El autoatraco, por Simón Boccanegra
La sapita Golinger informó que su apartamento había sido robado. Este minicronista cree que la muchacha debe estar confundida de país. Eso es en Estados Unidos donde la gente comulga con ruedas de molino. ¿El 60% de su país no le creyó a Bush sus embustes? Los gringos reaccionan al cabo de un tiempo. Mientras tanto, son los tipos más crédulos del mundo. Pero aquí estamos en el trópico, en el Caribe. Somos maliciosos. Con ese carrito de helados no nos va a pisar Evita. Qué coincidencia que después del show macarthista en la Asamblea Nacional, le asaltan el apartamento. Ahora ella es la víctima.Todavía no sabe que aquí los cuchillos de palo no cortan. Así no sea verdad, aquí todo el mundo, incluidos los chavistas, jura que eso fue un autoatraco. Además, se le salió el racismo. Super Woman considera que el asalto fue “demasiado burdo” para haber sido hecho por norteamericanos. “Esto tiene sello venezolano”, dijo. ¡Vaya! Debe ser que está tan acostumbrada a la ineptitud, a la torpeza de la gente de Chacumbele que cree que eso es un rasgo de la identidad nacional. Pero es comprensible. Seguramente piensa que los venezolanos somos todos como la gente que le paga sus treinta monedas, que todos somos como Mario Silva. En el fondo, si a ver vamos, la gringuita golillera, en su comprensión de América Latina, sólo tiene matices de diferencia, con, digamos, Dick Cheney.
La misma miasma.