El agua es un bien común, no una mercancía, aseguran expertos de la ONU
Un grupo de relatores especiales insta a los Estados a garantizar que los derechos humanos se sitúen en el centro de los debates durante la primera Conferencia sobre el Agua en casi cinco décadas. Para los expertos, la conferencia que se instala en Nueva York es una oportunidad para escuchar y comprometerse con los defensores de los derechos humanos, en particular los defensores de los derechos del agua, y otros titulares de derechos
«Considerar el agua como una mercancía o una oportunidad de negocio dejará atrás a aquellos que no pueden acceder o permitirse los precios del mercado», han asegurado varios expertos de la ONU en derechos humanos en una declaración emitida en vísperas de la Conferencia sobre el Agua 2023 en Nueva York.
Para los relatores, la mercantilización del agua desbaratará la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre ellos el número 6, dedicado al acceso universal al agua limpia y el saneamiento.
Además, «obstaculizará los esfuerzos para resolver la crisis mundial del agua, ya agravada por la triple crisis planetaria: el cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación tóxica, que afecta a la vida y la salud de miles de millones de personas en todo el mundo».
Los expertos señalan que, como se mencionaba en una reciente carta abierta del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a los Estados miembros, la Conferencia sobre el Agua es una «oportunidad única en la vida» para abordar las causas profundas de esta crisis que afecta actualmente a 2000 millones de personas sin acceso garantizado al agua potable y más de 4000 millones sin saneamiento básico.
«Nuestra esperanza es que la Conferencia sobre el Agua sea el comienzo de una colaboración genuina y a largo plazo para acelerar la implementación del Objetivo número 6 y promover y proteger los derechos humanos», aseguraron.
Interdependencia de los derechos
Los expertos también han declarado que los derechos humanos y el derecho al agua y al saneamiento son indivisibles e interdependientes, y vitales para alcanzar un nivel de vida adecuado.
«Ya se trate de la seguridad física de las mujeres y las niñas, de la discriminación contra los pueblos indígenas, los campesinos o las minorías, o de los derechos humanos a la salud, a una vivienda adecuada, a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, a la educación y muchos otros, todos están íntimamente relacionados con el agua y el saneamiento», explican.
Por primera vez en casi 50 años, las Naciones Unidas convocan una conferencia de tres días en Nueva York para analizar la situación mundial del agua y el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible que forman parte de la Agenda 2030.
«Acogemos con satisfacción los esfuerzos de la ONU, los Estados, los titulares de derechos y otras partes interesadas de todo el mundo para reunirse en Nueva York y avanzar en la agenda mundial del agua», aseguran.
Sin embargo, el progreso en el Objetivo número 6, «solo puede ocurrir de manera efectiva si las comunidades y sus derechos humanos están en el centro de las discusiones, especialmente escuchando las voces de aquellos que sufren discriminación, marginación, pobreza y situaciones de vulnerabilidad».
Para los expertos, la Conferencia es una oportunidad para escuchar y comprometerse con los defensores de los derechos humanos, en particular los defensores de los derechos del agua, y otros titulares de derechos.
«En lugar de restringir la libertad de expresión y asociación de los defensores de los derechos humanos y los derechos al agua, e incluso criminalizarlos, es hora de garantizar su participación significativa, especialmente para las mujeres y los jóvenes defensores de los derechos humanos, en todos los debates y en cualquier resultado y mecanismos de gobernanza del agua a nivel internacional, nacional y local».
En este contexto, han explicado, se necesitan marcos sólidos de acceso público a la información para fomentar la transparencia, la participación y la rendición de cuentas.
Los expertos han hecho un llamamiento para poner fin a un enfoque tecnocrático del agua y tener en cuenta «las ideas, los conocimientos y las soluciones de los pueblos indígenas, los campesinos y las comunidades locales que entienden los ecosistemas acuáticos locales para garantizar la sostenibilidad de la agenda 2030».