El Caroní suena, piedras trae; por Simón Boccanegra
Anteayer casi fue suspendido el acto del Teatro Orinoco, en Venalum, donde finalmente peroró Chávez durante cuatro horas. A último momento tuvieron que rellenar el local porque la mayoría de los invitados no pudieron llegar, dada la profundidad y extensión del trancazo que aisló a Ciudad Guayana de Ciudad Bolívar, Upata, Guri e incluso el sur de Monagas, amén de que todos los puentes sobre el Caroní fueron bloqueados.
El Presidente tuvo unas duras palabras con el general Rangel Gómez, gobernador de Bolívar, y con el ministro Alvarez. El carajeo fue de marca mayor. Es que en Guayana el descontento se siente a flor de piel.Todo el mundo tiene un agravio que cobrar. Los trabajadores de Sidor, que desde la “privatización neoliberal salvaje” de la empresa quedaron con el 20% de las acciones, tienen siete años esperando que la CVG les entregue lo suyo y les paguen la deuda por concepto de dividendos e intereses atrasados. Sidor entregó a CVG 57 millones de dólares por ese concepto pero esta se niega a pagarle a los trabajadores y, para colmo, el bendito Clodosbaldo Russián dictaminó improcedente ese pago. Se entiende, pues, el arrecherón de la gente.