea en México, Japón, Machurucuto o el Salto Ángel, de soluciones reales a la crisis venezolana; no podemos hacernos demasiadas esperanzas respecto a este tema.
Como independiente y sumada a un grupo de hombres y mujeres con liderazgo real en diversas regiones del país; hemos planteado la necesidad de no nuclear el diálogo en las cúpulas políticas. Creo firmemente que debemos dar amplitud al proceso. Voy mucho más allá. Antes de abordar el avión para cualquier país que sea escenario de un diálogo oficial debe haber un proceso serio y profundo de negociación y entendimiento entre los propios actores de la alternativa democrática, de las diversas caras de esta.
Llevo días preguntándome cómo es posible que la Unión Europea tuvo que convocar a una reunión para que coincidieran varios dirigentes de los partidos que debieran estar operando codo a codo en función de solventar la crisis y preparar una única figura para 2024. Todos somos necesarios, nadie solo puede. Esta es una lección que parece no haberla entendido mucha gente hasta ahora.
Primarias
Particularmente creo que debemos caminar y masticar chicle a la vez. ¿Por qué caigo en este cliché? Mientras la oposición va por la escalera, el Gobierno va en ascensor y a toda mecha. 2024 está a la vuelta de la esquina y si seguimos esperando a última hora para prepararnos, pues estamos destinados a seguir sumando fracasos a la larga lista electoral de los últimos 22 años.
Es necesario avanzar en primarias. Si. Pero no pueden ser primarias exclusivas donde se imponga un “alacranometro” donde solo puedan participar los puros, la raza dominante, dejando de lado a liderazgos importantes que han optado por mantenerse siempre en la vía electoral.
El 21N quedó demostrado en números que si sumamos todos podemos frenar el avance del malditismo. En caso contrario le estamos sirviendo la mesa a Maduro para seguir entronado en Miraflores.
Los venezolanos más que Unidad, traduciéndola en el slogan del pasado reciente, quieren unión entre todos. En el interior, en ese país que va más allá de Twitter, es poco lo que le importa el tema de la judicialización de los partidos, pero si están clarísimos que es hora de volver a los puntos de encuentro para hacer un sólido bloque. 2024 nos necesita a todos remando en la misma dirección. ¡Por el país, hagámoslo!
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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