Diplomacia en pelota, por Simón Boccanegra
Mañana sábado tendremos una jornada beisbolera de gran envergadura. Juegan en Valencia los Indios de Cleveland y los Astros de Houston. Omar Vizquel contra Richard Hidalgo. Candela pura. A su vez, en Santo Domingo, el Orgullo de Sabaneta, después de despojarse de los arreos académicos del doctorado honoris causa, se irá al stadium a tirar la caimanera de rigor. Desde que chinos y yanquis descongelaron sus relaciones a partir de un juego de ping pong, el mundo no había contemplado otro cultor de la diplomacia deportiva más activo que Hugo. Borinquen se le escapó porque sólo estuvo allí unas horas. Lo malo es que el presidente siempre arma unos equipos que dan lástima. Pronto será conocido como La Sopa del Caribe. Eso sí, en el Aló Presidente que va a transmitir desde Quisqueya, no vaya Hugo a denunciar como un nuevo ejemplo de la conspiración de los medios de comunicación el que estos le den mayor centimetraje al juego de Valencia que al suyo. Aunque si a ver vamos, así como noticia es que un hombre muerda a un perro y no al revés, noticia no es que Vizquel juegue pelota sino que lo haga el presidente de la República.