El éxodo: Una advertencia para reflexionar, por Juan D. Villa Romero
Twitter e Instagram: @jdiegovillave
Persiste el éxodo. Millones de jóvenes, hombres y mujeres han partido solos, rumbo a otros países; familias que se van con sus hijos desafiando todas los peligros que eso significa, parejas que se aventuran, profesionales de distintas áreas, empresarios y comerciantes que han vendido todo para comenzar de cero en otro lugar, en fin, cientos de miles de compatriotas que han salido injustamente de nuestro país en estos años de inestabilidad, mala praxis y conflictividad sociopolítica.
Se han ido millones de compatriotas y es una realidad que nos convoca a todos los sectores comprometidos a actuar seriamente para que más temprano que tarde estos connacionales puedan regresar a nuestra Venezuela. Muchos de nuestros hermanos migrantes han publicado sus fotos en las redes sociales cuando están en el aeropuerto internacional Simón Bolívar (Maiquetía), en autobuses o por las llamadas trochas en pleno proceso de viaje. A veces acompañan las fotos con textos llenos de esperanza por lo que los aguarda, pero siempre hay dolor en ellos por dejar obligadamente atrás a su terruño llamado Venezuela.
Son múltiples las circunstancias que conllevan a tomar la decisión de irse, pero seguramente, tienen en común el hartazgo de los ciclos negativos que se repiten en la Venezuela de hoy y la dificultad de futuro que produjo el actual gobierno y el otro extremo. Porque es indiscutible que el status quo actual se ha empeñado en estos 24 años en cerrar cualquier puerta de reconciliación que pudiera traer un alivio, algo de sensatez o un destino digno para todos.
Los que se marchan expresan ante el mundo la oscura atmósfera que se ha instalado en el país. Ellos se van, pero esa atmósfera persiste y los que nos quedamos luchando nos sentimos preocupados preguntándonos en nuestro día a día: ¿Qué nos espera? ¿Hacia dónde nos dirigimos? ¿Tendremos estabilidad laboral? ¿Podremos pagar todas nuestras cuentas?
Entendamos a los que se fueron o están por irse. Tenemos que comprenderlos y apoyarlos. Es doloroso para todos, para ellos mismos que viven el desarraigo aún teniendo oportunidades de desarrollo en otras tierras, para las familias que se quedan sin sus seres más queridos, para los amigos que tendrán que seguir por las distintas redes sociales los contrastes entre las vidas que progresan fuera del país y las suyas, para sus colegas profesionales y para el país que pierde con cada venezolano que se va lo más valioso que puede tener una nación.
Este aluvión de emigrantes es sin duda una fractura en la historia venezolana. Quedarán las huellas como quedan en las piedras las marcas de los terremotos. Pase lo que pase, cada persona que se va a otro país con sus talentos, su voluntad, su visión, sus redes de ideas, sus pasiones, es una pérdida de consecuencias invaluables que costará muchos años hasta que eventualmente otras puedan ocupar su vacío, pero aquellos que se fueron serán siempre irremplazables y el daño de sus ausencia irreparable, como bien lo sabe cada familia que se divide.
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Aunque parezca raro los que nos quedamos en el país tenemos una deuda inmensa con los que se fueron o están yéndose. En nombre de ellos no podemos permitirnos sentir que vivimos en un país inviable, resignarnos a la mediocridad, la decadencia, la torpeza, la gula de poder, el fanatismo y dejar que la mentira sistemática nos domine.
En nombre de ellos no podemos aceptar que este gobierno errático o una oposición fragmentada nos empuje cada día a la desesperanza. Por eso, estamos obligados a construir un clima de estabilidad institucional, coherente con el futuro, porque eso será lo que nos guiará y nos salvará.
Estoy seguro, que de una forma u otra, la mayoría de nuestros hermanos, familiares y amigos volverán. Ojalá regresen a vivir acá, pero si no lo hacen seguro retornarán como un recordatorio, una advertencia de lo que puede pasar cuando se pierde el rumbo por completo. Desde Unidad Visión Venezuela seguimos llamando y concientizando a todos. No nos detendremos ni nos detendrán en el aporte del grano de arena que nos compete. Bendiciones para todos, pero por encima de todo, que Dios nos de mayor fuerza a los que nos quedamos para hacer renacer a nuestra Venezuela.
Juan Villa Romero es Político. Secretario Juvenil de Unidad Visión Venezuela.
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