El amigo que nunca cuelga, por Reuben Morales
¡Rápido! Aprovecho que no me está llamando para escribirles la columna. De hecho, estoy nervioso. Mi amigo que nunca cuelga seguro está leyendo esto y podría enojarse conmigo para siempre. Pues estos amigos que nunca cuelgan tienen una cualidad: se ganan nuestro cariño tanto, pero tanto, que siempre nos vemos en la obligación de contestarles (incluso así estemos en pleno estadio de la final del mundial de fútbol). Pero como no quiero perder su amistad tras este escrito, listaré los beneficios indiscutibles que ha traído para mi vida este amigo que nunca cuelga:
- Me ha demostrado que soy un trabajador muy productivo: Basta llame mi amigo que nunca cuelga, para darme cuenta de que, hablando con él, puedo lavar mis platos, lavar mi ropa y lavar mi cerebro con toda su parla.
- Me ha demostrado que tengo buena circulación: La prueba es simple. Si tiene el celular oprimiendo el pabellón de su oreja por media jornada laboral y aún no se le ha dormido, entonces usted cuenta con buena irrigación sanguínea y se mantendrá joven por siempre (como esa tía que sigue cumpliendo cuarenta desde hace tres años). Aunque esta prueba de circulación trae efectos secundarios. Luego le quedará una oreja color carne y la otra, chavista.
- Me ha dado esperanzas con el calentamiento global: Amigo científico, ¿busca modos ecológicos de energía alternativa? ¡Muy fácil! Reúna a todos esos amigos del mundo que no cuelgan, en un hotel de Aruba con todos los gastos pagos y un teléfono con acceso al wifi para que hablen todo el día. Luego, pégueles unos cables a la lengua para recoger la energía desprendida por ésta y así almacenarla en unas baterías enormes. La idea es luego donarlas para abastecer de electricidad a lugares donde escasea, como Venezuela, Haití o el cerebro de Nicolás Maduro.
- Me ha demostrado que soy bilingüe: Gracias a mi amigo que nunca cuelga, me di cuenta de que no solo hablo español. También hablo Ujuciano. El Ujuciano es un idioma universal con el cual se puede abarcar toda la expresión de objetos y situaciones humanas mediante tres palabras: “Aja”, “Uju” y “Sí”. Haga la prueba. Espere a que le llame su amigo que nunca cuelga y verá cómo su cerebro inmediatamente se conecta con sus raíces ancestrales Ujucianas y comienza a decir “Ajá”… “Ujú”… y “Sí”. Es más, incluso estoy hablando con los creadores del cuchillo “Ginsu 2000” y el “Space Pen” para patentar el “Ujuraizer 3000”. Un aparato para cuando llame su amigo que nunca cuelga. Solo debe pegarlo al micrófono del teléfono y listo. Tiene grabadas seis horas de “Ajá”… “Ujú”… y “Sí”. ¡Pero si llama ya, se puede llevar el “Ujuraizer 3000 PLUS”, el cual incluye las opciones “Tienes razón” y “¡Claro!” cada 3 minutos de conversación!
Hay que ver, ¿no?… Y ustedes hablando mal de su amigo que nunca cuelga. ¡Sean agradecidos como yo!… ¡Atesórenlo!… ¡Cuántos beneficios no nos trae! Pero bueno, ahora los dejo. Me está entrando una llamada. Sí, es mi amigo que nunca cuelga. Nos vemos en cinco horas. ¡Chao!