El fin del interinato es un debate abierto en una oposición que busca minimizar costos
En el seno del G4 la salida del interinato es un debate vigente y una discusión abierta, pero aún sin fecha, porque pesan aspectos como la recomposición de la coalición, el destino de los activos y el financiamiento internacional que reciben los factores democráticos de oposición para el activismo político. El director de la encuestadora Delphos, Félix Seijas Rodríguez, señala que cuesta desprenderse de la última figura «a la que se le adjudicó algún tipo de legitimidad». Por su parte, el politólogo Piero Trepiccione expresa que el manejo de los activos de la república no es una garantía para la permanencia de la estructura que dirige Juan Guaidó. Destaca que siempre es posible cambiar los esquemas de apoyo internacional
El cerco al interinato que encabeza el presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2015, Juan Guaidó —todavía reconocido por algunos países como presidente encargado de Venezuela— parece aumentar. Ya desde finales de 2021 se debatía sobre el fin de esta figura política instaurada en 2019 y que, en este 2022, ha visto mitigado su alcance y reconocimiento.
Roberto Marrero, exjefe del despacho del gobierno interino, en su renuncia a Voluntad Popular (VP) que él mismo se encargó de hacer pública, puso bajo la luz lo que era un secreto a voces: la oposición, especialmente la representada por Primero Justicia (PJ), Acción Democrática (AD) y Un Nuevo Tiempo (UNT), tres de los partidos del G4, se han reunido para discutir cómo bajarle la santamaría a la estructura que ampara a Guaidó desde 2019 y que ha sustentado el manejo de varios de los activos de la república en el exterior.
«Aquí no hay interpretación posible: la presidencia encargada continúa hasta que haya una elección libre y justa, al igual que el Parlamento electo en el 2015», enfatizó Juan Guaidó, el 23 de octubre.
A su juicio, cualquier opinión u acción contraria a la decisión vigente desde 2019 es reconocer al gobernante Nicolás Maduro, eso en alusión a los cuestionamientos dentro y fuera del país a la legitimidad de la reelección de Maduro, el 20 de mayo de 2018, que condujeron a la conformación del interinato.
— Procuraduría Especial de la República de Venezuela (@DeProcuraduria) October 22, 2022
Por su parte, desde España, Leopoldo López admitió que la aspiración de cambio político prometido (cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres) no se ha materializado, «pero eso no significa que debamos cortar amarras con las herramientas que nos permiten llegar al cambio político. Estamos enfrentados a una dictadura (…), se subestimó el nivel de apoyo que tenía Nicolás Maduro de factores externos como Rusia, Turquía e Irán».
En una entrevista difundida en la W Radio Colombia con López, este dijo que el interinato «no es un capricho». «El hecho de que Juan Guaidó sea presidente interino de Venezuela es un hecho constitucional», argumentó en respuesta a afirmaciones de un artículo de Finantial Times que hablaba de «un hacha» que amenaza al interinato.
Mientras tanto, desde la oposición venezolana, los partidos exploran las vías para terminar con el gobierno encargado de Guaidó. Este debate se desarrolla dentro de cada organización política y luego dentro de las fuerzas que hacen vida como aliados en la Plataforma Unitaria.
Es una discusión vigente, pero aún sin fecha porque pesan aspectos como la recomposición opositora, el destino de los activos y el financiamiento internacional que reciben los factores democráticos para el activismo político.
«Ciertamente, en la Junta de Dirección Nacional de Primero Justicia (PJ) se ha planteado el futuro del gobierno interino. Sin embargo, no hemos llegado a ninguna conclusión porque existen visiones distintas sobre el tema», relata una dirigente de PJ, consultado por TalCual, quien pidió reservar su nombre.
Añade que, dentro del partido que preside María Beatriz Martínez, hay quienes defienden la «imperiosa necesidad» de mantener la estructura del interinato en virtud de los activos de Venezuela que están en el exterior.
«Pero, también hay quienes creen que esa estrategia feneció y que debemos desmontarla, dejando una institucionalidad que permita el resguardo de los activos y evitar que sean utilizados por el régimen de Nicolás Maduro, otros piensan que debemos acabar con todo», expresa la dirigente.
Esta fuente expresa que, en medio de las diferentes posiciones, en Primero Justicia no hay una decisión definitiva sobre el interinato. De allí que el debate sigue abierto.
En la tolda amarilla advierten, off the record, que los acuerdos en torno al destino del interinato se han demorado por el debate sobre las elecciones primarias de la Plataforma Unitaria para escoger al candidato presidencial opositor, anunciadas para una fecha de 2023 aún indeterminada.
En una rueda de prensa el 25 de octubre, Tomás Guanipa, vicepresidente de Asuntos Políticos de Primero Justicia, afirmó que no se pueden seguir buscando «mecanismos para seguir manteniendo instrumentos que no son útiles». El señalamiento fue hecho en referencia a la continuidad del gobierno interino que preside Juan Guaidó.
En diciembre de 2021, Julio Borges, excomisionado de Asuntos Internacionales de PJ —entonces coordinador nacional del partido—, insistió en que el interinato no daba «para más».
«Nosotros debemos reagruparnos y ver cómo volvemos a construir un foco cuyo fin sea la salida de Maduro. Tener un gobierno interino o tener otro tipo de cosas, eso no da para la lucha contra Maduro», dijo.
Desde la llamada AD «en resistencia» que dirige Henry Ramos Allup, también indican que hay preocupación sobre los próximos pasos a seguir en relación con el interinato. Aseguran que la salida es muy probable, pero el meollo del asunto es definir el formato que se transitará tras el cese del gobierno encargado. En ese debate, entra el estatus de la Comisión Delegada de la AN.
En Un Nuevo Tiempo (UNT) son más recelosos en soltar prenda sobre las posiciones sobre el interinato. Sin embargo, una fuente, consultada de manera extraoficial por TalCual para este texto, señala: «Nosotros estamos en ese debate que también lo deben estar dando todos los partidos de la Plataforma».
El dirigente añade que dentro del partido existe «una tendencia» proclive a que se abra el camino para poner fin al gobierno encargado de Guaidó.
Otras fuentes de la Plataforma Unitaria aseguran que con la salida del interinato también hay preocupación porque se puede perder el financiamiento internacional que va destinado a los defensores de la democracia y los activistas de varios de los partidos opositores: «Sin ellos, nadie movería nada en la oposición. El grueso de esos activistas son del G4».
Oposición no es referente
El politólogo Piero Trepiccione expresa que la figura del interinato es «insostenible» en términos de opinión pública, de realpolitik, de estrategia política, de apoyo, de alineación de apoyos internacionales. Enfatiza que la figura que encabeza Guaidó está muy debilitada.
Asimismo, asevera que el manejo de los activos de la república no es una garantía para la permanencia del interinato. Destaca que siempre es posible cambiar los esquemas de apoyo internacional: «Ese no es el problema, a menos que haya un aferramiento con determinados fines económicos».
Trepiccione no cree que la posición de Guaidó sobre el futuro del gobierno interino, que califica como «maximalista», tenga cabida dentro de las dinámicas y en las conversaciones sobre el conflicto político venezolano.
«Antes del proceso electoral presidencial, de alguna manera, en el marco de los acuerdos, debe haber un cierre definitivo del interinato», afirma Piero Trepiccione.
Añade que hay una búsqueda dentro del seno de la oposición y de la comunidad internacional de los mecanismos para replantearse el formato de los sectores opositores del país más allá de la figura del interinato que, además del desgaste, «es percibida por los venezolanos como algo que fue inoperante en términos generales».
Por otra parte, indica que si hay voluntad para terminar con el interinato, la oposición puede explorar otras figuras para su lucha política.
«Eso fue una solución política que se buscó de forma circunstancial, pero la oposición para subsistir, para salir adelante, para plantearse como alternativa ante el país no necesita una figura institucional de gobierno como tal, de hecho es oposición. Hay que enfocarse más bien en el planteamiento político, en el planteamiento programático para la opinión publica venezolana. La plataforma es organizativa y política», enfatizó.
Por su parte, el director de la encuestadora Delphos, Félix Seijas Rodríguez, consultado sobre cómo esta la correlación de opiniones entre los electores, explica que hay personas en Venezuela que todavía defienden al interinato; mientras, en el otro externo, se ubican sectores que no lo respaldan en lo absoluto, y entre los dos extremos hay una escala de grises.
«Lo más importante es que el interinato ha sido la última estructura opositora que tuvo validez ante la gente, para el opositor, a la que se le adjudicó algún tipo de legitimidad. Entonces, cuesta desprenderse, porque no ha habido ninguna otra y por eso mucha gente sigue pegada allí. No hay otra cosa a dónde mirar y eso permite que se mantenga algún tipo de apoyo al interinato», subraya Félix Seijas Rodríguez.
El director de Delphos añade que si la Plataforma Unitaria llega a posicionarse de manera exitosa será el centro de atracción, pues la población venezolana siente, en este momento, que no existe un referente opositor claro.
«El referente, que era la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se ha desdibujado. En general, la gente siente que no tiene preponderancia y ya no es lo que marca los destinos de la oposición. Entonces, siente que esa estructura con organicidad, como lo fue la MUD, la Coordinadora Democrática o a la Asamblea Nacional (AN) después de 2015, a la que la gente le asignaba la responsabilidad de representar a la oposición, no existe y están a la espera a ver si surge otro referente», señala Seijas.
«En realidad, la Plataforma Unitaria no ha calado en la opinión pública. Haría falta un gran evento que la lance y ese gran evento está llamado a ser las primarias», acota.
Para Félix Seijas Rodríguez, si los pasos para las primarias se dan bien, la gente va a asumir que se realizará un evento importante y allí es cuando el nombre de quien está organizando el proceso va a correr más.
«El asunto no es solo que exista, sino que al asignarle esa legitimidad, eso es lo que faltaría, y unas primarias bien hechas, que la gente sienta que fueron hechas de la manera correcta, eso va a hacer que la Plataforma termine recibiendo ese halo de legitimidad por parte de la gente», argumenta.
Sobre los partidos opositores, el director de Delphos señala que tampoco son una referencia en este momento y que el gran candidato opositor es la unidad. «Quien termine tomando esa bandera unitaria, ese es. Pero para tomar esa bandera debe haber un mecanismo que lo legitime como representante de esa unidad y ese mecanismo depende de una estructura que lo promueva. En este caso son las primarias», añade.
El aspecto económico, señala el director de Delphos, es el principal problema de los venezolanos incluso por encima de los servicios púbicos que hace dos años estaban en el top, y estaba el país en plenos apagones. En este momento, indica, no es que el problema de los servicios no exista, pero el prioritario es lo económico.
«La desconexión con los partidos viene por la misma desarticulación de las organizaciones políticas que ha tenido dos motivos: uno de ellos son los errores políticos y el otro es que las organizaciones políticas han sido golpeadas y peseguidas; entonces, sí se rompió la conexión entre la cúpula del liderazgo y las bases», señala Seijas.
El interinato en la mira
De acuerdo con una versión periodística del Miami Herald, la Casa Blanca no se opondría a la tentativa para formular «una nueva estructura de liderazgo que acabaría con el llamado gobierno interino en las próximas semanas».
Según la información que cita a un funcionario de seguridad nacional no identificado, «Estados Unidos continúa reconociendo a Juan Guaidó como el gobierno interino de Venezuela. Pero si la oposición venezolana decide acabar con el gobierno interino, es su decisión».
El 20 de octubre, un alto funcionario del gobierno de Biden señaló, en declaraciones citadas por Juan Carlos López de CNN. «Seguimos reconociendo al gobierno interino y a los venezolanos que quieren un regreso pacífico a la democracia. Depende del gobierno interino decidir si quiere continuar en un estado reconocible». Esto, en respuesta a una nota de la misma cadena norteamericana que el día anterior había indicado, citando a dos fuentes de EEUU, que esta país «planea quitarle el reconocimiento de presidente interino en enero» de 2023.
El 26 de octubre, la agencia EuropaPress citó a un portavoz no identificado del Departamento de Estado de Estados Unidos que reiteró que Washington sigue reconociendo a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. Expresó que EEUU trabaja de forma «estrecha» con la estructura del interinato y con la Plataforma Unitaria con el fin de «avanzar hacia una solución negociada que lleve a la restauración de la democracia en Venezuela».
El jueves 27 de octubre, el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, desde Argentina donde se celebró la Cumbre de la Celac, pidió que se ejerza toda la «presión política» para favorecer el retorno de la Mesa de Negociación y Diálogo entre el gobierno y la oposición que fue suspendida, hace un año, por Maduro.
En ese contexto, Borell expresó que las elecciones presidenciales «están en el horizonte». Asimismo, recordó que la oposición realizará primarias para escoger a su abanderado.
En Argentina, el gobierno de Nicolás Maduro, representado por su canciller Carlos Faría, participó la semana pasada en las plenarias de la Celac y allí Borrell defendió el viernes que se incluya a Venezuela, Cuba y Nicaragua en las cumbres regionales del ente hemisférico y Latinoamérica.