¿Dónde están los convocantes de las protestas de 2017?
Estuvieron al frente de las protestas antigubernamentales que ocuparon las calles venezolanas desde abril de 2017. Algunos se encuentran en el exilio, siguen trabajando en las comunidades o al frente de sus partidos
Autor: Luisa Quintero
A muchos dirigentes políticos se les vio dialogando con funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana o la Guardia Nacional, recibiendo los golpes, informando sobre las próximas acciones o dando una palabra de aliento: eran parte de la vanguardia en las movilizaciones que ocuparon a los venezolanos entre los meses de abril y junio de 2017 contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Pero algunos se preguntan dónde están los convocantes de las protestas, luego del bajón anímico de la ciudadanía tras las elecciones donde se eligieron a los representantes de la Asamblea Constituyente, convocadas de manera inconstitucional por el mandatario venezolano.
La dirigencia opositora evidenció sus divisiones internas en el último semestre de 2017, cuando la recién constituida ANC (de forma ilegítima) convocó a dos procesos eleccionarios: escogencia de gobernadores en octubre y alcaldes en diciembre.
La Mesa de la Unidad Democrática pasó a ser controlada por Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular mientras se discutía el participar o no en estos procesos; o por lo menos así lo denunciaban los dirigentes de partidos más pequeños como La Causa R.
Estas discusiones tomaron el escenario político y terminaron con la participación de la dirigencia en las protestas. Los diputados retornaron a sus labores en la Asamblea Nacional que no produjo leyes en el 2017 por el “desacato” impuesto desde el Tribunal Supremo de Justicia, mientras otros se iban de gira al exterior o el interior del país en busca de igualdades electorales o para consolidar su aspiración presidencial.
Los exiliados
Debido a las protestas, a varios alcaldes opositores se les acusó de promover las manifestaciones y los cierres de calles y avenidas conocidas como “guarimbas”.
El Gobierno hizo uso de su brazo legal (Tribunal Supremo de Justicia) y ordenó a los entonces alcaldes David Smolansky (El Hatillo, Miranda), Ramón Muchacho (Chacao, Miranda), Gustavo Marcano (Lecherías, Anzoátegui), Omar Lares (Ejido, Táchira) y Gerardo Blyde (Baruta, Miranda) mantener las vías de sus municipios despejadas.
Estas sentencias fueron parecidas a las aplicadas a Enzo Scarano y Daniel Ceballos durante las protestas de 2014, y por las cuales estuvieron detenidos en la cárcel militar de Ramo Verde.
Solo al alcalde Gerardo Blyde se le “permitió” seguir en el país. Los otros alcaldes caraqueños fueron perseguidos por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Tras días o semanas ocultos, fueron saliendo del país y se encuentran en Estados Unidos, donde han participado como voceros y víctimas de las violaciones a los DDHH por parte del gobierno de Nicolás Maduro en la Organización de Estados Americanos.
En el caso del exalcalde Lares se evidenció el recrudecimiento de la persecución. Su hijo fue detenido por el Sebin y trasladado a Caracas desde el año pasado. Desde ese momento no ha sido presentado en tribunales y sus familiares no han podido tener acceso a él.
Lares se encuentra en Colombia, donde ha denunciado al gobierno por las violaciones a los derechos humanos de su hijo, además de abogar por medidas migratorias que favorezcan a los venezolanos.
Otro de los dirigentes que está en el exilio es Antonio Ledezma. El exalcalde metropolitano escapó el 17 de noviembre pasado tras casi dos años de encierro. Desde entonces se encuentra radicado en España y viaja desde ese lugar solicitando una intervención humanitaria a varios países si la ONU lo aprueba.
La dirigencia joven
Fueron golpeados por funcionarios militares, recibieron lacrimógenas y perdigones, algunos vieron morir de cerca a los más de 100 fallecidos durante las protestas.
La generación de políticos de 2007, con algunas adhesiones nuevas, se colocó al frente de las manifestaciones diez años después de forma pacífica y trató de guiar multitudes bajo las directrices de los partidos.
Miguel Pizarro, Juan Requesens, Marialbert Barrios, José Manuel Olivares, Stalin González, Juan Andrés Mejía, Carlos Paparoni. Todos son jóvenes diputados que se mantuvieron con los ciudadanos, recibieron sus quejas y dieron palabras de aliento.
Algunos coinciden que uno de los errores en la conducción de las protestas en 2017 fue el prometer un cambio inmediato, y dar la impresión a la ciudadanía que la movilización constante era la clave para la renuncia de Maduro.
José Manuel Olivares explica que la dirigencia joven estaba “en el frente de lucha pero no en el centro de la toma de decisiones y pasaron muchas cosas que al final la historia lo dirá. Este proceso político sigue, es cosa de años”.
Pero además, el médico y diputado refiere que uno de los errores de cierta parte de la dirigencia fue vender “el cambio político para mañana. Estos procesos sociales nunca ocurren así, y si ocurren nunca se va a anunciar”.
Sobre este punto, Olivares reafirma que fue “un error colectivo” el no detener este tipo de vocería.
Mientras, Carlos Paparoni considera que a partir del año pasado se exige una nueva forma en las prácticas y la forma de hacer política. “El pueblo hoy demanda más cosas de sus dirigentes. Esto no es un problema generacional, ciertamente hay formas distintas de ver la política pero es necesario la unidad”.
Se trascienden de las coyunturas políticas cuando la dirigencia se concentra en los problemas elementales de los ciudadanos, afirma Marialbert Barrios, quien asegura que a la oposición le hace falta concentrarse más en esta tarea. “Hay que fortalecerla, recordarla y mantenerla porque con crisis o sin crisis somos dirigentes políticos que tienen una vocación de servicio”.
Además, la diputada responde a las acusaciones de una dirigencia joven “quemada” porque se le usó para lograr fines partidistas: “no se trata meramente de responder a un momento político sino de construir un país. Esto es un tema de largo aliento que consiste en la lucha por la democracia y la defensa de la Constitución. ¿Cómo se construye un país? Empoderando al pueblo, organizándolo y movilizándolo. Eso es tarea de años”.
¿Y qué hacen los jóvenes? Tanto Barrios, Paparoni y Olivares comentan que siguen en sus comunidades denunciando los problemas habitacionales, de salud, inseguridad y falta de alimentos o medicinas.
“Hacemos el mismo trabajo que Juan Andrés (Mejía), Requesens, Pizarro o Stalin González. Seguimos yendo a nuestras comunidades, haciendo recorridos y visibilizando sus problemas”, señala Paparoni.
En el limbo
Desde hace cuatro meses, son contadas las ocasiones que el expresidente del Parlamento, Julio Borges, ha pisado suelo venezolano. No da una declaración pública en su país desde diciembre de 2017, y en febrero de este año se conoció que su familia se trasladó hasta República Dominicana.
En ese lugar, se desarrollaban las conversaciones con representantes del Gobierno de Nicolás Maduro para lograr garantías certeras que permitieran la participación de la oposición en unas elecciones presidenciales.
La MUD se negó a firmar un documento donde a su juicio no se cumplían las garantías, y desde ese entonces, Borges nuevamente retomó su papel como portavoz de la coalición opositora en el mundo.
Ahora su tarea es la conformación del Frente Amplio Internacional, y el “tender puentes” con organismos como la OEA, ONU, diversos países y comunidades como la Unión Europea, para conseguir apoyo a los reclamos de la oposición y más sanciones contra el gobierno de Maduro.
La dirigencia “con años”
Varios actores políticos tomaron protagonismo durante las manifestaciones del año pasado. Los jóvenes estuvieron al frente y algunos de los jefes de partidos los acompañaron.
El diputado Luis Florido convocó a marchas y dialogó con policías para tratar de evitar la violencia. Estuvo en la mayor parte de las convocatorias y luego trató de competir por la gobernación de Lara. Al no obtener los votos en las primarias opositoras, se dedicó nuevamente al trabajo parlamentario y viajar por varios países denunciando las violaciones a los DDHH.
El Gobierno anuló el pasaporte al dirigente de Voluntad Popular, aunque permitieron de manera formal su salida a las reuniones de negociación que se realizaron en Dominicana. Actualmente, Florido se encuentra en una gira para solicitar a diversos países la ayuda a los migrantes venezolanos.
Otro diputado protagonista fue Henry Ramos Allup. El expresidente de la AN se mantuvo durante la primeras semanas al frente de las marchas y siendo vocero de la MUD.
Luego, sus aspiraciones presidenciales lo llevaron de gira por el interior del país y se apartó de las manifestaciones para apoyar las negociaciones.
Por su parte, el exgobernador Henrique Capriles también estuvo en “la candela” recibiendo lacrimógenas aunque su presencia se fue disipando debido a las diferencias con la conducción de las protestas y la toma de decisiones sobre asuntos como las negociaciones.
Su molestia llegó a hacerse notoria cuando acusó a Ramos Allup de hacer política sucia y aseveró que no volvería a la MUD hasta que el líder adeco no se apartara. Se ha mantenido firme en que la mejor salida son las elecciones, aunque estuvo presente en la creación del Frente Amplio Venezuela Libre, cuando se le vio al lado del parlamentario.
María Corina Machado también protagonizó sus propias convocatorias, y también se le vio en las manifestaciones convocadas por la coalición opositora. La dirigente de Vente Venezuela formó la plataforma “Soy Venezuela” para unir a parte de la sociedad civil con los políticos y luchar por la salida de Nicolás Maduro del poder.
El refugiado
El caso del diputado Freddy Guevara es especial. El 4 de noviembre solicitó refugio en la embajada de Chile en Venezuela, argumentando amenazas a su integridad física.
Días antes, el TSJ emitió en un comunicado diciendo que Guevara debe ser juzgado por tribunales penales pues “presuntamente incurrió de manera permanente en los delitos de asociación, instigación pública continuada y uso de adolescente para delinquir”, sin precisar más detalles sobre estas infracciones.
Para ello, el máximo tribunal del país aplicó la misma estrategia que con el diputado Germán Ferrer, esposo de la fiscal en el exilio Luisa Ortega Díaz: pasando por encima de las leyes constitucionales, el TSJ levantó la inmunidad parlamentaria de Guevara sin el permiso de la AN.
El Gobierno de Chile manifestó estar dispuesto a otorgar el asilo político al dirigente de Voluntad Popular, quien reemplazaba a Carlos Vecchio como coordinado político encargado de esa organización.
Desde entonces, son contados los pronunciamientos de Guevara sobre la situación venezolana. El último lo protagonizaron sus abogados (24 de febrero de 2018) cuando luego de los fracasos de las negociaciones de República Dominicana, aseguraron que a su defendido «le quieren pasar factura porque querían ir a un parapeto de elecciones sin condiciones y en Voluntad Popular no se prestaron a convalidar el fraude”.