El general que no olvida…, por Teodoro Petkoff
Cuando el general Hurtado Soucre atacó al director de TalCual, recordando la lucha armada de los años 60, ¿repetía, como reflejo condicionado, el sempiterno y ya inocuo discurso del régimen adeco-copeyano y sus militares, o quiso enviar un mensaje político, cuyo destinatario no podía ser otro que el Presidente? ¿Fue una mera torpeza, un simple desfase de tiempo y lugar, o una manera de decirle a Chávez que en la Fuerza Armada tragan pero no digieren a los viejos adversarios de la «guerra», que hoy son ministros o embajadores? ¿Fue un discurso nostálgico de un general de la Cuarta (Hurtado fue edecán de CAP), o la expresión de una contradicción entre los militares de la Quinta? ¿Será por esto que Chávez no se refirió para nada al show de las pantaletas?
Ambas hipótesis son plausibles y no se excluyen entre sí. Por una parte, muchos años después de finalizada la lucha armada de los 60, todavía era posible escuchar alusiones a ella, sin que faltara, inmancablemente, el tren de El Encanto, cada vez que en el debate político las cosas se enconaban. Eso se volvió una suerte de ritual, sin mayores consecuencias. Pero escucharlo ahora en boca del ministro de la Defensa revelaría que el paradigmático proceso de reconciliación nacional que tuvo lugar una vez finalizada la lucha armada, que pudo ser como fue porque ninguna de las partes pasó facturas tardías a la otra, no ha sido completamente asumido por la FAN. Aquí, ni de un lado se pusieron a matar torturadores y policías ni del otro se dedicaron a eliminar guerrilleros. Por eso pudo normalizarse la vida política en el país. La democracia adeco-copeyana tuvo el talento político de no acorralar a los antiguos insurrectos sino más bien abrirles un espacio en el juego político convencional. Cosa que también ocurrió con Chávez, cuando el presidente Caldera lo indultó.
Que el ministro diga que la FAN «no olvida» hace pensar que hay en ella un rescoldo vengativo y goriloide que en cualquier momento podría ser avivado. Hurtado Soucre no es tan ingenuo como para no saber que el gobierno del cual forma parte cuenta con mucha gente que tuvo destacada participación en las luchas de los 60. Cuando dijo que la FAN «no olvida», ¿quiso decir que la FAN no ha olvidado a los antiguos combatientes de los 60, que pueblan hoy la fronda burocrática de la Quinta República? ¿Quiso decir que no le gustan las frecuentes evocaciones elogiosas de Chávez a los hombres de los 60? ¿Trató de hacer ver que no le gustan, ni a él ni a otros, los contactos, así sean humanitarios, con la guerrilla colombiana? ¿Trató de marcar distancia con su jefe? Esto podría conducirnos a otra reflexión. ¿Cómo sería un gobierno militar inspirado en ese anticomunismo anacrónico de la gente que «no ha olvidado»? Como que es mejor guiarse por el viejo dicho de que más vale malo conocido que bueno por conocer. Déjense de jugar al golpe, que después del «malo» Rómulo Gallegos vino el «bueno» Pérez Jiménez.
Deja un comentario