El Banco Central contra el Espíritu Santo
Como era de esperar, el Banco Central registró lo que para todo el mundo era evidente: la economía en este año 2002 va palo abajo. Con respecto al primer trimestre del 2001 (cuando la economía creció 3,8%), en el mismo periodo de este año el PIB se desfondó: 4,2% de contracción, 4,2% por debajo de cero. Crecimiento negativo llaman eso los economistas. Terrible. Ya todo el año 2001 había sido de decrecimiento; el submarino iba poco a poco hacia abajo, pero en este primer trimestre se hundió como un plomo. Por cierto, la caída del producto petrolero gravitó pesadamente sobre la cifra total: -7,6%. El sector no petrolero disminuyó «sólo» en 2,6%. El segundo trimestre será, probablemente, peor, puesto que la actividad económica durante este lapso tiene que haber sido afectada muy negativamente por lo acontecido el mes de abril, cuando amaneció de golpe… y de contragolpe, pero también de saqueos. A lo mejor el Espíritu Santo se arrecha, pero no será fácil complacer a Felipe Pérez. Por mucho que digamos que las cosas van bien, ese 4% hacia abajo, tercamente, se empeñará en decir que van mal, muy mal. Sorry, Felipe.