Diosdado versus la libertad de expresión, por Simón Boccanegra
Diosdado Cabello anuncia sendas demandas judiciales contra Carlos Genatios y nuestro diario. Ninguna de las dos tiene ni pies ni cabeza y menos en un país, donde acosada y todo (para muestra ese botón), sobrevive la libertad de expresión. Genatios no hizo otra cosa que citar una frase de Cabello, quien dice haberla desmentido en su momento pero que mucha gente dice haber oído, según la cual a quien no le guste lo que vive hoy el país que se vaya. Genatios ni difamó ni insultó o agravió a Cabello, simplemente lo citó, como ya apuntamos antes, y el diario apenas si publicó el artículo de su colaborador regular, Carlos Genatios. Por cierto, TalCual no censura a sus colaboradores, quienes son libres de escribir según se los dicte su propia opinión. La del diario aparece diariamente en sus editoriales.
Esa sí es la opinión de TalCual en tanto que medio de comunicación. La demanda de Cabello, por tanto, de concretarse, se añadiría a la permanente tentativa del oficialismo por constreñir los límites de la libertad de expresión.
No es casual, ni es la reacción de un alma ofendida porque no hay tal ofensa sino parte del mismo proceso de hostigamiento al pensamiento libre por parte de un régimen que lo quiere regimentado y ajustado a la opinión oficialista. No lo han logrado e imposible será que alcancen ese objetivo, a menos que cierren el diario -pero no cabe duda de que continuarán intentándolo. Intimidar, procurar autocensura, forman parte de las metas que el gobierno quisiera alcanzar, sin atreverse, todavía, a optar por la censura pura y dura. De este diario no esperen ni una cosa ni la otra, ni nos asustarán ni nos obligarán a establecer censura interna.