El enemigo es la abstención
Autor: Xabier Coscojuela
Reaparecieron las trompadas estatutarias; al menos en tres estados de los 19 en los que se realizaron las elecciones primarias de la oposición. No debió ocurrir, pues lo que venimos observando en Amazonas, Aragua y Yaracuy no es positivo para los sectores democráticos del país. Realmente, son unos lunares en un proceso que fue exitoso.
La Mesa de la Unidad Democrática tiene ya definidos 20 de los 23 candidatos a gobernadores. Es un avance significativo que esperemos termine de concretarse con la definición de los tres restantes. El ejemplo dado por Juan Requesens, primero, y por Manuel Rosales después, quienes reconocieron sus derrotas y se pusieron a la orden de los ganadores para apoyarlos en sus campañas electorales, es lo que deben emular quienes están enfrascados en las disputas en los tres estados referidos.
Desde el gobierno «celebran» la poca asistencia a los comicios del pasado domingo. Jorge Rodríguez dijo que fueron 300 mil los votantes. La MUD afirmó que participó el 6,7% de los inscritos en el Registro Electoral de los estados donde hubo elecciones. A nosotros nos hubiera gustado más participación, pero nos parece que la cifra es buena.
En todo caso, participó mucha más gente de la que lo hizo en la escogencia de los candidatos del Gobierno. Allí la decisión la tomaron dos personas.
Ahora, lo que tienen por delante los candidatos democráticos no es un camino de rosas.
Ninguna campaña electoral lo es, pero en las circunstancias venezolanas será todavía mucho más dura que lo normal. No debe extrañar a nadie que las cuatro militantes del PSUV que manejan como les da la gana el CNE tomen decisiones que hagan más difícil el ejercicio del voto y que ensombrezcan los resultados.
El Gobierno desde cualquiera de sus instancias va a tomar medidas para alentar la abstención y provocar la división del electorado democrático y de sus partidos. Eso está cantado. Ese es el principal reto de la MUD.
Sin embargo creemos que el enemigo a vencer es la abstención. Si se logra una participación similar a la de cualquier elección regional, la derrota que se van a llevar los candidatos de Nicolás Maduro va a ser clamorosa.
Los abanderados democráticos y las organizaciones que los respaldan deben concentrar sus esfuerzos en explicar y convencer a los ciudadanos de la importancia que tienen las gobernaciones para rescatar la democracia en el país y para mejorar su deteriorada calidad de vida.
Llevar la abstención a los niveles que históricamente ha presentado es derrotar a los candidatos de Maduro, pues es evidente el rechazo que la gestión del PSUV tiene entre la mayoría de los venezolanos. Hay que concentrarse en ese objetivo.
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