Dólar paralelo retrocede hasta Bs 8,56 y da un respiro para el fin de semana
El jueves 25 de agosto, mientras que el dólar paralelo seguía en aumento, el BCV llevó a cabo una subasta en las mesas de cambio del sector bancario para ofertar $200 millones en efectivo
La vorágine causada por el tipo de cambio paralelo en la última semana da un descanso a la población venezolana este viernes 26 de agosto, debido a una caída de su precio en 8,2% para fijarse en 8,56 bolívares, según el promedio publicado por la cuenta Monitor Dólar Venezuela.
Debido a que el mercado cambiario abre el lunes y cierra el viernes, este monto genera algo de tranquilidad a la población, al menos durante el fin de semana, al permitir cierta estabilidad frente a la tendencia volátil que presentó en los últimos dos días, provocando cierre de comercios y compras nerviosas.
Con este cambio, se estrechó un poco el diferencial que ha mantenido toda la semana con el tipo de cambio oficial, que este viernes se cotizaba en Bs 7,83. Es decir, el paralelo es un 9,3% más costoso que el oficial. Durante unas horas del miércoles, esta diferencia llegó a ser del 40%.
A pesar de la leve disminución, los Bs 8,56 de este viernes denotan un aumento acumulado de la semana de 23,16% al escalar desde los Bs 6,95 que marcaba el tipo de cambio no oficial el lunes.
Sin embargo, el retroceso mostrado en la jornada de viernes en el mercado cambiario, apunta a que es una reacción momentánea. Se espera que a largo plazo siga en aumento y el bolívar se siga devaluando.
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El pasado miércoles se presentó la variación más importante del tipo de cambio paralelo, que escaló de Bs 7,32 a Bs 8,70 (18%) en tan solo 24 horas. En ese contexto, diversos periodistas con fuentes del sector bancario indicaron que el Banco Central de Venezuela (BCV) había convocado una subasta para el jueves 25 de agosto, con la finalidad de ofertar $200 millones en efectivo, en un intento por incrementar la oferta de divisas para contener su precio.
De acuerdo con la información que maneja el economista Hermes Pérez, antiguo jefe de Mesa de Cambio del BCV consultado por TalCual, no se efectuó una subasta el jueves, sino tres en el transcurso de la semana. Se habrían realizado los días 22, 23 y 26 de agosto. También especula que no se inyectaron $200 millones, sino una cantidad que podría ir entre $90 millones y $120 millones entre las tres operaciones.
Las intenciones del BCV son una incertidumbre, por lo que es difícil saber si mantendrán la intervención del mercado cambiario con otras colocaciones similares para controlar el tipo de cambio o si continuarán con su política de recorte de inyecciones.
De acuerdo con cálculos de la consultora Síntesis Financiera, el BCV habría vendido unos $1.700 millones en estas subastas a lo largo de 2022.
El economista José Guerra ha advertido durante meses que esta política es insostenible y que el Gobierno vacía poco a poco las reservas internacionales del país. En este sentido, ha hecho énfasis en que a medio y largo plazo el dólar seguirá subiendo sin un techo definido.
Posible política de ajuste
Pérez considera que la escalada del dólar experimentada en los últimos días podría ser una estrategia adoptada por el ente emisor para sincerar el precio del dólar.
Recuerda que el tipo de cambio conserva una brecha demasiado amplia con la inflación, pese a que ambos medidores usualmente van de la mano.
Durante 2021 la tasa de inflación acumulada registrada por el BCV alcanzó un 686%. En comparación, el tipo de cambio tuvo una variación de 321%. El aumento porcentual fue de solo la mitad. Esto quiere decir que los precios de los bienes y servicios se encarecieron mucho más que el dólar.
Este año, la tasa de inflación acumulada reconocida por el BCV hasta julio es de 137%. En contraste, el tipo de cambio hasta el 23 de agosto solo había variado un 36%. La brecha era aún más grande que el año pasado.
A raíz del incremento del dólar en la última semana, la variación porcentual del tipo se elevó a 71%, una tasa que disminuye la brecha que se había marcado con la inflación.
«Especulo, pero quizás el BCV observó esa enorme brecha entre la variación del tipo de cambio y los precios e intentó de reducirla. Entonces, redujo las intervenciones pero quizás no pudo medir el impacto de la enorme subida que tendría el tipo de cambio», razonó.