Doble moral, por Simón Boccanegra
Las contradicciones de Chacumbele son infinitas. Por un lado, califica de «traición a la patria» el recibir financiamiento de organizaciones extranjeras, a todas las cuales emparenta, muy abusivamente, con la CIA, y por el otro le mete miles y miles de dólares a cuanto fogoncito chavistoide aparece en América Latina. Pero, además, lo hace impúdicamente: hay una partida en el presupuesto para tales fines. Por supuesto, como siempre le ocurre a los Rico McPato, mucha de esa plata va a parar a manos de vividores, que le sacan dólares con el cuento del «antiimperialismo» o del «ALBA» o de cualquier zarandaja parecida que tenga en órbita Chacumbele. O sea, todo el que reciba plata de una ONG europea, por ejemplo, es un «traidor a la patria», pero quien la obtiene del gobierno venezolano sería un luchador antiimperialista. Doble rasero, en definitiva. Supremacismo moral.Todo lo que yo hago, se dice Chacumbele, está bien, por ninguna otra razón de que soy yo quien lo hace.Yo tengo moral, se dice Chacu; los otros no. Aquí, prohíbe financiamiento extranjero, pero se calienta y reclama si algún gobierno del continente denuncia la intromisión del régimen chavista en sus asuntos internos. Los que reciben ayuda financiera extranjera son «mercenarios»; los que la reciben del gobierno venezolano son «patriotas». Doble moral.