El cangrejo de Monagas por Fernando Rodríguez
Si le pedimos con tanto afán y dramaticidad a los electores su indispensable voto en las elecciones del 16 de diciembre no tenemos derecho a equivocarnos en la defensa de las fortificaciones que debemos mantener y, ¿por qué no?, ampliar. No hay que insistir en lo que apostamos en diciembre para salir de este barranco de la historia.
De manera que el conflicto del estado Monagas, las dos candidaturas antichavistas, que muy posiblemente nos llevará a perder una pieza vital en este juego cerrado, hay que solucionarlo. Ya en el pasado hemos cometido desaciertos similares y sabemos cuán costosos políticamente y penosos moralmente han sido. El de hoy puede ser todavía más oneroso.
Si la MUD nacional quiere mantener su rol protagónico y ser digna de los muchos sacrificios que ha costado y los logros que ha obtenido y eso la lleva a mantener con todo rigor las formas institucionales y las palabras no ha mucho empeñadas, lo cual no deja de tener sus razones, debería pensar cómo quedaría su imagen si un desaguisado como ese se consuma y cuántas heridas internas produciría, sobre todo en un momento que debe redefinirse y robustecerse porque al fin y al cabo viene de una derrota que la ha conmovido, como todas las derrotas.
Esa es la apuesta. Un gran pensador decía que los políticos pueden pecar de bribones o principistas vacíos. Los primeros no se ocupan sino de los efectos de sus decisiones y olvidan los ideales que dicen sostener. Los segundos se refugian en el purismo principista donde se creen libres de pecado y menosprecian el devenir del mundo donde todo acaece, donde se gana o se pierde.
Stalin era un bribón, Trotski se alejó cínicamente de lo real. Chávez, por ejemplo, hubiese solucionado este enredo con cuatro gritos y algunas maldiciones, magnífico ejemplo del primer grupo.
Lo importante es que la MUD no tome la solución fácil y purista que supuestamente la mantendría con las manos limpias. Es cierto que el soberano opositor habló en las primarias y su voz merece todo respeto, pero algo sucedió en mitad del camino y muy de monta que también a él le trae conflicto y le atañe. Que también él debe y quiere resolver, es su más acuciante problema.
Y si bien ni el pragmatismo ni el legalismo abstracto pueden dar lugar a una solución satisfactoria hay que encontrar una salida imperfecta, manchada por así decirlo, como suele ser la vida política y la vida a secas.
Y nosotros creemos que está dada: se ha producido una encuesta que nadie cuestiona, que es también a su manera expresión del soberano, y le da una clara ventaja al gobernador Briceño, quien, por lo demás, no estuvo en aquellas primarias, y saca de juego a la señora Hernández, superada por la candidata chavista. Y la MUD regional, los deudos más allegados, casi unánimemente, apoya al actual mandatario regional. Esto deja sin asideros la decisión opuesta de la Mesa nacional y colgando al pueblo monaguense que, estamos seguros, no quiere otra cosa que sumarse a la lucha nacional por la democracia, la Constitución, la descentralización y, en su caso, por su dignidad atropellada muy recientemente.
De más está decir que seguimos abogando por una solución dialogal y sensata, por nuevas mediciones si se cree necesario. De lo contrario hay que decidir, hay que ganar cada centímetro del territorio.
Deja un comentario