El Emperador visita las provincias, por Simón Boccanegra
El Emperador, Yo-El-Supremo, sale hoy a visitar sus dominios. Ha emprendido una gira por Sur América, que lo llevará a las provincias de Uruguay, Argentina, Bolivia y Ecuador. Pero en los confines del imperio (el de Chacumbele, no el otro) están ocurriendo cosas extrañas. En la provincia del Plata el virrey Néstor y la virreina Cristina le han pedido que entre en puntillas de pie, que no haga olas y que su visita sea “sigilosa”, que deje la “guita” y se vaya, para que la campaña electoral de la virreina Cristina no sea perturbada por tan incómodo visitante. Además, la virreina, conocida también como Señora K, que atendió en Caracas una invitación del Congreso Judío Mundial, teniendo en vista, por supuesto, el poder financiero y electoral de los judíos argentinos, que al igual que en el Imperio del Norte, pesa mucho, se ha encontrado con que las organizaciones judías de la provincia del Plata han repudiado la visita del Emperador. Razón adicional para recibir al Emperador sin mucha prosopopeya. En la provincia del Alto Perú, donde encontrará que las organizaciones indígenas tomaron y clausuraron la sede de la Asamblea Constituyente “por ineficiente”, los genízaros del Emperador comienzan a ser mirados de reojo, porque se les acusa de ser demasiado metiches. En fin, el emperador Chacumbele parece que terminará bailando en un ladrillo.