El Liverpool de Klopp, aspira a títulos a golpe de récords, por Gustavo Franco
Lo que se vio el domingo pasado en el partido que enfrentó al Liverpool contra el Manchester United (en otro momento, el partido más importante del calendario del fútbol inglés), fue un recordatorio de las grandes virtudes del Liverpool y de por qué domina su competición local, así como también de por qué se encuentra en las fases definitorias de la Liga de Campeones.
La presión asfixiante a la que somete a sus rivales y la precisión de su fútbol directo, hace que tanto aficionados neutrales, como aquellos que son hinchas del rival de turno del equipo de Jürgen Klopp, tengan una sensación de vértigo constante. El fútbol que practica este equipo es, por tanto, de gran atractivo.
Como se ha dicho, el paso del Liverpool en la liga inglesa ha sido arrollador. 21 victorias y un empate tras 22 partidos, significa que en este momento el Liverpool tiene 64 puntos de 66 posibles, algo sin precedentes en las grandes ligas europeas.
Y en este momento, acumula 39 partidos de liga sin perder, lo que significa que está a 10 partidos del récord que logró el Arsenal de ‘los invencibles’. Y de momento, pareciera que no hay equipo en Inglaterra —ni en Europa— que se capaz de frenar ese ritmo arrollador del Liverpool.
El equipo de Merseyside afronta cada partido como favorito. Y con eso que llaman la suerte de campeón, puede navegar los partidos que más se le complican. Pero no es que la suerte sea fortuita, aunque ello suene contradictorio. Es una suerte que los pupilos de Jürgen Klopp han sido capaces de fabricar para ellos mismos. Nunca rendirse, como en aquella noche mágica en la que remontaron un 3-0 adeverso ante el Barcelona.
De seguir remando en la filosofía de presionar al rival y ganar el balón en zonas peligrosas, de estar preparados físicamente para el desafío, y ser lo más competitivo posible. Sin importar los jugadores que estén en el campo, y sin importar quién sea el rival, como también sucedió en aquella ocasión histórica ante el Barcelona, en la que no pudieron estar dos estrellas como Mohamed Salah y Roberto Firmino.
La filosofía de Jürgen Klopp fue bautizada como el gegenpress, que significa contrapresión. La frase que la resume fue dicha por el propio entrenador alemán: “No importa que tengas al mejor 10 del mundo, si tres jugadores lo van a presionar, va a perder el balón”. Esta forma de entender el fútbol, además, tiene otro postulado.
El rival es más susceptible cuando recién ha recuperado el balón, y es en ese momento cuando se le debe presionar con más fuerza. Por ello, el nombre contrapresión. Esto se vio claramente en el segundo gol del 4-0 ante el Barcelona. La jugada ocurrió cuando Trent Alexander-Arnold —jugador de la defensa— presionó en campo rival a Jordi Alba —otro defensa—, para recuperar el balón en el momento en que el catalán no parecía tener el esférico completamente dominado ya que recién lo recuperaba.
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De allí, lanzó un centro para Giorgino Wijnaldum quien anota y pone el 2-0 hasta ese momento. El defensa inglés, que en otros equipos tendría la indicación de iniciar el retroceso cuando el equipo rival recupera, hizo lo impensable y presionó a su rival en campo contrario.
Ni siquiera Pep Guardiola, que tiene un balance favorable con todos los entrenadores que ha enfrentado en su carrera salvo por Klopp, ha encontrado la forma de hacer frente al gegenpress. Desde su época en el Bayern de Munich, en la que dominó la liga alemana, siempre tuvo en el Borussia Dortmund de Jürgen Klopp a un rival más que digno. Y eso que siempre les quitaba a sus jugadores, como Mario Götze, Robert Lewandoski y Mats Hummels.
Ahora, el Liverpool es quien puede quitar jugadores a sus rivales y acumula una serie de jugadores de la élite mundial sin riesgo a que otros equipos se los quiten.
Está el que puede ser considerado en la actualidad como el mejor defensor central del mundo en Virgil Van Dijk, un arquero que está entre los mejores si no es el mejor, como es Allison Becker, dos laterales de élite como Trent Alexander-Arnold y Andrew Robertson, y un tridente ofensivo que nada tiene que envidiarle al que puedan tener otros equipos: Sadio Mané, Roberto Firmino y Mohamed Salah.
Antes del inicio de la jornada número 24, el Liverpool tiene 16 puntos de ventaja sobre el segundo lugar con un partido menos. Ya se habla en la prensa inglesa de que es uno de los mejores equipos de la historia de la competición. Y si logra llegar lejos en la Liga de Campeones, o incluso defender el título logrado en 2019, el Liverpool seguro que estará marcando una época del fútbol a nivel mundial.