El karma de Pancho Arias, por Simón Boccanegra
A menos que haya sido deliberado, lo de ayer en el acto donde Chacumbele se celebraba a sí mismo, pudo haber sido una mala pasada de las que suele hacer el subconsciente. Hablaba el general Mata Figueroa, hoy minpopoDefensa y hasta hace unos pocos años según testimonio de un alto oficial, que lo conoce muchísimo, antichavista a rabiar pero hoy reencauchado, hablaba pues, este general, y en un momento dado abordó el tópico chavista por excelencia, el de los «traidores». «Este no es tiempo de traidores», dijo Mata, como si en su pedigrí constara que él hubiera sido uno de los juramentados del samán aquél, y en ese momento el camarógrafo del canal 8 «ponchó» (no tiene nada que ver con los ponches que ha sorbido Chacumbele; en la jerga de TV, «ponchar» es meterle la cámara a alguien), nada menos que al comandante Arias Cárdenas, uniformado de campaña. Fue cosa de unos segundos, pero a menos que el asunto hubiera estado orquestada y el camarógrafo hubiera recibido la instrucción precisa de «ponchar» a Pancho Arias cuando surgiera la fatídica palabreja cosa difícil de creer, pero no imposible dado el peculiar modo que tiene Chacumbele de pasar algunas facturas, lo más probable es que hubiera sido un acto reflejo. Pancho debería tomar nota de esto.
En el imaginario del chavismo (es de suponer que el encargado de la cámara en un acto como ese lo sea), él nunca será bien visto. Es su karma.