El gran desorden bajo los cielos, por Simón Boccanegra
«Yo no voy a aceptar indisciplina. Gente que pretenda tener comandos propios, ¡no lo voy a aceptar!» Además, advirtió Chávez que la campaña electoral en curso puede servir para «seguir decantando el proceso revolucionario» y, por si no habían oído bien, hizo saber a esos dirigentes que no entienden su planteamiento «unitario» que «el proceso puede echarlos a un lado». ¿A quién aludía el Presidente ayer en su programa dominical? Pues a los Tupamaros, nada menos que a estos ínclitos guerreros de la «revolución» con o sin Chávez. El día anterior a este anuncio de un futuro arreglo de cuentas, los «tupas» habían realizado un acto en Parque Central, en el cual informaron que habían constituido su propio comando electoral, distinto al «Maisanta». Lina Ron, por su parte, hace pocos días, en el canal 8, dijo haber entregado a Chávez «una lista» de los corruptos del régimen, a quienes acusa de estar fraguando «el chavismo sin Chávez». Roger Rondón, diputado del bloque oficialista, desnudó varios guisos en el MEM; uno, ya denunciado por TalCual sobre la oscura negociación con Free Market Petroleum, otro sobre el contrabando de gasolina. Desde luego, ya a este diputado, «el proceso lo echó a un lado» y si los «tupas» y Lina Ron siguen con su vaina de la corrupción y no terminan de entender que no es una mera verruga en el rostro del régimen sino una componente de su fisiología (es decir, que no puede funcionar sin ella) y que, por tanto, hay que dejarse de señalamientos «comprometedores», pues también será «decantados».