El dinamismo ilegal se mantiene por las trochas de la frontera
Las Trochas en La Platanera y Las Pampas son las que tienen más popularidad en San Antonio del Táchira desde que se reactivó la frontera
Jonathan Maldonado | La Nación
A más de ocho meses de la reactivación progresiva de la frontera, las trochas o caminos verdes mantienen su dinamismo ilegal. El contrabando aún atraviesa las sinuosas rutas de Las Pampas, La Siete o La Platanera.
Luis, como muchos otros ciudadanos de la zona trabaja de «maletero», oficio que a raíz del cierre de los puentes en 2015, adquirió otros calificativos como «trochero» o «lomotaxista». Su labor es agotadora, pero le garantiza una entrada económica.
Los envases para comida son muy apetecidos en el mercado colombiano. Es rentable adquirirlos en Venezuela y pasarlos por las silenciosas e irregulares trochas.
Los años de experiencia, hacen que Luis no tambalee durante su transitar con la mercancía en sus hombros. Va bien sujetada y lo hace a un solo ritmo, pues si se para, corre el riesgo de ser vencido por el cansancio.
El trayecto se lo conoce como la palma de su mano. Tiene trazado el mapa en su mente. En esta época, donde las lluvias no están dando tregua, debe ser más precavido y dar pasos firmes para evitar perder el equilibrio. Si el río crece, se abstiene de cruzar, pues su vida no tiene precio.
Ese ritmo es seguido por otra docena de hombres que se ganan la vida al igual que Luis. Cuando el sol aflora su intensidad, se hace más fatigosa la ruta, pero la prefiere así que con precipitaciones, ya que no entorpece tanto el camino.
«La actividad ha mermado mucho por las trochas. Ya no es lo mismo», sentenció el «maletero». Hubo una etapa, con los puentes cerrados, en la que los caminos verdes tomaron un protagonismo nunca antes visto: ríos de gente los atravesaban a toda hora al punto de convertirse en los puentes no oficiales.
Con el intento de rescatar la formalidad con el primer paso que se dio el pasado 26 de septiembre, las trochas han estado menguadas, pero sin perder su lado más famoso, el del contrabando, acción que sigue latente.
La chatarra aún es comercial
Aunque por el puente internacional Simón Bolívar algunas personas pasan su chatarra, es más común verla por las trochas, pues por ese tramo la cantidad no es razón de que los devuelvan las autoridades.
De San Antonio y de otras zonas del estado Táchira, arriban los hombres con su carga para luego aventurarse por los caminos verdes más populares. En La Parada hay varios locales donde la compran de acuerdo al peso.
Es difícil que el ritmo por estos puntos baje en su totalidad, sobre todo por lo permeables que son y, a la vez, por la extensión tan vasta que tienen. Su control, en su totalidad, es difícil.
*Lea también: Cortes del servicio eléctrico no dan tregua en ocho estados de Venezuela